«Sentí una textura babosa rozar mi cara».
Una experiencia escalofriante.
Lo que comenzó como una tranquila jornada de piragüismo en las frías aguas del Estrecho de Magallanes, en Chile, se convirtió en una experiencia digna de una película de aventuras para Adrián Simancas, un joven venezolano de 24 años.
El pasado 8 de febrero de 2025, Adrián y su padre, Dell Simancas, se adentraron en la bahía El Águila, cerca de Punta Arenas, para practicar packraft, una modalidad que combina senderismo y kayak.
Lo que no imaginaban es que se encontrarían cara a cara con uno de los habitantes más imponentes del océano: una ballena jorobada.
El momento, captado en video por Dell, muestra cómo la enorme ballena emerge repentinamente del agua, engullendo a Adrián junto con su kayak inflable.
Por unos segundos que parecieron eternos, el joven desapareció de la vista, solo para ser expulsado momentos después, ileso pero visiblemente impactado por la experiencia.
El relato de Adrián Simancas, el venezolano que fue tragado por una ballena
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— El Nacional (@ElNacionalWeb) February 13, 2025
«De repente, sentí un golpe que venía desde atrás, que me levantaba un poco», relata Adrián.
«Mientras eso ocurre, vi algo entre azul y blanco que me pasa cerca de la cara. No entendía qué estaba pasando. Entonces me hundo y pensé que me había comido».
A male kayaker was swallowed by a humpback whale off Chilean Patagonia before being released seconds later, unharmed.
Adrián Simancas was kayaking with his father, who filmed this video as the massive mammal suddenly surfaced. pic.twitter.com/0nuE6OP88s
— Channel 4 News (@Channel4News) February 13, 2025
La escena, que se ha vuelto viral en redes sociales, ha dejado a muchos preguntándose cómo es posible sobrevivir a semejante encuentro.
Expertos en cetáceos explican que las ballenas jorobadas, a pesar de su tamaño imponente, no son depredadoras de humanos y su garganta es demasiado pequeña para tragar algo del tamaño de una persona.
Susannah Buchan, oceanógrafa inglesa especializada en ballenas, comentó sobre el incidente:
«Seguramente esta ballena estaba muy concentrada alimentándose en Magallanes y sin querer atrapó a esta persona que estaba haciendo su lindo paseo en kayak. Y luego la escupió porque, por supuesto, las ballenas no son depredadores de humanos, no son especies agresivas».
Para Adrián, los segundos dentro de la boca de la ballena fueron una experiencia surreal. «Sentí una textura babosa y pensé que iba a morir», confiesa.
«Había oscuridad y quedé como hundido. Cuando estuve dentro de ella, me acordé de Pinocho, quien también fue tragado por una», añade con una sonrisa nerviosa, haciendo referencia al famoso cuento infantil.
El padre de Adrián, quien presenció todo el incidente, recuerda esos momentos con angustia.
«No vi a Adrián por tres segundos. De repente sale disparado y ahí me tranquilicé un poco, porque lo vi afuera».
Sus gritos de aliento y dirección fueron cruciales para que Adrián pudiera recuperarse rápidamente y alejarse de la zona de peligro.
Este extraordinario encuentro ha puesto de relieve la majestuosidad y el misterio que rodean a las ballenas jorobadas.
Estos gigantes marinos, que pueden alcanzar los 16 metros de longitud y pesar hasta 40 toneladas, son conocidos por sus impresionantes acrobacias y sus complejos cantos, que les han valido el apodo de «los tenores del mar».
El incidente también ha generado debate sobre la seguridad en las actividades acuáticas en zonas donde habitan estos cetáceos.
Aunque los ataques directos de ballenas a humanos son extremadamente raros, este caso demuestra la importancia de mantener una distancia respetuosa con la vida marina.
Adrián y su padre, originarios del estado Amazonas en Venezuela, llevan siete años viviendo en la región de Magallanes.
Su pasión por los deportes al aire libre los ha llevado a explorar ríos y lagunas australes, pero nunca imaginaron que tendrían un encuentro tan cercano con la fauna local.
A pesar del susto, Adrián asegura que esta experiencia no ha disminuido su amor por el mar y las actividades acuáticas.
«Esperaré que haya mejores condiciones climáticas, ya que se avecina el invierno en unos meses en Chile y realmente en el extremo sur es muy fuerte, y volveré al agua. Es decir, esperaré al próximo año para retomar el kayak», afirma con determinación.
El caso de Adrián Simancas no es el primero en su tipo, aunque sí uno de los pocos documentados en video.
En 2020, un buzo estadounidense experimentó una situación similar frente a las costas de Massachusetts, cuando fue momentáneamente engullido por una ballena jorobada mientras buceaba.
Al igual que Adrián, salió ileso del encuentro.
Ballenas jorobadas:
- Las ballenas jorobadas realizan una de las migraciones más largas del reino animal, recorriendo hasta 25,000 kilómetros al año.
- Su canto puede durar hasta 20 minutos y ser escuchado a kilómetros de distancia bajo el agua.
- A pesar de su tamaño, se alimentan principalmente de pequeños peces y krill.
- Tienen una esperanza de vida de alrededor de 50 años.
- Las aletas pectorales de las ballenas jorobadas pueden medir hasta un tercio de la longitud de su cuerpo.
Hechos históricos y literarios similares:
- La historia bíblica de Jonás, tragado por una ballena y devuelto a la orilla tres días después.
- «Moby Dick» de Herman Melville, la épica novela sobre la caza de una ballena blanca.
- El cuento de «Pinocho», donde el protagonista y su padre son tragados por una ballena.
- En 1891, se reportó que un cazador de ballenas llamado James Bartley sobrevivió después de ser tragado por un cachalote, aunque la veracidad de esta historia ha sido cuestionada.