El obispo considera que hay que rebajar las «exigencias más radicales»

clipping

Setién pide al Gobierno y a ETA «flexibilidad» para avanzar en el proceso de paz

RD, Jueves, 6 de julio 2006
El obispo emérito de San Sebastián, José María Setién, considera que el proceso de paz «difícilmente» avanzará si no hay «un paso adelante en favor de la flexibilidad» en los «planteamientos doctrinales» de ETA y del Gobierno respecto a la «autodeterminación y territorialidad», que haga posible que las «exigencias más radicales» cedan en favor de «un acuerdo que habrá que construir». Setién hizo estas reflexiones en una conferencia que impartió ayer en Oñati, en un curso de verano de la Universidad del País Vasco en el que coincidió con los sacerdotes norirlandeses Harold Good y Alec Reid.

A juicio del obispo, el problema es que hay una «contraposición de dos posturas fundamentales e incompatibles», y «si este planteamiento no es susceptible de una modificación, difícilmente podremos avanzar en un proceso de pacificación». Señaló que cada parte debería aceptar que la decisión «afecta al otro», lo que daría lugar a una «bilateralidad» que se tendría que manifestar con una rebaja de las exigencias de cada cual. «Es necesario que se pongan de acuerdo en lo que tienen que aceptar unos y otros para que el camino de la paz se pueda establecer», agregó.

«¿Derechos inalienables o acuerdos consensuados?», se preguntó, a lo que añadió que «mientras esa pregunta no tenga la respuesta adecuada poco podremos hacer».

El obispo emérito de San Sebastián consideró necesaria la presencia de Batasuna como interlocutor en el proceso, porque «de lo que trata ahora es de buscar una solución al conflicto vasco». De este modo, afirmó que hay que reconocer que la izquierda abertzale «existe y que tiene una representación». «Dentro de un auténtico diálogo hay que aceptar estas cosas y nadie se tiene que escandalizar», subrayó. «Hay que utilizar la perspectiva de futuro y de pasado».

Setién se mostró «extrañamente impresionado» ante la reacción de Batasuna a la declaración de Zapatero, que la considerasen «el comienzo de la solución». Asimismo, ironizó con la idea de que en este momento «sea más grave reunirse con Batasuna que con ETA».

Setién hizo alusión al componente político del conflicto y aseguró que muchos «no consideran resuelto el problema con el cese de la violencia de ETA», porque habrá un importante sector de la sociedad vasca al que «la falta de reconocimiento de los derechos del pueblo vasco les impide hablar de paz».

Por ello, consideró necesario afrontar el concepto de la normalización y asumir la necesaria creación de dos mesas donde los sujetos que vayan a intervenir sean distintos. «Algunos piensan que esas dos mesas son una cesión más a la imposición de ETA y esto es grave», aseguró, para añadir que la creación de estos foros «responde a la doble funcionalidad para que se dé un proceso de paz vía no violencia y paz-justicia vía normalización».

El obispo insistió en la necesidad de «tratar de incorporar a la dialéctica del conflicto la posibilidad del fracaso», ya que si esto ocurriese, en su opinión, «ETA tendrá que repensar cuál es su posición y si el alto el fuego tenía su justificación o no».