José Bono Rodríguez es, por más tesón que ponga en silenciarlo, un personaje de interés mediático y, desde que se hiciera pública su pedida de mano (en la que «no hubo anillo, sino reloj») a Aitor Gómez «en un viaje que hicimos hace unos meses a Egipto» (el enlace se celebrará el 20 de junio de 2020), la curiosidad que origina se supera por momentos.
Pese a su interés por mantenerse en ‘la sombra’, el hijo del exministro de Defensa José Bono y la empresaria Ana Rodríguez Mosquera ha concedido una entrevista a Vanity Fair en la que ha desvelado algunos detalles sobre el esperado día en el que se dará el «sí, quiero» con su prometido, a quien la diferencia de once años de edad no le afecta en absoluto.
En cuanto al hecho de que durante años le hayan relacionado con mujeres públicamente, bromea:
«He leído las noticias en este sentido, pero jamás las he alimentado. Dijeron que era novio de una de mis mejores amigas, Carolina Aresu. ¡Nos caímos al suelo de la risa!».
«Me han gustado los chicos desde siempre. Mi familia creo que se dio cuenta antes que yo. Siempre me han ayudado».
También ha desvelado cómo reaccionó su padre cuando le comunicó que se casaba: «¡Fenomenal! Tiene muchas ganas de vernos felices. A menudo nos decía que formalizásemos la situación. Ha sido y es mi aliado en la vida… y también en mi boda».
Tampoco ha dejado pasar la oportunidad de aclarar las suspicacias y dudas acerca de la relación que mantiene con su padre; tanto es así, que, según revela, cuando el socialista (a quien se refiere como «mi aliado en la vida y también en mi boda») ‘se enteró’ de su orientación sexual, reaccionó «fenomenal», puesto que lo único que le interesa es «verme feliz»:
«Mi apellido es conocido y mi orientación sexual, contada con la normalidad con la que vivo, puede llamar la atención. Pero si mi boda y la publicidad que la acompañe, que yo no busco, sirve a alguien y es útil para la normalización de los sentimientos, yo estaré encantado. Hay que perder el miedo a la diferencia. Yo lo he perdido y animo a que lo pierdan quienes aún lo tengan».
El jinete revela detalles curioso:
«mi familia se dio cuenta antes que yo. En mi círculo sabían que era gay».
Su gran referente son sus abuelos, puesto que «llevan juntos muchos años» y, acerca de personalidades con las que no comparte sangre, tuvo palabras de cariño para Zapatero, a quien «conoce bien y es buena persona» y Felipe González, bajo su punto de vista, «el gran presidente de la historia reciente de España»; una disposición absolutamente antagónica a la que adoptó con María Dolores de Cospedal, de quien insinúa que trató de menoscabar a su progenitor:
«¡Fíjese cómo ha terminado su carrera! Finiquitada por espiar junto al comisario Villarejo», concluyó.
