El presidente Donald Trump ha vuelto a sacudir los cimientos del comercio internacional con la imposición de un arancel universal del 10% a todas las importaciones hacia Estados Unidos, acompañado de gravámenes adicionales que alcanzan hasta un 34% para países como China y la Unión Europea.
Según sus declaraciones, estas medidas buscan corregir décadas de «expolio» económico sufrido por EE.UU., una narrativa recurrente en su discurso político desde su primer mandato.
Trump sostiene que los acuerdos comerciales previos han perjudicado gravemente a la economía estadounidense, citando déficits comerciales masivos y pérdida de empleos manufactureros como evidencia.
Sin embargo, esta postura genera divisiones entre economistas y líderes internacionales, quienes advierten sobre las posibles consecuencias negativas tanto para EE.UU. como para sus socios comerciales.
¿Es real el «expolio» económico?
El argumento central del presidente se basa en el déficit comercial estadounidense, que asciende a cientos de miles de millones anuales con países como China (aproximadamente $300 mil millones) o bloques económicos como la Unión Europea. Según Trump, este desequilibrio refleja prácticas injustas por parte de otros países: barreras arancelarias más altas contra productos estadounidenses o subsidios estatales desleales.
Sin embargo, muchos expertos cuestionan esta interpretación:
- Déficit no equivale a pérdida: Un déficit comercial no necesariamente implica una transferencia neta negativa; simplemente refleja que EE.UU. importa más bienes y servicios mientras exporta menos.
- Ventaja competitiva: La economía estadounidense se beneficia enormemente al importar bienes baratos fabricados en otros países; esto reduce costos para consumidores y empresas.
- Inversión extranjera directa: Los ingresos generados por empresas estadounidenses operando fuera del país suelen compensar parcialmente estos déficits.
Por otro lado, algunos sectores sí han sido afectados negativamente por acuerdos comerciales anteriores o competencia extranjera intensa—como ocurrió con industrias manufactureras tradicionales—pero atribuirlo exclusivamente al «expolio» ignora factores estructurales internos (automatización e innovación tecnológica).
Impacto inmediato: mercados globales bajo presión
Las nuevas tarifas ya están teniendo repercusiones significativas:
- Volatilidad bursátil: Los índices globales reaccionaron negativamente tras los anuncios:
- El S&P 500 mostró oscilaciones marcadas antes de cerrar ligeramente al alza (+0.7%), mientras mercados asiáticos registraron caídas generalizadas.
- En Europa también hubo retrocesos importantes debido a temores inflacionarios derivados del encarecimiento potencialmente masivo sobre bienes importados hacia EE.UU..
- Respuesta internacional contundente:
- La Unión Europea prometió represalias proporcionales si no se logran acuerdos negociados.
- China anunció contramedidas económicas destinadas específicamente hacia sectores clave dentro del mercado norteamericano.
- Efecto inflacionario interno: Aunque diseñado supuestamente proteger empleos locales incentivando producción doméstica mediante penalizaciones externas severas; analistas advierten inevitable aumento precios básicos consumidores finales estadounidenses debido menor oferta competitiva disponible ahora restringida artificialmente vía impuestos adicionales aplicables productos extranjeros esenciales tales automóviles electrónicos textiles alimentos etcétera .