La tensión se palpa en el aire del Cívitas Metropolitano. A pocas horas del crucial encuentro entre el Atlético de Madrid y el FC Barcelona, el presidente rojiblanco Enrique Cerezo ha lanzado una granada verbal que amenaza con hacer estallar el ya caldeado ambiente futbolístico español.
En una rueda de prensa que prometía ser rutinaria tras la tradicional comida de directivas, Cerezo ha desatado un huracán mediático al arremeter contra el ex guardameta colchonero Thibaut Courtois.
«Lo que tiene que hacer es callarse y agradecer al Atlético de Madrid haber estado cuatro años aquí», disparó el mandatario, visiblemente irritado.
La mecha de esta explosiva declaración fue encendida por el propio Courtois días atrás, cuando acusó al Atlético de «victimismo» y de «siempre llorar» tras la eliminación rojiblanca en Champions a manos del Real Madrid. Unas palabras que, evidentemente, no han caído en saco roto en las oficinas del Metropolitano.
Cerezo, lejos de apagar el fuego, echó más gasolina al recordar el pasado atlético del portero belga: «Es un gran portero, todos lo reconocen, incluido nosotros. Mira si lo reconocemos, que ha estado cuatro años con nosotros bien y sin ningún problema. Lo que tiene que hacer es seguir como estaba en el Atlético: ser un señor y un caballero».
El timing de esta declaración no podría ser más explosivo. Con el Atlético aún lamiendo sus heridas tras la polémica eliminación en Champions y a punto de enfrentarse al Barcelona en un duelo clave por la Liga, las palabras de Cerezo han electrificado el ambiente previo al partido1.
Pero la ira del presidente colchonero no se limitó a Courtois. Cerezo también arremetió contra el VAR, al que calificó de «herramienta terrorífica» y «malísima», acusándolo de «perjudicar equipos». Una clara alusión al controvertido penalti anulado a Julián Álvarez en el partido contra el Real Madrid.
Con este telón de fondo, el Atlético-Barcelona de esta noche promete ser un choque de titanes dentro y fuera del campo. La guerra dialéctica desatada por Cerezo ha añadido un condimento extra a un partido ya de por sí crucial para las aspiraciones ligueras de ambos equipos.
En el vestuario rojiblanco, las palabras de su presidente seguramente servirán como gasolina extra para la motivación. Por su parte, el Barcelona llegará al Metropolitano con la intención de aprovechar el posible desconcierto atlético y dar un golpe sobre la mesa en la lucha por el título.
Una cosa es segura: esta noche en el Cívitas Metropolitano no solo se jugarán tres puntos. También estará en juego el orgullo, la honra y quizás, el futuro inmediato de ambos clubes en esta temporada que se acerca a su recta final.
