LAS SOMBRAS DEL PAPA FRANCISCO

La polémica relación de Bergoglio con el dictador Nicolás Maduro

La no condena explícita del Papa Francisco a la dictadura venezolana así como sus reuniones con el dictador Maduro son algunos de los errores de este Pontífice.

La polémica relación de Bergoglio con el dictador Nicolás Maduro

El triste fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco obliga a repasar también las sombras de sus 12 años de Pontificado. Confirmadas por el Vaticano, Bergoglio ha mantenido 2 reuniones con el dictador venezolano Nicolás Maduro: la primera en junio de 2013 y la segunda en octubre de 2016.

En Junio de 2013, el Papa recibió a Maduro en audiencia oficial en el Vaticano justo después de las polémicas elecciones celebradas en Venezuela. Unos comicios marcados por una presunta victoria de Maduro sobre Henrique Capriles y por la brutal represión a la oposición tras conocerse los resultados y que se saldó con 7 opositores muertos a manos de la policía chavista y otras 61 personas heridas.

Esas protestas, especialmente intensas los días 15 y 16 de abril, se desataron tras hacerse públicos los resultados en los que Maduro ganaba por sólo 234.935 papeletas a Henrique Capriles. En porcentaje, el resultado era de un 50,61% de los sufragios apoyando al heredero de Chávez frente al 49,12% de Henrique Capriles. Y eso si damos por buenos estos datos, ya que no hay que olvidar las denuncias de la oposición al chavismo de más de 3.500 graves irregularidades.

Entre esas irregularidades figuraba la manipulación de los resultados mediante máquinas electrónicas de votación, el llamado sufragio asistido por el que los chavistas presionarían en los centros de votación para elegir la papeleta de Maduro o las discrepancias en las actas. La dictadura sólo aceptó revisar el 46% de las mesas de votación y no quiso que se auditasen ni las máquinas de votación ni investigar el sistema informático que dio soporte al recuento electoral.

La recepción al dictador Maduro en el Vaticano en el mes de junio de 2013 se produjo tras estas elecciones más que sospechosas y, lo que es peor, tras la muerte de 7 personas opositoras al chavismo por la represión de la policía bolivariana a las protestas en la que otros 61 manifestantes resultaron heridos.

En junio de 2015, Bergoglio y Maduro tenían previsto volver a reunirse pero el dictador canceló el viaje a Roma a última hora alegando problemas de salud. No sería hasta octubre de 2016 cuando ese segundo encuentro se produjo.

El formato elegido para esa segunda recepción en el Vaticano fue especialmente polémico, ya que se hizo en audiencia privada. Una audiencia que no estaba programada con anterioridad y en medio de una gravísima crisis política, social y económica en Venezuela con cientos de miles de venezolanos huyendo por la frontera con Colombia, cortes de suministro eléctrico en todo el país y tiendas de comida, farmacias y supermercados desabastecidos que privaban al pueblo venezolano de comida y medicamentos.

Un año después, en octubre de 2017, Maduro declaró públicamente que se había vuelto a reunir con Bergoglio pero este supuesto no fue confirmado por el Vaticano ni se dieron más detalles de esa presunta reunión.

La no confirmación por parte del Vaticano de ese nuevo viaje es muy llamativa ya que se produjo tras denunciar el Alto Comisionado de Naciones Unidas que la policía chavista ha “maltratado y torturado de forma generalizada y sistemática a manifestantes y detenidos”. Así lo confirmó la portavoz de esta oficina, Ravina Shamdasani, que llegó a precisar que habían recibido “informes creíbles de trato cruel, inhumano y degradante por parte de las fuerzas de seguridad a los detenidos, que podrían ser definidos en varios casos como tortura”.

Además de lo denunciado por Naciones Unidas, por aquellas fechas se hizo público otro informe sobre graves violaciones a los derechos humanos en Venezuela. En concreto el Foro Penal Venezolano, integrado por 200 abogados voluntarios y más de 2.000 activistas por la democracia, denunció que sólo entre el 1 de abril y el 31 de julio de 2017, 133 personas han fallecido en el transcurso de las manifestaciones.

De este número, 101 personas fueron asesinadas directamente por los efectivos de seguridad del Estado (40%) o a manos de las bandas armadas chavistas que actúan al margen de la ley (52%). Además, el 83% de estas muertes fueron por impacto de bala.

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Autor

César Sinde

Periodista. Interesado en Política, Economía, Motor y Seguridad Vial. Madrid, ESPAÑA. V.E.R.D.E

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