Cherkaoui y nuestro flotante mundo

Cherkaoui y nuestro flotante mundo

El Ballet del Gran Teatro de Ginebra visita por primera vez el Teatro Real con dos coreografías de su actual director, Sidi Larbi Cherkaoui: Faun, una versión agreste del escandaloso clásico, y Ukiyo-e, todo un reportaje largo y complejo que derrocha creatividad y belleza en dosis muy pocas veces vistas.

A partir de la legendaria coreografía Preludio a la siesta de un fauno, de Nijinski, basada en el famoso poema de Stéphane Mallarmé sobre su despertar en el bosque que causó sensación en 1912, Sidi Larbi Cherkaoui desarrolla Faun. Frente a la versión del artista ruso, en la que los bailarines asemejan a estatuas clásicas figuras de un jarrón griego, la visión de Cherkaoui resalta los aspectos mitológicos del poema presentándolos de una manera más física, más intensa. El énfasis se pone en el hecho de que el fauno es mitad humano y mitad animal, dotándolo de movimientos más salvajes y despreocupados. Para reforzar esta idea, Cherkaoui pidió al compositor Nitin Sawhney que intercalara la música de Debussy con su propio lenguaje musical, paseándonos sutilmente de un estilo musical a otro, cambiando de siglo sin renunciar a la belleza e inocencia de los protagonistas.

Quizás no sea casualidad que las dos parejas que se turnan como reparto sean de hispano selvático y asiática recatada. Cherkaoui -en español deberíamos escribir Chercauí- consiguió construir en 2009 en Londres un fauno tan escandaloso como el de Nijinski un siglo antes, sustituyendo el estático clasicismo por movimientos selváticos inspirados en lo que pensamos que sería un humano prehistórico.

Tras un descanso muy largo para tal aperitivo de un cuarto de hora, Ukiyo-e satisfizo todas las expectativas. Creado para los 22 componentes del ballet ginebrino, y estrenado en su sede el pasado año, propone un mensaje optimista sobre nuestra capacidad de resistencia, de supervivencia en este período histórico de crisis crónicas que parece estar iniciándose, en base a una mayor empatía con lo que nos rodea.

Parte del término japonés Ukiyo-e, que da nombre a un movimiento artístico centrado en la captura del instante, del momento presente, como si fueran «imágenes de un mundo flotante». Ukiyo-e (浮世絵?) —traducido del japonés, «pinturas del mundo flotante»— eran grabados realizados mediante xilografía, que alcanzó su auge en la segunda mitad del siglo XVII. Ukiyo quiere decir literalmente «mundo flotante» pero hace referencia también a una idea de felicidad derivada de la constatación de que todo es «efímero, fugaz, transitorio».

El impresionante despliegue coreográfico del autor, tanto en originalidad como duración, complejidad y abundancia de elenco, parece buscar posibles caminos tanto físicos como sociales. Explora las tensiones entre la parsimonia y la turbulencia, entre el aislamiento y la coexistencia. Mirando más allá de las dualidades, son cuerpos que quieren ir más allá de lo físico y expresar las cuitas de su espíritu.

La escenografía es sumamente compleja y ambiciosa con cuatro estructuras escalonadas en frecuente movimiento, un laberinto el el que los bailarines suben y bajan, se pierden y hasta se arrojan a lo que parece un terrorífico vacío y esconde la acogida de sus compañeros. Desplomarse en un abandono total como metáfora de desprendimiento, resulta tan impactante en un escenario como peligroso, necesitado de una confianza absoluta en que tus compañeros no van a fallar allá abajo.

Las laberínticas estructuras móviles -ambivalentes en el sentido de que son puentes, pero también obstáculos- evocan tanto la idea de ascensión como la de abismo. Alexander Dodge ha creado un microcosmos de lo más complejo que pueda verse hoy en un escenario, el cual la iluminación de Dominique Drillot aún hace más intrigante, misterioso y sugerente. Participa de la complejidad, de la búsqueda de soluciones nada sencillas ni trilladas, el vestuario de Yuima Nakazato, una simbiosis anti binari de sotanas y quimonos que simboliza también la fusión occidente-oriente, concretamente europea-japonesa.

Los cuerpos huyen y retornan siempre, llamados a unirse, a dialogar y mezclarse entre sí. La danza actual viene insistiendo últimamente en esta propuesta utópica, en este buenismo de las formas como reflejo de un fondo ideológico que rehuye aceptar su carácter utópico y que no por bienintencionado es menos engañoso y más lejano de lo que en verdad detecta nuestra historia, una invencible incapacidad para el verdadero amor al prójimo.

Asunto fundamental en esta propuesta es su original y espectacular música en directo, perfecta expresión de la idea de fusión cultural con la que quiere contagiarnos. Se turnan, se hablan composiciones contemporáneas de Szymon Brzóska para trío de cuerdas y piano, con creaciones rítmicas, electrónicas y de percusión de Alexandre Dai Castaing, y los cánticos de ‘Tsuki’ Kozuki y Shogo Yoshii; incluso se nos cita la inclusión de música clásica árabe a cargo de Mohamed El-Arabi Serghini, pero no llegamos a captarla. Fusión de tradiciones pero también propuesta de trascendencia que las sublime en esa síntesis que el mundo quizás consiga en un futuro todavía lejano.

Junto a la música ocupa un lugar protagonista un poema de la jóvena británica Kae Tempest, Hold Your Own (Mantente firme), un tema muy recurrente y que ya abordara con menos ínfulas Gloria Gaynor en aquel manifiesto de finales de los años ochenta, I will survive (Sobreviviré).

Cherkaoui es una de las figuras más apreciadas de la danza actual, con más de un centenar de creaciones coreográficas. En noviembre de 2008 nos ofreció su espectáculo Sutra en Las Naves del Español (ver nuestra reseña), basado en la habilidad, fuerza y espiritualidad de los monjes budistas del Templo de Shaolin con el mensaje de que cuerpo y alma van unidos. Mens sana in corpore sano. Agilidad y serenidad. Y en 2009 hizo ‘Dunas’ con María Pagés, que dió la vuelta al mundo y llegó a los Teatros del Canal en 2014 y nos pareció menos logrado. Dos ejemplos entre muchos de un artista que sigue adelante no se duerme en los laureles.

La sociedad ya no es líquida como pensaba Zygmunt Bauman, -una sociedad en la que la incertidumbre por la vertiginosa rapidez de los cambios ha debilitado los vínculos humanos-, sino que ha pasado al estado gaseoso, el del triunfo de lo ligero, lo efímero y lo volátil. Quizás es lo que quiere expresar esta pieza con su confusión flotante.

Aproximación a la propuesta (valoración del 1 al 10)
Interés: 10
Coreografía: 9
Música: 9
Puesta en escena: 9
Interpretación: 9
Producción: 9
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: 6

Teatro Real
Ballet del Gran Teatro de Ginebra
‘Faun’ y ‘Ukiyo-e’ de Sidi larbi Cherkaoui
Del 11 al 14 de octubre de 2023, a las 19.30 horas.

FAUN
Música Claude Debussy (1862-1918) ) y Nitin Sawhney (1964)
Creada en Sadler’s Wells en 2009

Coreografía: Sidi Larbi Cherkaoui
Escenografía e iluminación: Adam Carrée
Vestuario: Hussein Chalayan
Elenco
Oscar Comesaña Salgueiro + Madeline Wong – 11 y 13 de octubre
Juan Perez Cardona + Yumi Aizawa – 12 y 14 de octubre

UKIYO-E

Música de Szymon Brzóska y Alexandre Dai Castaing
Estrenado en el Grand Théâtre de Genève en noviembre de 2022
Coproducción con la Maison de la Danse, Lyon-Pôle Européen de Création, la Biennale de la Danse de Lyon 2023, Eastman y la Fondazione Romaeuropa Arte e Cultura

Coreografía: Sidi Larbi Cherkaoui
Escenografía: Alexander Dodge
Vestuario: Yuima Nakazato
Iluminación: Dominique Drillot
Dramaturgia: Igor Cardellini
Asistentes de la coreografía: Pau Aran Gimeno y Dayan Akhmedgaliev
Maestros repetidores: Manuel Renard y Pascal Marty

Música electrónica: Alexandre Dai Castaing
Piano: Johann Vacher
Trío de cuerdas: Amia Janicki violón, Natanael Ferreira Dos Santos alto, Gabriel Esteban violonchelo
Percusión: Alexandre Dai Castaing
Canto y danza: Kazutomi «Tsuki» Kozuki
Canto Shinobue, Nohkan y Kokyu: Shogo Yoshii

Elenco
Yumi Aizawa
Céline Allain
Pau Aran Gimeno
Jared Brown
Carlos Adelson
Anna Cenzuales
Zoé Charpentier
Quintin Cianci
Oscar Comesaña Salgueiro
Diana Dias Duarte
Ricardo Gomes Macedo
Armando González Besa
Zoe Hollinshead
Mason Kelly
Kazutomi Kozuki
Julio León Torres
Emilie Meeus
Léo Merrien
Stefanie Noll
Juan Pérez Cardona
Luca Scaduto
Sara Shigenari
Geoffrey Van Dyck
Nahuel Vega
Madeline Wong.

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Autor

José Catalán Deus

Editor de Guía Cultural de Periodista Digital, donde publica habitualmente sus críticas de arte, ópera, danza y teatro.

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