El Santiago Bernabéu vibró con una noche de reivindicación y autoridad. Bajo la atenta mirada de su afición, el Real Madrid superó 2-0 al Girona y recuperó la segunda plaza de LaLiga, igualando a 54 puntos con el líder Barcelona y superando por uno al Atlético de Madrid.
Un golazo de Luka Modric y una sentencia de Vinicius rubricaron una victoria que deja al equipo de Carlo Ancelotti con buenas sensaciones de cara a su próximo desafío en Copa del Rey.
El ambiente en el feudo madridista estaba cargado de tensión antes del pitido inicial. La hinchada merengue protagonizó una sonora protesta contra la federación y el presidente de LaLiga, Javier Tebas, tras sus recientes declaraciones. Entre silbidos y pancartas de «Respeta al árbitro, respeta al fútbol», los jugadores blancos posaron para la foto protocolaria antes de centrarse en lo que mejor saben hacer: jugar y ganar.
🗣️ @lukamodric10: «Ha sido un gol bonito, siempre es especial marcar en el Bernabéu»
🎙️ Declaraciones completas ➡️ RM Play— Real Madrid C.F. (@realmadrid) February 23, 2025
Desde el inicio, el Madrid impuso su ritmo. Vinicius fue un constante quebradero de cabeza para la defensa del Girona con su velocidad y desborde, aunque la primera ocasión clara del partido llegó para los visitantes. Arnau Martínez probó a Thibaut Courtois a los cinco minutos, pero el belga respondió con seguridad. Acto seguido, Kylian Mbappé estuvo cerca de abrir el marcador, pero Paulo Gazzaniga se lució para evitarlo.
El dominio blanco se materializó en el minuto 41. Modric, veterano y lúcido, enganchó un zapatazo desde la frontal que se coló por la escuadra, desatando la euforia en el Bernabéu. Con ese tanto, el Madrid se marchó al descanso con ventaja y la confianza en alza.
En la segunda mitad, los de Ancelotti mantuvieron la iniciativa. Vinicius, el más activo del equipo, rozó el segundo con un disparo al larguero en el minuto 59. Su insistencia tuvo premio en el 83′, cuando Mbappé le filtró un pase preciso y el brasileño definió con frialdad para sentenciar el partido.
La conexión entre el francés y el brasileño dejó un mensaje claro: este Madrid tiene músculo y talento para competir en todos los frentes. Ahora, con la moral alta, los blancos se preparan para el desafío copero del miércoles en Anoeta ante la Real Sociedad, donde buscarán dar un golpe de autoridad en la semifinal de la Copa del Rey.