El mundo del tenis español está de luto.
Juan Aguilera Herrera, uno de los tenistas más talentosos que ha dado nuestro país, falleció el 25 de marzo de 2025 en un hospital de Barcelona a los 63 años, tras una larga batalla contra una enfermedad.
Su muerte ha conmocionado a la comunidad deportiva, que recuerda con cariño su inigualable revés cortado y su estilo elegante en la pista.
Una carrera brillante pero discreta
Nacido en Barcelona el 22 de marzo de 1962, Juan Aguilera dejó una huella imborrable en el tenis español de los años 80 y principios de los 90. Su talento precoz le llevó a destacar desde muy joven, formándose en el Club Tennis Barcino y alcanzando las semifinales del prestigioso Orange Bowl en 1980, antes de dar el salto al profesionalismo en 1981.
A lo largo de su carrera, Aguilera cosechó importantes éxitos que lo catapultaron a la élite del tenis mundial:
- Alcanzó el puesto número 7 del ranking ATP en septiembre de 1984.
- Conquistó 5 títulos ATP, todos ellos sobre tierra batida.
- Se convirtió en el primer tenista español en ganar un Masters 1000 (entonces llamado Grand Prix Championship Series) en Hamburgo 1990.
Su victoria más memorable llegó precisamente en ese torneo de Hamburgo, donde derrotó en la final a Boris Becker con un contundente 6-1, 6-0 y 7-6. Esta actuación le valió el apodo de «profesor» entre sus compañeros, quienes bromeaban saludándole como «Good morning professor» en los días posteriores.
Un estilo único y un legado perdurable
Juan Aguilera se caracterizó por su elegante estilo de juego, destacando especialmente su revés cortado a una mano, una rareza en aquella época que lo convirtió en referente para muchos jugadores. Su dominio en tierra batida era indiscutible, aunque su mejor resultado en Grand Slam fue alcanzar los octavos de final de Roland Garros en 1984.
A pesar de sus logros, Aguilera optó por mantener un perfil bajo tras su retirada en 1991. Rechazó ofertas para entrenar a jugadores profesionales y prefirió dedicarse a la enseñanza del tenis a niños en el Club de Tenis Premià de Dalt. Esta decisión, junto con su discreción mediática, lo convirtieron en una figura menos conocida para el gran público en comparación con otros tenistas españoles de su nivel.
Un adiós rodeado de amigos y recuerdos
En sus últimos días, Juan Aguilera estuvo acompañado por su familia y amigos cercanos del mundo del tenis. Entre ellos se encontraban figuras como Jordi Arrese, Carlos Costa, Álex Corretja y Mats Wilander, con quien mantuvo una estrecha amistad a lo largo de los años. Su última voluntad fue sencilla pero significativa: disfrutar de una cerveza bien fría con sus seres queridos.
El legado de Juan Aguilera trasciende sus títulos y victorias. Su talento, humildad y pasión por el tenis inspiraron a toda una generación de jugadores españoles que más tarde dominarían el circuito internacional. Aunque su nombre pueda no ser tan conocido como el de otras leyendas del tenis español, su contribución al deporte es innegable.
Con la partida de Juan Aguilera, el tenis español pierde a uno de sus grandes talentos, un jugador que supo combinar la excelencia en la pista con la discreción fuera de ella. Su revés cortado, su elegancia y su espíritu deportivo quedarán para siempre en la memoria de quienes tuvieron el privilegio de verlo jugar. Descanse en paz, profesor Aguilera.
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