Los médicos la han avisado de que podría morir en el intento, pero ella se siente feliz comiendo
Lleva la talla de ropa XXXXXXXL. Tiene 42 años y una hija que nació en 2007. Se llama Donna Simpson, de New Jersey, y quiere ser la mujer más gorda del mundo. Su peso actual es de 273 kilos y cuando dio a luz hace tres años era de 241 kilos. Su objetivo: llegar a los 450.
En una entrevista concedida a MailOnline (The super-sized 43st mother who is determined to become the world’s fattest woman) la madre reconoce que no hay nada que la haga más feliz que comer. Su marido, Philippe la apoya completamente.
Donna se come todos los días unas 12.000 calorías (lo recomendado serían unas 2.000). Se gasta unos 700 euros a la semana en comida. Dinero que se saca de una web en la que los hombres pagan por verla comer comida rápida.
«Me gusta mucho comer y a la gente le gusta verme comer. Esto hace a la gente feliz y yo no estoy dañando a nadie.»
«Mi comida favorita es el sushi, pero a diferencia de otros yo puedo sentarme y comerme 70 grandes piezas de golpe.»
Pese a las advertencias de los médicos, la mujer ha decidido seguir adelante. El momento clave en su vida fue cuando a los 31 años decidió someterse a una operación de banda gástrica para perder peso. Sin embargo, justo antes de la operación un amigo suyo se murió por el mismo tratamiento.
«Fue una señal para mi.»
Donna se asustó y decidió que operarse no valía la pena. Pensó que sería mucho mejor disfrutar de la vida comiendo todo lo que quisiera.
Espera que en dos años puede batir el récord Guiness de la mujer más gorda del planeta. En 2007 batió el de mujer más gorda en tener un bebé.
Más detalles en otro artículo de 2008 de la revista Closer en ‘I’m eating my way to 72st!’.