Antes de que la temporada teatral y artística nos impida ocuparnos de lecturas interesantes, hoy vamos a comentar una no por especializada menos destacable. Hace ya casi un siglo, Carl Gustav Jung supo apreciar que tras las irracionalidades esotéricas de las milenarias culturas orientales se escondían codificaciones precisas y reveladoras que completaban y aún engrandecían los logros del pensamiento occidental. «La psicología del yoga Kundalini» contiene sus conclusiones -no por rápidas y brillantes menos precisas y sólidas- en el momento de entrar en contacto con el yoga, uno de los artefactos ideológicos más complejo y fascinante de la historia de la humanidad.
El surgimiento de la psicología profunda coincide históricamente con la traducción y difusión en Occidente de los textos del yoga. Para C. G. Jung, el yoga tántrico, entendido como proceso natural de introspección, expone los estados y fases de desarrollo del elemento impersonal no-yoico hacia la luz de una conciencia personal superior. El seminario de C. G. Jung dedicado al yoga Kundalini, impartido en octubre y noviembre de 1932 en el Club de Psicología de Zúrich, es un comentario psicológico a las conferencias dictadas poco antes en ese mismo escenario por el indólogo Wilhelm Hauer.
Jung descubre en el yoga Kundalini un símbolo del proceso de individuación y realiza una lectura psicológica de la filosofía oriental. Supo ver la oportunidad: «¡Consideren lo que significa que el terapeuta, que tiene que tratar directamente con gente que sufre y, por tanto, muy sensible, establezca contacto con una terapia oriental!».
El tantrismo, al que pertenece la escuela del yoga Kundalini, fue (y es) un movimiento religioso y filosófico que entiende que hay ciertos estados no-yoicos que influyen en la psicología personal; la meta del desarrollo humano sería producir una aproximación y una relación entre la esencia específica del no-yo y el yo consciente.
Él lo explicaba así en su seminario: ‘Por supuesto, la idea de una experiencia psíquica impersonal es muy extraña para nosotros, y resulta extremadamente difícil aceptar algo semejante, porque estamos tan imbuidos de la idea de que nuestro inconsciente es nuestro (mi inconsciente, tu inconsciente, su inconsciente) y nuestro prejuicio es tan fuerte que nos resulta enormemente difícil deshacer la identificación’. Y prosigue:
‘Aun en el caso que nos veamos obligados a reconocer que se trata de una experiencia no yoica, tenemos que recorrer un largo trecho hasta poder darnos cuenta de qué se trata. Esta es la razón por la que dichas experiencias tienen carácter secreto; se las llama místicas porque la gente corriente no puede entenderlas y denomina ‘místico’ a todo lo que no puede entender. (…) Los verdaderos secretos son secretos porque nadie los entiende. Ni siquiera se puede hablar de ellos, y de este tipo son las experiencias del Yoga Kundalini’.
Una forma de ver lo que se resiste a ser descrito racionalmente. Pero el libro hubiera necesitado un complemento explicativo sobre el kundalini yoga, más allá o más acá de las áridas explicaciones jungianas. La serpiente Kundalini reside en el chakra basamental (muladhara o soporte de la raíz) situado en la base de la columna vertebral. La finalidad esotérica del kundalini yoga (porque tiene una faceta exotérica de enorme utilidad para mejorar el estado físico) es excitar la dormida Kundalini y elevarla de forma gradual hasta el chakra superior, el sahasrara, despertando el potencial creativo, equilibrando a la persona y conectándola con el Todo. Para ello se utilizan técnicas milenarias que combinan asanas (movimientos) con mantras (recitaciones) en ejercicios repetitivos denominados kriyas que se alternan con relajaciones euforizantes y terminan en meditaciones de plenitud espiritual.
Y es que como ocurre a menudo, el estudio unilateral de un tema margina el resto de las facetas del prisma de la totalidad del tema que se aborda. Incluso en el libro se denomina ‘cakras’ a los chakras, ignorando la terminología ya muy asentada en Occidente para aproximarse al asunto.
El caso es que del 3 al 8 de octubre de 1932, el indólogo Wilhelm Hauer presentó seis conferencias simultáneamente en inglés y alemán en el Club Psicológico de Zúrich, tituladas Der Yoga, im besondern die Bedeutung des Cakras y Yoga, especially the meaning of the cakras (Yoga, especialmente el significado de los chakras). A raíz de estas, Jung dedicó cuatro conferencias a una interpretación psicológica del Kundalini yoga.
Las conferencias de Hauer en inglés, las conferencias de Jung en inglés del 12, 19 y 26 de octubre y la conferencia de Jung en alemán del 2 de noviembre (la cual fue traducida por Cary F. Baynes) fueron compiladas por Mary Foote de notas estenográficas tomadas por su secretaria, Emily Köppel, y publicadas privadamente en forma mimeografiada bajo el título The Kundalini Yoga: Notes on the Lecture Given by Prof. Dr. J. W. Hauer with Psychological Commentary by Dr. C. G.Jung (Zúrich, 1933). En su prefacio editorial Foote señaló que el texto había sido corregido tanto por Hauer como por Jung.
La edición íntegra en inglés de 1996 se basa en el texto de la primera edición de Mary Foote de 1933. Esta buena traducción al español es de Manuel Abella. Una buena introducción de Sonu Shamdasani nos acerca al interés de Jung por lo oriental. Y un apéndice titulado ‘Sat-cakra-nirûpana’ quiere introducirnos a la comprensión del kundalini yoga y resulta sin embargo casi ininteligible.
Con «La psicología del yoga Kundalini», inicia esta editorial la publicación de los Seminarios que Jung impartió en el Club de Psicología de Zúrich en los años 30, entre los que se incluye el seminario «Sobre el Zaratustra de Nietzsche». De C. G. Jung han sido publicados en Trotta, aparte de su Obra Completa, Respuesta a Job (2014), Sobre el amor (2011) y la Correspondencia con Sigmund Freud (2012), así como el volumen de entrevistas y conversaciones Encuentros con Jung (2000).
En fin, ‘La psicología del yoga Kundalini’ de C.G.Jung es de útil y gratificante lectura para todos los practicantes de esta disciplina, especialmente alumnos avanzados y monitores expertos: les dará un complemento racional y terreno en un camino que tiende a perderse en las alturas celestiales y al que hay que encontrarle el término medio en la vida cotidiana. Con todas las reservas necesarias con las que hay que enfrentarse a la realización práctica de las grandes ideas, de cualquier filosofía, religión o método de mejora personal, al kundalini yoga sólo puede llegarse practicándolo.
La AEKY es la Asociación Española de Kundalini Yoga, órgano representante de IKYTA (Asociación Internacional de Kundalini Yoga) y KRI (Instituto Kundalini de Investigación) en España. Pero las personas realmente conocedoras del tema, su introductora en España y el consolidador de la enseñanza son la pareja formada por Sarabjit Kaur Khalsa y Devta Singh. Todo comenzó en un piso vacío del barrio de Estrecho de Madrid a comienzos de los años 80 del pasado siglo y hoy el listado de profesores en activo en la ciudad es de medio centenar, mientras que son cuatro los miembros registrados en la ciudad de la Asociación Española de Psicología Analítica. Nunca los practicantes de kundalini yoga ni de la psicología analítica volvieron a tomar contacto.
Carl Gustav Jung
La psicología del yoga Kundalini
Editorial Trotta
Colección: Estructuras y Procesos. Psicología Cognitiva
ISBN: 978-84-9879-588-2
Año de edición: 2015
Dimensiones: 14 x 23 cm
Número de páginas: 192
Encuadernación: Rústica
Precio: 15,00 €.