La reacción en redes no se hizo esperar

Frank Cuesta ingresado muy grave en un hospital tras ser atacado por una cobra venenosa

Zape, quien es su hijo mayor, también ha abandonado su carrera en el fútbol, para cuidar del santuario de su padre y de su familia

Frank Cuesta en el hospital
Frank Cuesta en el hospital. PD

Frank Cuesta ha vuelto a tener problemas con las serpientes. Sí, otra vez.

Y no ha sido precisamente un chihuahua con mala leche ni un pato cabreado, sino una cobra escupidora de las que no se andan con bromas.

Si el popular herpetólogo pensaba que su día iba a terminar con la rutina habitual en su santuario de animales tailandés, la realidad le tenía guardada una sorpresa venenosa.

La noticia ha corrido como la pólvora: Frank fue ingresado de urgencia en un hospital de Tailandia tras sufrir un ataque de este temible reptil, dejando a sus seguidores con el corazón en un puño y a media comunidad científica discutiendo sobre la peligrosidad real de las cobras.

El episodio tuvo lugar mientras Frank realizaba tareas habituales en su santuario, dedicado al rescate y rehabilitación de animales salvajes.

Como suele ocurrir en estos casos, la cobra no avisó ni pidió permiso antes de escupir su veneno en los ojos.

Según las imágenes compartidas por su amigo Javi Oliveira, el rostro de Frank aparecía visiblemente hinchado, muestra clara del potente veneno que caracteriza a esta especie.

El ingreso urgente era inevitable: hablamos de una cobra escupidora, capaz de lanzar su veneno a distancia y cuya toxina puede causar daños neurológicos y necrosis si no se trata rápidamente.

La reacción en redes no se hizo esperar: mensajes de ánimo y preocupación inundaron los perfiles de quienes siguen las peripecias del aventurero español. No es la primera vez que Frank se enfrenta cara a cara con los riesgos del mundo animal; su historial incluye desde embestidas de ciervos hasta intoxicaciones por ranas venenosas.

Sin embargo, cada accidente es un recordatorio contundente del delicado equilibrio entre pasión por los animales y peligro real.

¿Qué sabemos realmente sobre las cobras?

Las cobras son mucho más que el icono del miedo colectivo o los protagonistas de cuentos exóticos.

Este género engloba a diversas especies repartidas por Asia y África, siendo algunas de las más conocidas la cobra real (Ophiophagus hannah), la cobra india (Naja naja) y por supuesto, la cobra escupidora (Naja siamensis), protagonista involuntaria del incidente con Frank Cuesta.

Características principales

  • Longitud: Entre 1,2 y 5,5 metros según la especie.
  • Veneno: Neurotóxico y citotóxico; puede afectar al sistema nervioso central o provocar destrucción de tejidos.
  • Colmillos: Fijos en la parte delantera; algunas especies pueden «escupir» veneno a varios metros.
  • Coloración: Varía entre marrón, negro, gris o amarillo con patrones distintivos según la especie.

Hábitat

Las cobras prefieren entornos cálidos y húmedos: selvas tropicales, sabanas y zonas boscosas cercanas a fuentes de agua. En Tailandia son especialmente frecuentes cerca de arrozales y asentamientos humanos rurales debido a la abundancia de presas como roedores.

Alimentación

Son depredadores oportunistas: se alimentan principalmente de pequeños mamíferos, aves, otros reptiles e incluso anfibios. La cobra real destaca por devorar otras serpientes, incluidas sus propias congéneres.

Tabla comparativa: Cobras más representativas

EspecieLongitudVenenoCapacidad escupidoraDistribución geográfica
Cobra realHasta 5,5 mNeurotóxicoNoSudeste asiático
Cobra india1-1,5 mNeurotóxicoNoIndia y sur de Asia
Cobra escupidora1-2 mCitoneurotóxicoSudeste asiático

¿Hasta qué punto son peligrosas para los humanos?

La fama les precede: las cobras están entre las serpientes más temidas del mundo por buenas razones. Su veneno puede ser letal si no se administra antídoto en cuestión de horas. Sin embargo:

  • La mayoría evita el contacto humano.
  • Solo atacan si se sienten amenazadas o acorraladas.
  • El número real de muertes por mordedura ha disminuido gracias al acceso más rápido a hospitales y antivenenos en regiones endémicas.

En el caso concreto de la cobra escupidora (como la que mordió a Frank), su táctica defensiva consiste en lanzar chorros de veneno hacia los ojos del agresor para inmovilizarlo temporalmente. Si el veneno entra en contacto directo con las mucosas o una herida abierta —como sucedió con Frank— puede resultar extremadamente peligroso.

¿Están en peligro de extinción?

Aquí viene una sorpresa para muchos: varias especies del género Naja están amenazadas o vulnerables según la Lista Roja de la UICN. Las principales amenazas incluyen:

  • Destrucción del hábitat natural debido al crecimiento agrícola e industrial.
  • Caza furtiva para comercio ilegal (pieles, medicina tradicional).
  • Miedo irracional que lleva a matarlas sistemáticamente cerca de poblaciones humanas.

La cobra real está clasificada como vulnerable; otras especies tienen estatus menos preocupantes pero igualmente requieren vigilancia activa para evitar su declive poblacional.

El santuario tailandés: donde humanos y animales conviven… a veces con sustos

Frank Cuesta dirige desde hace años un santuario en Tailandia dedicado al rescate y rehabilitación de fauna salvaje. Allí conviven desde ciervos hasta reptiles venenosos, bajo estrictos protocolos para garantizar tanto el bienestar animal como la seguridad del equipo humano. Sin embargo, ningún sistema es infalible cuando se trabaja con especies tan imprevisibles como las cobras.

En este contexto destaca también el «cambio radical» vivido por Zape, hijo del presentador. De promesa juvenil en un club mallorquín ha pasado a involucrarse activamente en el cuidado diario del santuario tailandés. Un giro vital que ilustra cómo el contacto directo con animales salvajes transforma no solo percepciones sino también prioridades familiares.

Curiosidades sobre las cobras… ¡y alguna anécdota más!

  • La palabra «cobra» viene del portugués cobra-de-capelo, que significa «serpiente con capucha».
  • Pueden levantar hasta un tercio de su cuerpo verticalmente para impresionar al enemigo.
  • Algunas especies «escupen» veneno con tal precisión que pueden acertar en los ojos humanos desde dos metros.
  • Los encantadores de serpientes indios usan flautas porque las cobras reaccionan al movimiento, no al sonido.
  • En varias culturas asiáticas son símbolo tanto de muerte como de renacimiento espiritual.
  • Frank Cuesta ha confesado que prefiere enfrentarse mil veces a una cobra antes que a una rana venenosa… aunque parece que ambas le han dado más sustos que alegrías.

Así es el mundo salvaje: bello, imprevisible… y siempre dispuesto a recordarnos quién manda cuando bajamos la guardia.

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Autor

Fernando Veloz

Economista, comunicador, experto en televisión y creador de formatos y contenidos.

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