La Ertzaintza descarta que las imágenes íntimas de jóvenes, que ya circulan entre niños de colegios, se robaran de la wifi de la Universidad
Escribe Luis Alfonso Gámez en su blog Magonia, que todos conocemos a víctimas del envío masivo a través del WhatsApp de fotos íntimas de estudiantes de la Universidad de Deusto, porque las víctimas del último escándalo de las redes sociales son todos aquéllos que se han tragado el bulo.
«La difusión de fotos comprometedoras de alumnas de Deusto lo tiene todo para convertirse en una exitosa leyenda urbana: saca a la luz una actitud socialmente reprobable –fotografiarse desnuda para la pareja– y castiga públicamente a quien ha incurrido en ella».
«Añadan el plus tecnológico –para muchos, Internet y las redes sociales son la fuente de todo mal– y el morbo de que las pecadoras estudian en una universidad católica. El cóctel es perfecto».
La realidad es que nadie tiene claro ni quiénes son las universitarias a las que han robado esas fotos eróticas o de contenido sexual, ni quienes son los autores de la tropelía.
La difusión de imágenes de jóvenes haciendo sexo, desnudas o en actitudes provocativas, que revolucionó el pasado 29 de noviembre de 2012 las redes sociales y las inundó de informaciones falsas y rocambolescas, es un fenómeno de potencial incontrolable que ha descolocado a la Ertzaintza, Fiscalía, a los responsables de Educación y a toda la sociedad vasca.
La Policía autónoma vasca descartó este viernes que las fotografías fueran robadas de la wifi de la Universidad de Deusto, pero cientos de alumnos realizaron por la mañana una concentración en apoyo a unas «víctimas» que ninguno de los presentes conocía.
Como refleja Marta Fernández Vallejo en Diario Vasco, los responsables de la institución académica subrayan que no hay constancia de que algún alumno o alumna haya denunciado haber aparecido en esas fotos.
«¿Cuándo comenzó? ¿Quién lo ha impulsado? ¿Son fotos de jóvenes pirateadas de whatsapp, o de páginas porno? Los interrogantes son numerosos y hay miles de versiones en la red sobre este episodio de ‘efecto viral’ que ha dejado al descubierto los riesgos que corren los adolescentes al manejar las redes sociales».
«Ya hay efectos colaterales preocupantes. Se están difundiendo nombres de chicas que no se corresponden con la identidad de las protagonistas de las imágenes pornográficas».
«Además, las fotos -no más de una veintena- circulaban ayer por la mensajería instantánea de los móviles de menores de hasta 12 años en los colegios».El Defensor del Pueblo vasco-Ararteko, Iñigo Lamarca, ha reconocido que será «muy difícil o imposible» dar con los autores de la difusión de fotos íntimas de supuestos alumnos de la Universidad de Deusto, aunque ha subrayado que, si hay «algún indicio» de quién es responsable, «se pondrá en manos de la justicia».
El Defensor del Pueblo vasco-Ararteko, Iñigo Lamarca, ha reconocido que será «muy difícil o imposible» dar con los autores de la fechoría:
«Si hay algún indicio de quién es responsable, se pondrá en manos de la justicia».
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Lamarca ha abogado, además, por dar información en los centros escolares sobre el uso de las nuevas tecnologías para evitar que puedan suceder hechos «tan lamentables».
Desde la institución que dirige, se ha abierto ya un «expediente informativo» para dar con los responsables de una actuación que ha calificado de «ilegalidad«.
Ha incidido en que las nuevas tecnologías avanzan a gran velocidad y hay conexiones a internet «como el wifi que no tienen plena seguridad, o vías para pasar imágenes que tampoco la ofrecen», por lo que cualquier hacker puede «piratearlo con relativa facilidad».
Ha abogado por ofrecer información a los usuarios de los peligros a los que se exponen, «en especial a los más jóvenes».
Asimismo, ha destacado que se va a poner «en vanguardia en esta tarea» para facilitar información sobre el uso de las nuevas tecnologías «a través de los centros escolares, que son el lugar idóneo» y evitar, de esta forma, que sucedan hechos «tan lamentables».