EL RODADOR MÁS GRANDE DEL MUNDO

El capibara: el gigante sociable que domina los humedales

Amado por su carácter y apariencia, el capibara enfrenta amenazas ambientales mientras equilibra ecosistemas y convive con humanos

El capibara, también conocido como carpincho o ronsoco, es un auténtico ícono de la biodiversidad sudamericana.

Este roedor, el más grande del mundo, puede pesar hasta 80 kilos y medir 1.5 metros de largo, casi como un perro San Bernardo.

Con su carácter tranquilo y su habilidad para convivir con otras especies, ha ganado popularidad en redes sociales y hasta en productos comerciales.

Pero no te dejes engañar por su aspecto bonachón; este animal semiacuático tiene un papel vital en los ecosistemas y no está exento de conflictos con humanos.

¿Están en peligro de extinción?

Afortunadamente, el capibara no se encuentra en peligro crítico. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), su estado se clasifica como “Preocupación Menor”, lo que indica que sus poblaciones son estables en general. Sin embargo, esta abundancia puede ser engañosa. La caza furtiva por su carne y piel, junto con la deforestación y la expansión agrícola, amenaza sus hábitats naturales, especialmente en zonas donde la regulación es débil o inexistente.

En áreas protegidas como el Parque Nacional del Manu en Perú o los humedales paraguayos, los capibaras son indicadores clave de la salud ambiental. Allí prosperan gracias a la conservación activa, pero fuera de estas reservas enfrentan una presión constante debido al avance humano sobre los humedales y cuerpos de agua que necesitan para sobrevivir.

¿Son un peligro para los humanos?

A simple vista, el capibara parece inofensivo e incluso amigable. En muchos casos lo es, pero como cualquier animal silvestre, puede volverse agresivo si se siente acorralado o percibe una amenaza para sus crías. Aunque no suele atacar a personas, ha habido incidentes aislados, como mordeduras a quienes intentan interactuar demasiado cerca o invadir su espacio personal. Además, si son mantenidos como mascotas—a pesar de las advertencias de expertos—pueden desarrollar comportamientos defensivos debido al estrés o a condiciones inadecuadas.

Otro aspecto importante es su potencial impacto ecológico cuando se les introduce en hábitats fuera de su rango natural. Liberar capibaras en ecosistemas ajenos puede convertirlos en especies invasoras, desplazando a fauna local y generando desequilibrios graves.

Características fascinantes del capibara

La biología del capibara es tan interesante como su comportamiento social:

  • Adaptaciones acuáticas: Sus patas palmeadas y ojos situados en lo alto de la cabeza le permiten moverse con facilidad dentro del agua, donde pasa buena parte del día regulando su temperatura corporal.
  • Dieta voraz: Un adulto consume entre 4 y 7 kilos de hierbas al día e incluso practica coprofagia (consume parte de sus heces) para maximizar la absorción de nutrientes.
  • Estructura social: Viven en grupos jerárquicos que pueden incluir hasta 20 individuos o más durante temporadas secas cuando comparten recursos limitados. El macho dominante lidera la manada y protege a las crías colectivamente.
  • Reproducción eficiente: Las hembras paren entre 4 y 5 crías tras una gestación de aproximadamente 150 días; las crías nacen listas para moverse y nadar casi inmediatamente.

El conflicto urbano: ¿amigos o invasores?

En países como Argentina, los capibaras han comenzado a invadir áreas urbanas debido a la pérdida de hábitats naturales y al aumento del contacto humano cerca de cuerpos acuáticos artificiales como lagunas en urbanizaciones privadas. Aunque muchos vecinos los consideran adorables visitantes, otros los ven como plagas debido a daños en jardines o colisiones con vehículos. Este fenómeno subraya la necesidad urgente de estrategias para coexistir con ellos sin perjudicar ni a las personas ni al medioambiente.

Curiosidades sobre estos gigantes sociales

  • “El amigo de todos”: Han sido fotografiados compartiendo espacio con tortugas e incluso cocodrilos gracias a su naturaleza pacífica (aunque cautelosa).
  • Capibaramanía: Su fama ha trascendido fronteras gracias a canciones virales y peluches que celebran su ternura única.
  • Supervivencia bajo presión: A pesar de sus amenazas actuales, el capibara sigue siendo un regulador esencial en ecosistemas húmedos al controlar el crecimiento excesivo de vegetación acuática.

Este roedor gigante nos recuerda lo crucial que es conservar nuestros ecosistemas para garantizar el equilibrio entre naturaleza y humanidad mientras seguimos disfrutando del encanto único del capibara.

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