La cruzada antiwoke del presidente de EEUU

Trump ordena purgar los Smithsonian de ‘antiamericanismo’, mientras Sánchez impulsa la ‘descolonización’ de los museos españoles

La decisión de Trump de eliminar contenidos "divisivos" contrasta con la controvertida propuesta de Urtasun para "desespañolizar" los museos españoles

Donald Trump (EEUU)
Donald Trump (EEUU) PD

Donald Trump ha ordenado una «purga ideológica» en los prestigiosos museos Smithsonian, buscando eliminar lo que él considera contenidos «divisivos» y «antiestadounidenses».

Esta medida, que ha generado una ola de controversia, se produce en un momento en que España, al otro lado del Atlántico, se encuentra inmersa en su propio debate sobre la «descolonización» de sus instituciones culturales.

Donald Trump, conocido por su retórica nacionalista y su visión conservadora de la cultura estadounidense, ha lanzado una ofensiva sin precedentes contra lo que él percibe como una amenaza a los valores tradicionales de Estados Unidos. Su orden ejecutiva, firmada recientemente, exige una revisión exhaustiva de las exposiciones y programas educativos de los museos Smithsonian, la red de museos más grande y prestigiosa del país.

El mandatario argumenta que estas instituciones, financiadas con fondos públicos, se han convertido en «centros de adoctrinamiento izquierdista» que promueven una visión «distorsionada y antipatriótica» de la historia y la cultura estadounidense. Entre los objetivos de esta purga se encuentran:

  • La eliminación de exposiciones que aborden temas como el racismo sistémico o la opresión histórica de minorías.
  • La retirada de obras de arte consideradas «ofensivas» o «irrespetuosas» con los símbolos nacionales.
  • La revisión de los programas educativos para «enfatizar los logros y la grandeza de América».

Esta medida ha sido recibida con alarma por la comunidad académica y artística, que ve en ella una amenaza a la libertad de expresión y una peligrosa reescritura de la historia. Críticos argumentan que esta «limpieza ideológica» podría resultar en una versión sanitizada y parcial de la compleja historia estadounidense.

España y la polémica «descolonización» de sus museos

Mientras tanto, en España, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha desatado su propia controversia al proponer una «descolonización» de los museos estatales. Esta iniciativa, que forma parte de una tendencia más amplia en Europa, busca reevaluar la forma en que se presentan las colecciones relacionadas con el pasado colonial del país.

La propuesta de Urtasun incluye:

  • Revisar las narrativas históricas en torno a los objetos adquiridos durante la época colonial.
  • Promover la colaboración con expertos y comunidades de los países de origen de estas piezas.
  • Considerar la posibilidad de repatriación de ciertos artefactos.

Sin embargo, esta iniciativa ha sido tildada de «memez cosmopaleta» por algunos críticos, que la ven como un ejercicio de revisionismo histórico innecesario y potencialmente dañino para el patrimonio cultural español. Argumentan que esta «descolonización» podría llevar a un empobrecimiento de las colecciones museísticas y a una interpretación sesgada de la historia.

Dos extremos de un debate global

El contraste entre la postura de Trump y la de Urtasun ilustra los extremos de un debate global sobre cómo las sociedades deben abordar su pasado y representar su cultura en las instituciones públicas. Mientras Trump aboga por una visión nostálgica y nacionalista de la cultura estadounidense, Urtasun propone una reevaluación crítica del pasado colonial español.

Ambos enfoques han sido objeto de críticas:

  • Los detractores de Trump argumentan que su visión ignora las complejidades de la historia estadounidense y silencia voces importantes.
  • Los críticos de Urtasun sostienen que su propuesta podría llevar a un «autoflagelamiento» cultural innecesario y a una pérdida de patrimonio.

El papel de los museos en el siglo XXI

Este debate pone de manifiesto la creciente importancia de los museos como espacios de diálogo y reflexión sobre la identidad nacional y la historia. En un mundo cada vez más polarizado, estas instituciones se encuentran en el centro de discusiones fundamentales sobre cómo las sociedades se ven a sí mismas y cómo quieren ser percibidas por el mundo.

La comunidad museística internacional aboga por un enfoque equilibrado que:

  • Reconozca las complejidades y contradicciones de la historia.
  • Promueva el diálogo intercultural y la comprensión mutua.
  • Preserve el patrimonio cultural mientras se abordan las injusticias históricas.

Consecuencias y reacciones

La decisión de Trump ha provocado protestas y amenazas de dimisión por parte de curadores y expertos del Smithsonian. Organizaciones de derechos civiles han anunciado demandas, argumentando que esta «purga» viola la Primera Enmienda y los principios de libertad académica.

En España, la propuesta de Urtasun ha dividido a la comunidad cultural. Mientras algunos la ven como un paso necesario hacia una representación más justa y equilibrada de la historia, otros temen que pueda llevar a un empobrecimiento de las colecciones nacionales y a una autocensura cultural.

Reflexiones finales

El contraste entre las posturas de Trump y Urtasun refleja una lucha más amplia sobre la interpretación de la historia y el papel de la cultura en la sociedad contemporánea. Mientras Trump busca reforzar una narrativa nacionalista, Urtasun propone una revisión crítica del pasado colonial.

Este debate plantea preguntas fundamentales:

  • ¿Cómo pueden los museos equilibrar la preservación del patrimonio con la necesidad de abordar injusticias históricas?
  • ¿Cuál es el papel de las instituciones culturales en la formación de la identidad nacional?
  • ¿Cómo se puede promover un diálogo constructivo sobre temas históricos sensibles sin caer en la censura o el revisionismo extremo?

En última instancia, estas controversias subrayan la importancia de los museos y las instituciones culturales como espacios de reflexión, debate y aprendizaje. El desafío para estas instituciones será navegar estas aguas turbulentas manteniendo su integridad académica y su relevancia social.

Mientras el mundo observa con atención cómo se desarrollan estos debates en Estados Unidos y España, queda claro que la forma en que las sociedades eligen representar su pasado tendrá un impacto profundo en su futuro. La búsqueda de un equilibrio entre la preservación del patrimonio, la honestidad histórica y la inclusión cultural seguirá siendo un tema de discusión apasionada en los años venideros.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído