Procedente de los viñedos más frescos del valle del Bierzo, situados en las zonas de Otero y Villadecanes y asentados sobre suelos arcillosos y minerales, nace este mencía 100 %, Cuatro Pasos Rosé Mencía 2024. Procedente de los viñedos del valle del Bierzo, donde las parcelas con mayor vigor y vegetación protegen los racimos de la incidencia directa del sol, dotando así a la uva mencía de una mayor frescura, en su proceso de elaboración se seleccionan cuidadosamente las parcelas de valle, en las que se realiza una vendimia temprana para conservar la frescura que aporta aromas más intensos.
Mediante el prensado directo de uva se logra una extracción de color delicada y mediante la fermentación en frío (18 ºC) se conservan los aromas frutales y florales de la uva.
El nombre, Cuatro Pasos, procede de las cuatro huellas de oso descubiertas en un magnífico viñedo de las zonas más elevadas del Bierzo inspiraron el nombre de este vino. Cuatro firmes pasos que son imprescindibles para alcanzar la excelencia: selección de tierra, cuidado de la vid, clima idóneo y esmero en la elaboración.

De color rojo frambuesa, este Cuatro Pasos Rosé Mencía 2024 goza en nariz de una intensidad media-alta donde destacan las frutas rojas tipo frambuesas, fresa ácida, cerezas con una nota de fondo floral (violeta).En boca se muestra goloso, envolvente y otado de una fase retronasal muy frutal con un final fresco., siendo en suma un vino moderno y equilibrado. Sin crianza salvo su tiempo en botella, alcanza una graduación alcohólica de 13 %/Vol. servido a unos 10 o 12 ºC, es buen compañero de quesos de pasta blanda, ensalada, menestra, pasta y carnes blancas. Su PVP es de 7,50 €.
La bodega, situada en Cacabelos (León), forma parte de Martín Códax, y está situada a los pies del Camino de Santiago, donde se alza un caserón solariego del siglo XVIII de amplias estancias y techos altos. Sus cimientos conocen desde siempre el arte de la elaboración del vino y sus suelos se tiñeron miles de veces con el mosto de la mencía. Abandonado durante algunas décadas, la que fue bodega, lo podrá seguir siendo siempre. Es el lugar adecuado en donde, en 2003, nació Cuatro Pasos. Rápidamente, las cuadras dejan paso a las bodegas y los antiguos depósitos de hormigón sirven como naves de crianza. Lo antiguo y lo moderno se combinan perfectamente a favor de un buen resultado. Como cuenta la bodega, «El espíritu que se había perdido, vuelve a estar presente. Ya huele a vino. No hay nada como sentirse en casa».

