CAOS Y POLÉMICA EN LA FINAL DE COPA DEL REY

Barça-Real Madrid: Rüdiger se quería comer al árbitro, que les sacó tarjeta roja a él, a Bellingham y a Lucas

Un final caótico empaña la Copa del Rey, con el Real Madrid incendiado contra el arbitraje y una bronca monumental entre jugadores, banquillo y árbitro

El árbitro De Burgos Bengoetxea y el enfado de Rüdiger
El árbitro De Burgos Bengoetxea y el enfado de Rüdiger. PD

El Clásico de la Copa del Rey 2025 será recordado más por su final caótico y las tres expulsiones al Real Madrid que por el nuevo título conquistado por el FC Barcelona.

Un partido que tuvo de todo: goles, tensión, épica… y, cómo no, una buena dosis de polémica arbitral que siempre parece inclinar la balanza hacia el lado azulgrana.

El Real Madrid, como siempre, salió a pelear contra viento, marea, un sensacional Barça y… ¿un silbato algo culé?

El partido se fue a la prórroga y pudo caer de cualquier lado.

 Pero en los instantes finales, con el marcador apretado y los nervios a flor de piel, llegó el momento “Rüdiger, el Rebelde”.

El central alemán, que ya había dado un clinic de garra y liderazgo, estaba en el banquillo con hielo en las rodillas.

Pero, ¡oh, sorpresa!, una decisión arbitral no le gustó nada. ¿Qué hizo Toni?

En un arranque digno de una película de acción, rompió una bolsa de hielo y lanzó un pedacito al césped, apuntando (sin querer, claro) al árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea. ¡Roja directa!

Y no contento con eso, el acta arbitral dice que Toni se puso un pelín “agresivo” al encarar a los colegiados, aunque, siendo justos, cualquiera se exaspera cuando siente que los árbitros tienen el silbato pintado de blaugrana.

Pero la cosa no quedó ahí. Jude Bellingham, el caballero inglés que ilumina el mediocampo madridista, también se llevó su ración de drama.

En el fragor del final, con el Barça celebrando gracias a un gol de Koundé en el minuto 118, Jude protestó airadamente alguna decisión (¿quién no, con ese historial arbitral?).

Según el acta, él también mostró una actitud “agresiva” hacia los árbitros, lo que le costó una expulsión.

Y, por si fuera poco, Lucas Vázquez también se llevó su tarjeta.

El madridismo, con razón, se llevó las manos a la cabeza.

¿Cómo es posible que siempre pase lo mismo?

Los blancos, luchando contra un equipo, el césped, el reloj… y un equipo arbitral que, según los más conspiranoicos, parece tener una foto de Messi en la cartera.

 Y mientras el Barça celebraba, los madridistas se preguntaban: ¿cuándo tendremos un Clásico donde el silbato no tenga acento culé?

El Real Madrid, como siempre, seguirá adelante, porque si algo sabe este equipo es remontar, incluso contra los árbitros “poco fiables”.

Antonio Rüdiger, Lucas Vázquez y Jude Bellingham, que acabaron expulsados en los últimos minutos del partido o tras el pitido final.

El acta arbitral, firmada por Ricardo De Burgos Bengoetxea, no deja lugar a dudas: la tensión superó todos los límites permitidos en un partido de máxima rivalidad.

Los hechos: Rüdiger fuera de sí y un Madrid enfadado

Todo comenzó a fraguarse en la prórroga. Rüdiger, que había tenido que ser sustituido por agotamiento muscular poco antes del definitivo gol de Koundé para el Barça, perdió los nervios tras una falta señalada en ataque contra el Madrid.

Desde la zona técnica, lanzó un objeto –presumiblemente una bolsa de hielo o una botella– hacia el terreno de juego, aunque sin alcanzar al colegiado.

El gesto fue suficiente para que De Burgos le mostrara la roja directa.

Lo más grave vino después: varios miembros del cuerpo técnico blanco tuvieron que sujetar al central alemán para evitar que se encarara aún más con el árbitro, reflejando una «actitud agresiva» según se recoge expresamente en el acta oficial.

Mientras tanto, Lucas Vázquez tampoco pudo contenerse: se metió varios metros en el campo protestando airadamente una decisión arbitral, lo que le valió otra expulsión inmediata.

El tercer acto lo firmó Jude Bellingham, ya con el partido terminado; se acercó al colegiado «en actitud agresiva», teniendo que ser contenido por sus propios compañeros antes de ser igualmente expulsado según consta en la documentación arbitral.

Las sanciones pueden ser históricas

El futuro inmediato del Real Madrid pinta negro a nivel disciplinario. Según expertos arbitrales como Iturralde González, la acción de Rüdiger encaja en el artículo 101 del Código Disciplinario de la RFEF (relativo a violencia leve contra los árbitros), lo que podría acarrearle entre cuatro y doce partidos de sanción en LaLiga. Esto supondría perderse duelos clave ante rivales como Celta, Mallorca o incluso otro Clásico liguero. Tanto Lucas Vázquez como Bellingham también podrían enfrentarse a castigos ejemplares por sus respectivos episodios.

No es un secreto que las cámaras captaron a Rüdiger lanzando un objeto desde más de veinte metros, y aunque no impactó al colegiado, la intención quedó patente para todos los presentes. El escándalo ha salpicado tanto a la plantilla como al cuerpo técnico madridista, que no supieron gestionar la frustración ante una derrota que se mascaba desde hacía minutos.

¿Árbitros contra el Real Madrid? El eterno debate

Como era previsible, desde sectores cercanos al club blanco se ha reavivado el viejo debate sobre si los árbitros perjudican sistemáticamente al Real Madrid. Basta darse una vuelta por tertulias radiofónicas o foros de aficionados para escuchar frases como “nos han robado otra vez” o “el árbitro siempre condiciona cuando jugamos contra el Barça”. Sin embargo, curiosamente desde Barcelona también han puesto el grito en el cielo: denuncian hasta cuatro penaltis no pitados y dos rojas perdonadas al rival en este mismo Clásico. La prensa internacional tampoco se pone de acuerdo: medios británicos y alemanes hablan abiertamente del protagonismo arbitral en la recta final del encuentro, aunque matizan que las decisiones más polémicas favorecieron globalmente al Real Madrid durante gran parte del choque.

Lo cierto es que la gestión emocional del equipo madridista dejó mucho que desear. Las imágenes son claras: jugadores fuera de sí, protestas airadas y un ambiente irrespirable durante varios minutos. Ni siquiera las cámaras pudieron captar todos los detalles del caos desatado sobre el césped sevillano.

La prensa española e internacional ha coincidido en destacar tanto el desenlace vibrante como las escenas lamentables tras el pitido final. Desde titulares como «Barça campeón en una final loca» hasta otros más ácidos sobre «el monumento a la histeria blanca», pasando por referencias a “la peor reacción jamás vista” por parte del banquillo merengue. El MVP indiscutible fue Jules Koundé –autor del gol definitivo– pero incluso su actuación ha quedado relegada ante el vendaval mediático provocado por las expulsiones.

Pronósticos y consecuencias

Con media plantilla pendiente de sanción disciplinaria, las apuestas para los próximos partidos ligueros han cambiado radicalmente.

Las casas dan ahora favorito al Barça no solo para acabar mejor la temporada sino incluso para llevarse también LaLiga ante un Madrid diezmado por las bajas disciplinarias.

El runrún es claro: ¿podrá Ancelotti recomponer moralmente a sus hombres? ¿Servirá esto como excusa para exigir cambios estructurales en los protocolos arbitrales?

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Autor

Fernando Veloz

Economista, comunicador, experto en televisión y creador de formatos y contenidos.

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