Hoy, 23 de abril de 2025, el fútbol vuelve a acaparar titulares por razones ajenas al terreno de juego. Domingue Ibii Ngwang, delantero camerunés afincado en Italia, ha saltado a la fama —y al ojo del huracán— después de que un vídeo suyo se hiciera viral por unas declaraciones tan polémicas como directas hacia la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y el líder de la Liga, Matteo Salvini.
El mensaje no pudo ser más claro ni más incendiario: «Sé que tienes una hija… soy negro y nos acostamos con chicas italianas».
La reacción no se hizo esperar. El club amateur donde militaba Ibii, el Nuova Florida Calcio, decidió rescindir inmediatamente su contrato tras el revuelo mediático
. La noticia ha traspasado fronteras, abriendo un debate en Italia sobre los límites de la libertad de expresión, el racismo en el deporte y la relación cada vez más tensa entre fútbol y política.
No es la primera vez que el fútbol italiano se convierte en altavoz de tensiones sociales. Desde los cánticos racistas en estadios hasta pancartas políticas, la Serie A y las categorías inferiores han sido históricamente un reflejo —a menudo distorsionado— del clima social del país. Lo novedoso esta vez es que no ha sido un aficionado anónimo ni una grada exaltada, sino un jugador quien ha dado un paso al frente para lanzar una crítica personalísima a dos de las figuras más poderosas del gobierno italiano.
Las palabras de Ibii han reabierto heridas profundas en la sociedad italiana, especialmente en lo referente a inmigración e integración. El propio futbolista ha explicado posteriormente que su intención era visibilizar la discriminación que sufren muchos jugadores extranjeros en el fútbol amateur y profesional del país transalpino. Sin embargo, la forma elegida —con referencias personales a la familia de Meloni— ha sido considerada inaceptable incluso por buena parte del entorno futbolístico.
++ Aggiornamento ++
“Meloni so che hai una bella figlia”
“Scoxxamo le ragazze italiane”Identificato l’autore del video girato davanti alla questura di Macerata
👉 È il 27enne camerunese Domingue Ibii Ngwang, attaccante della Cluentina Calcio, la quale ha annunciato di voler… pic.twitter.com/uFmfGh9VcL
— Francesca Totolo (@fratotolo2) April 22, 2025
Reacciones políticas y deportivas: ¿libertad o provocación?
La respuesta institucional ha sido fulminante. El club se desmarcó rápidamente del jugador con un comunicado tajante en el que condenaba «cualquier forma de discriminación o ataque personal». Los principales partidos políticos tampoco han tardado en pronunciarse. Desde el entorno de Meloni se habla de «ataque intolerable», mientras que figuras como Salvini han aprovechado para denunciar lo que consideran «el deterioro moral del deporte».
Sin embargo, no todo han sido críticas. En redes sociales y algunos foros deportivos han surgido voces defendiendo a Ibii, argumentando que se trata de una denuncia —quizá torpe en las formas— ante una situación insostenible para muchos futbolistas migrantes en Europa.
En términos deportivos, cabe preguntarse si este episodio marcará un antes y un después respecto al compromiso real del fútbol italiano contra el racismo o si será simplemente otro escándalo pasajero. La Federación Italiana de Fútbol (FIGC) ha anunciado que estudiará posibles sanciones adicionales al jugador y nuevas campañas educativas para los clubes.
El impacto mediático: viralidad y polarización
El vídeo original ha superado ya varios millones de visualizaciones en plataformas como X (antes Twitter) e Instagram. No faltan los memes ni los debates encendidos entre quienes ven en Ibii a un héroe antisistema y quienes lo consideran un irresponsable.
La viralidad del caso tiene también un trasfondo social: según datos recientes, Italia sigue siendo uno de los países europeos donde el racismo en los estadios genera mayor preocupación internacional. Organizaciones como Fare Network o Kick It Out llevan años reclamando medidas más contundentes frente a actitudes xenófobas tanto en los campos como fuera de ellos.
🔴 “Meloni hai proprio una bella figlia”, l’africano scoperto dalla Digos piange come Soumahoro…
🔴 Identificato l’autore del video girato davanti alla questura di Macerata… È il 27enne camerunese Domingue Ibii Ngwang, attaccante della Cluentina Calcio, la quale ha annunciato… pic.twitter.com/aE0hLUQtve— Sabrina F. (@itsmeback_) April 23, 2025
Pronósticos: ¿cambio real o tormenta pasajera?
A día de hoy, resulta difícil prever si este incidente supondrá un punto de inflexión o quedará diluido entre los numerosos episodios polémicos que salpican periódicamente al fútbol italiano. Los expertos coinciden en que será clave observar la respuesta tanto de las instituciones deportivas como de la clase política.
- Las casas de apuestas no ofrecen cuotas sobre si Ibii volverá a jugar esta temporada (quién sabe si algún club valiente querrá fichar al delantero mediático).
- Lo que sí parece claro es que la presión mediática hará prácticamente imposible su reincorporación inmediata al balompié italiano.
- Entretanto, la sociedad italiana asiste dividida a este nuevo episodio donde fútbol y política vuelven a cruzar sus caminos con consecuencias imprevisibles.
Curiosidades sobre Domingue Ibii y el caso Meloni
- Ibii Ngwang era prácticamente desconocido fuera del ámbito amateur antes del vídeo viral.
- La frase “soy negro y nos acostamos con chicas italianas” ya circula como meme entre aficionados jóvenes.
- No es la primera vez que Salvini y Meloni reciben críticas desde el mundo del deporte; recordemos las protestas antirracistas tras las declaraciones políticas sobre inmigración.
- El Nuova Florida Calcio es uno de los clubes modestos del Lazio; su página web colapsó durante horas tras la difusión del caso.
- En Italia existen antecedentes disciplinarios por mensajes políticos desde jugadores, pero rara vez había habido despidos tan inmediatos.
- Según algunos medios locales, Ibii podría recibir ofertas desde ligas menos mediáticas e incluso alguna propuesta para programas televisivos.
- La FIGC planea reforzar sus campañas antirracismo tras este episodio, aunque los resultados siempre han sido discutidos.
Así está hoy el tablero: fútbol, política y sociedad mezclados en una partida donde —al menos por ahora— nadie parece ganar realmente.
