Ritual milenario entre la cultura y la controversia

Peleas de gallos: tradición, sangre y el brutal mundo de un animal que combate hasta la muerte

Las peleas de gallos sobreviven en España, donde son legales

Peleas de gallos: tradición, sangre y el brutal mundo de un animal que combate hasta la muerte

¿Quién no ha oído hablar alguna vez de las peleas de gallos?

En España, incluso quienes jamás han pisado una gallera conocen la imagen del gallo enhiesto, crin erizada, desafiando a su oponente.

Hay quien dice que el verdadero espectáculo es la pasión con la que los asistentes vitorean a sus favoritos, aunque para otros resulta incomprensible. Y

sí, hasta en TikTok circulan vídeos virales de robos de gallos dignos de película cómica, con persecuciones y denuncias que convierten al ave en protagonista inesperado del folclore digital actual.

Pero más allá del folclore, las peleas de gallos son un fenómeno complejo: mezcla de tradición milenaria, negocio millonario y foco de controversia legal.

Las peleas de gallos no son una rareza moderna ni una extravagancia local.

Nacieron hace más de 6.000 años en Asia, concretamente en India y China.

Allí el gallo era considerado un símbolo de coraje y fuerza, y sus enfrentamientos formaban parte tanto del entretenimiento popular como de rituales religiosos.

Desde Asia, la tradición viajó a Grecia y Roma, donde estos combates servían para preparar a los soldados e inspirar valor antes de la batalla.

La costumbre cruzó continentes con el avance del Imperio Romano y llegó hasta América durante la colonización europea.

Hoy, países como México o Colombia mantienen vivas estas luchas, que forman parte del imaginario cultural rural.

En España, las peleas de gallos han estado presentes durante siglos, especialmente en entornos rurales. Sin embargo, la percepción social ha cambiado mucho con el tiempo.

Legalidad: ¿Dónde siguen siendo legales las peleas de gallos en España?

A día de hoy, las peleas de gallos están prohibidas por la Ley de Bienestar Animal en casi toda España. No obstante, existen excepciones notables en Andalucía y Canarias. Estas regiones permiten los combates bajo estrictas condiciones legales; oficialmente se consideran «pruebas de selección genética» para preservar el linaje del gallo combatiente español.

En Canarias, por ejemplo:

  • Existe una Federación Gallística con 54 asociaciones activas.
  • Cada asociación puede tener entre 10 y 15 criaderos.
  • Se celebran campeonatos insulares abiertos a mayores de 16 años (entrada: unos 8 euros).
  • Un combate nunca puede superar los diez minutos.
  • Hay jueces que vigilan el cumplimiento estricto del reglamento.
  • Entre el 5% y el 10% de los combates acaban con heridas mortales para uno o ambos animales.

En Andalucía también se mantienen peleas bajo supervisión administrativa. Eso sí, están prohibidas las apuestas públicas y no pueden considerarse espectáculos abiertos a todo público. Muchos críticos denuncian que estas normas son insuficientes y encubren prácticas crueles bajo una pátina cultural.

El negocio oculto: apuestas ilegales y crimen organizado

A pesar del marco legal restrictivo fuera de Canarias y Andalucía, las peleas clandestinas proliferan en otras regiones españolas. Asociadas tradicionalmente al mundo rural, hoy se han vinculado también a robos organizados —como el famoso caso viral en Valladolid— y al negocio ilegal de apuestas.

La clandestinidad aumenta el riesgo para los animales: sin controles ni reglas estrictas, las peleas pueden durar mucho más tiempo y las lesiones suelen ser fatales. Además, este submundo atrae dinero negro y conexiones con actividades ilícitas como el narcotráfico.

El protagonista: así es el gallo combatiente

El auténtico protagonista es el gallo combatiente español, un animal criado específicamente para luchar. Su selección genética es tan rigurosa como la de cualquier atleta olímpico: sólo los más fuertes llegan al ring.

Características del gallo combatiente:

  • Morfología robusta: musculatura desarrollada, cuello fuerte.
  • Plumaje brillante y compacto.
  • Carácter extremadamente territorial y agresivo hacia otros machos.
  • Reflejos rápidos y gran resistencia física.

El entrenamiento comienza desde muy joven e incluye dieta especial, rutinas diarias para fortalecer su musculatura e incluso «sparrings» con otros ejemplares bajo vigilancia.

En combate natural —sin espolones artificiales— los propios espolones óseos del ave pueden causar heridas graves o mortales en segundos. Entre un 5% y un 10% mueren durante los combates legales regulados.

¿En peligro de extinción? Estado actual del gallo combatiente

A pesar del declive progresivo del número global de peleas legales por la presión social y animalista, el gallo combatiente no está considerado una especie en peligro de extinción. Al contrario: su cría controlada se mantiene viva precisamente gracias a la demanda existente para estos eventos legales (y clandestinos).

De hecho:

  • En Canarias hay cientos de criadores registrados.
  • Los linajes puros se cuidan celosamente para evitar consanguinidad.
  • El principal riesgo para estos animales sería una prohibición total que eliminase su razón principal para ser criados —lo que podría llevar a la desaparición del linaje específico— pero no afecta a la especie Gallus gallus domesticus globalmente.

¿Son un peligro para los humanos?

El gallo combatiente ha sido seleccionado durante siglos por su agresividad hacia otros machos… pero no hacia personas. Sin embargo:

  • Si se les provoca o se manipulan incorrectamente pueden atacar con sus espolones naturales.
  • Las lesiones humanas suelen ser superficiales (arañazos o pinchazos), aunque hay casos excepcionales documentados donde un espolón ha causado heridas graves e incluso mortales cuando impacta accidentalmente una arteria femoral o zonas vulnerables.

Fuera del contexto del combate o manejo imprudente, no representan mayor amenaza que cualquier otra ave doméstica criada adecuadamente.

Tradición versus bienestar animal: debate abierto

Las peleas despiertan pasiones enfrentadas:

  • Sus defensores apelan a la tradición cultural milenaria.
  • Los detractores denuncian crueldad innecesaria e instan a una prohibición total.

La legislación avanza lentamente; mientras tanto, el debate sigue vivo tanto en tribunales como en redes sociales. Para algunos es patrimonio inmaterial; para otros, una reliquia incompatible con la sensibilidad actual hacia los derechos animales.

Curiosidades sobre los gallos combatientes

Para terminar este recorrido por el mundo del combate aviar:

  • En Filipinas existe hasta un canal televisivo dedicado exclusivamente a retransmitir peleas.
  • Los mejores ejemplares pueden alcanzar precios superiores a los 3.000 euros.
  • En algunas culturas asiáticas antiguas se creía que los vencedores traían buena suerte al pueblo.
  • Los criadores expertos afirman poder distinguir hasta veinte «caracteres» diferentes entre sus aves solo observando su postura antes del combate.
  • Hay registros históricos detallados sobre riñas célebres desde hace más de dos milenios.

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Autor

Fernando Veloz

Economista, comunicador, experto en televisión y creador de formatos y contenidos.

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