El ser humano es curioso por naturaleza. Por eso, como en muchos ámbitos de la vida, uno de los mayores placeres del sexo (si no el mayor) está en probar cosas nuevas, atrevernos a cruzar fronteras y descubrir placeres desconocidos e inesperados. Probablemente las primeras experiencias sexuales de cualquiera sean básicas, rudimentarias y funcionales: misionero, y a correr, con suerte en unos pocos minutos.
Pero los años pasan, y llega un momento que el sexo es aburrido si no probamos cosas nuevas. El sexo anal es una de ellas. A muchas parejas les impone cierto respeto y un temor: ¿dolerá? Otras, en cambio, aprenden a disfrutarlo hasta el punto de integrarlo en su práctica habitual. De hecho, es la tercera práctica sexual más habitual en todo el mundo.
Todo depende de cómo te inicies. Así, si lo hacéis cuidando el detalle, preparando vuestro cuerpo para ello y convencidos de que ambos podéis disfrutarlo, la experiencia tendrá muchas posibilidades de convertirse en un éxito para ambos, y la disfrutaréis los dos. Tanto, que probablemente queráis repetirla y os aficionéis a introducir esta práctica en vuestra relación.
¿Cómo prepararnos para el sexo anal?
A disfrutar del sexo anal también se aprende, dicen los que saben del tema. Y hay algunas nociones básicas que os ayudarán en esta aventura:
- Preparad vuestro cuerpo para el sexo anal: el ano está rodeado de una musculatura, que debéis preparar para sacarle el máximo partido a esta práctica sexual. Podéis empezar con caricias y juegos. Otra opción es que la persona que va a ser penetrada se prepare antes en solitario. Es una buena forma de conocerse a sí misma.
- Introducid juguetes en la relación: el sexo anal exige de una dilatación en la que suelen ser de gran ayuda los juguetes sexuales que se venden en los sex shop de calidad como Amor de Goma. En este sentido, los plug anales se han convertido en los últimos años en uno de los objetos más vendidos en estas tiendas. Los hay de todo tipo: de colores, con divertidos rabos para facilitar el juego, dildos o, por qué no, las bolas tailandesas.
Estos juguetes permiten dilatar el ano y prepararlo para la penetración. Existen sets de plug anal en los que encontraréis el tamaño adecuado a cada momento, de modo que podéis ir cambiando e incrementando el tamaño (y el placer) a medida que el cuerpo se va adaptando. De esta forma, evitarás lo que más temen las parejas que dudan de iniciarse en esta práctica, el dolor. Para que todo sea un éxito la penetración debe ser el último paso de una liturgia completa de caricias, carantoñas y juegos con el plug anal de por medio. De esta forma, el cuerpo estará preparado y ambos estaréis listos para alcanzar el clímax.
- Extremad la limpieza antes de empezar: esto, que es importante en el sexo, lo es todavía más en el caso del sexo anal. Realizando una lavativa evitaréis infecciones y sorpresas desagradables.
- Ayudaos de un lubricante: es otro de los básicos en una pareja, que en el caso del griego se convierte en un indispensable. El lubricante facilitará que la penetración se produzca suavemente y sin dolor, ayudando así a la dilatación del ano.