El mercado inmobiliario español ha experimentado un auge en la demanda por parte de compradores extranjeros, un fenómeno impulsado por factores como el clima mediterráneo, la calidad de vida y una oferta cultural y gastronómica inigualables. Durante 2024, los extranjeros adquirieron más de 125.000 viviendas, representando el 18,4% del total de transacciones inmobiliarias del país y marcando un incremento significativo respecto a los niveles previos a la pandemia.
La atracción por España no es homogénea. Las preferencias de los compradores varían según su nacionalidad y sus objetivos, dibujando un mapa diverso que abarca desde las costas andaluzas hasta las montañas del País Vasco.
Británicos: reyes del sur
Los británicos encabezan la lista de compradores extranjeros en España, concentrándose especialmente en Andalucía, donde representan una parte significativa de las operaciones. La Costa del Sol es su destino predilecto, gracias a su clima soleado y la amplia disponibilidad de propiedades orientadas al turismo residencial. Según datos recientes, los británicos fueron responsables del 8,5% de las compras extranjeras solo en el tercer trimestre de 2024.
Este perfil suele buscar segundas residencias para vacaciones o propiedades para jubilación, beneficiándose históricamente de la golden visa (ahora eliminada) que facilitaba su establecimiento en España. Sin embargo, la creciente presión fiscal y el encarecimiento de los inmuebles podrían influir en sus decisiones futuras.
Alemanes: dominan las islas
En Baleares, los alemanes son protagonistas indiscutibles. Durante 2024 representaron más del 50% de las compras extranjeras no residentes en el archipiélago. Mallorca se ha convertido en su enclave favorito, especialmente para adquirir viviendas de lujo valoradas por encima del millón de euros. Este interés responde tanto a la belleza natural de la isla como a su conectividad con Europa.
El perfil alemán suele enfocarse en propiedades exclusivas destinadas al ocio vacacional. Además, pagan precios más altos que otros compradores extranjeros, lo que refuerza su impacto sobre el aumento del precio medio por metro cuadrado en estas zonas.
Franceses y estadounidenses: rumbo al norte
En el norte del país, franceses y estadounidenses están dejando huella. Los franceses se interesan particularmente por regiones como Cataluña y el País Vasco debido a su proximidad geográfica y cultural. Mientras tanto, los estadounidenses están entrando con fuerza en mercados emergentes como San Sebastián o Bilbao, impulsados por el teletrabajo y una preferencia por entornos urbanos pero menos saturados que Madrid o Barcelona.
Cabe destacar que los estadounidenses lideran las estadísticas en cuanto a precios pagados por metro cuadrado, alcanzando un promedio de 3.390 €/m² durante 2024. Este segmento busca propiedades premium como inversión o para establecer residencias permanentes.
Impacto económico y social
La creciente demanda extranjera tiene efectos significativos sobre el mercado inmobiliario español:
- Aumento de precios: En zonas altamente demandadas por extranjeros, como Baleares o Málaga, el precio medio por metro cuadrado ha crecido notablemente. Los no residentes suelen pagar un 30% más que los nacionales.
- Escasez de oferta: La presión sobre el stock disponible se ha intensificado. En 2024, la oferta cayó un 15% interanual debido al fuerte ritmo comprador.
- Desigualdad territorial: Mientras comunidades como Cantabria o Asturias experimentan aumentos porcentuales significativos en compras extranjeras (+28%), otras como Canarias registraron caídas (-3,9%), mostrando dinámicas muy diferentes según la región.
Perspectivas futuras
Aunque sigue habiendo margen para atraer compradores internacionales gracias a factores como competitividad relativa de precios e infraestructura avanzada, las recientes medidas gubernamentales podrían frenar este impulso. La eliminación de la golden visa y los planes para gravar fiscalmente a compradores extracomunitarios podrían alterar las tendencias actuales.
A pesar de estos desafíos regulatorios, la posición privilegiada de España como destino turístico e inmobiliario asegura que seguirá siendo un punto clave para inversores globales.