Es un Gobierno de necesitados, pero al mismo tiempo de políticos que no se soportan entre sí.
Vicente Vallés, en su tribuna dominical de La Razón, hace este 17 de enero de 2021 una radiografía de lo que es el Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos y la conclusión es bastante clara.
Ambas formaciones se llevan a matar, pero es evidente que están haciendo de tripas corazón para no hacer saltar por los aires el pacto.
Dicho en plata, que si no fuera porque una pelea más cruenta seguramente acabaría por desembocar en elecciones generales anticipadas y con el riesgo de que el bloque conservador se hiciese con el mando de La Moncloa, lo cierto es que entre miembros del propio gabinete se clavan verdaderas puñaladas.
Y a veces lo hacen sin disimulo.
Vallés apunta el mal trago que tuvo que pasar esta semana del 11 al 17 de enero de 2021 la vicepresidenta cuarta del Gobierno de España, Teresa Ribera, cuando un grupo de inversores extranjeras preguntaban por las intenciones de los de Podemos de crear una empresa nacional de electricidad.
Las palabras de la también titular de Transición Ecológica para intentar tranquilizar a los capitalistas foráneos fue toda una declaración de intenciones de que los morados hacían propuestas de todo punto descabelladas:
No consideramos que algunas de las propuestas de nuestros socios en el Gobierno de coalición, como nacionalizar o crear una compañía pública de energía, sean una buena idea.
El problema, sin embargo, va más allá porque, antiguamente, todo podía quedar reducido a una suerte de declaraciones que, a lo sumo, podían llegar a los medios de comunicación y estos decidían si merecían o no tener difusión.
Ahora, con las redes sociales, de todo queda rastro y los inversores pueden leer de primera mano las ideas de los comunistas sin que nadie les haga de intérprete.
Y ahí está el problema, que mientras una parte de los ministros trabaja, otra, la de los miembros de Pablo Iglesias, se lanzan a soltar sus propuestas en las redes sociales, especialmente en Twitter. Para Vallés esto queda definidio de esta guisa:
En este primer año de coalición, hay miembros del Gobierno que trabajan –con mejor o peor fortuna– y miembros del Gobierno que tuitean. También se ha podido comprobar que la relación entre quienes trabajan y quienes tuitean no siempre es cordial.
Para el presentador de las noticias de Antena 3 no cabe la menor duda de que existen grietas importantes en el Gobierno de socialistas y podemitas, pero que, de momento, se van solventando al calorcillo que siempre otorga poder estar pisando moqueta:
El pacto PSOE Podemos goza de una mala salud de hierro. La coalición ha sabido sumar apoyos para investir al ticket Sánchez-Iglesias y también ha sabido solidificarse con su hábil maniobra política para aprobar los presupuestos del Estado con una amplísima mayoría de izquierda, extrema izquierda, regionalistas, nacionalistas e independentistas, cerrando el paso a la débil y dividida –valga la redundancia– oposición que tiene enfrente. La solidez del pacto es pétrea. El poder une mucho.