Samanta Villar mostró este 28 de noviembre de 2017 sus defectos físicos antes de plantearse en su programa de Cuatro Samanta y… las distintas connotaciones de la belleza.
Sin ningún tipo de pudor, la periodista cogió la cámara y enumeró uno a uno las partes de su cuerpo de las que está menos orgullosa.
«Aquí mi michelín, la barriguita de haber parido mellizos», se señalaba Samanta antes de pasar a la flacidez en el brazo:
«¡Ay, mira, mira como cuelga la chichilla!».
A continuación, se preocupó por su rostro:
«Ya se me marcan las arrugas».
Por eso, se planteó pasarse por el quirófano para hacerse una liposución para, supuestamente, «encajar en el canon de belleza actual», y se lo comunicó a su madre por teléfono, que alucinó con la propuesta de su hija:
«Hombre, si fuera exagerado…pero con el tipito que tienes, hija mía…».
Después, Samanta acudió a la consulta del cirujano plástico Iván Mañero, que le dibujó todas sus imperfecciones y le explicó el porqué de su barriga tras dar a luz:
«El embarazo lo que ha dejado es que la musculatura que nos sostiene los abdominales ha tenido que abrirse para que el útero saliera hacia fuera».
En concreto, Villar tendría que pasar por el bisturí en doce ocasiones: una liposución de barriga que le costaría 3.800 euros, un aumento de glúteos (3.500 euros), un lifting de muslos (4.800 euros), una liposución de rodillas (1.200 euros), un lifting de brazos (4.750 euros), un aumento de gemelos (5.800 euros), otro de mamas (5.600 euros), un lifting facial (6.800 euros), la cola de la ceja (3.200 euros), un bótox periorbital (250 euros) y un aumento de pómulos (500 euros) y otro de labios (320 euros).
Es decir, que Villar tendría que invertir 40.250 euros en total para tener un cuerpo supuestamente perfecto.
