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El vídeo no tiene desperdicio.
Tres ciudadanos se desplazaron hasta la sede de UGT en Madrid disfrazados de gambas para trolear a los dirigentes de esta organización sindical.
Además repartieron varios pasquines entre las personas que pasaban por la zona y se quedaron alucinados y encantados con la performance de estos ‘actores’ improvisados.
En un momento determinado se oye una frase que quedará para el mármol:
8 pisos y aquí nadie trabaja, solo trabajan esos tres de la puerta. ¡Qué grandes!
El origen del mote
Cierto es que el término ‘comegambas’, referido a UGT y CCOO, muchos lo sitúan con aquella foto de unos sindicalistas andaluces poniéndose hasta arriba de todo tipo de marisco.
Sin embargo, cuando empezó a cobrar fuerza este término fue hace un año, en 2022, cuando con la huelga de transportes en España lo que realmente le preocupaba a Pepe Álvarez y a Unai Sordo era, entre otras cosas, que no llegaba el marisco.
De hecho empezó a correr como la pólvora por WhatsApp una viñeta magistral.
Tenía como protagonistas al tal Álvarez y a Unai Sordo, secretarios generales respectivamente de UGT y CCOO.
Ambos aparecían muy indignados por el paro del transporte, encima de un texto donde afirmaban: “No nos llega el marisco”.
Suena a chiste, pero desgraciadamente no lo es.
Estos jetas, uno socialista y otro comunista, son los mismos que en febrero de 2017 convocaron cuatro jornadas de protesta consecutivas contra el incremento del precio de la luz -que por aquellas estaba cinco veces más bajo que ahora- acusando a Rajoy de haberse vendido a las eléctricas y de obligar a miles de familias españolas a elegir entre comer o encender la calefacción.
Son los mismos que con el Gobierno Sánchez han visto triplicadas sus subvenciones.
Son la UGT y Comisiones Obreras que, en octubre de 2021, junto a Bildu, PNV y Podemos, marcharon por San Sebastián a favor de los terroristas de ETA todavía presos.
Son los que dos meses después se manifestaron en Barcelona, junto a golpistas e independentistas, contra la sentencia que obliga a las escuelas catalanas a dar un 25% de las clases en castellano.
Y que después lo hicieron en Madrid, reuniendo apenas 500 paniaguados, para defender la tesis de Sánchez, de que no es posible bajar los impuestos de la luz y las carburantes.
Lo de estos comegambas sindicales es muy ridículo y muy chusco, pero sobre todo… es muy indecente.
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