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El sábado 3 de febrero La Otra Crónica (LOC) de El Mundo sorprendió con la noticia de la separación de Yolanda Díaz. La lideresa de SUMAR es una experta en controlar su imagen pública y ha conseguido que su ruptura matrimonial pase absolutamente desapercibida para la prensa del corazón. La noticia se ha filtrado en el suplemento rosa del diario de Unidad Editorial en un momento álgido de la guerra entre su partido y Unidas Podemos. Un enfrentamiento que acaba de vivir una de sus escenas más esperpénticas: la denuncia hecha ante la Policía por los cuatro diputados de Podemos en el Congreso de los Diputados. Los de Ione Belarra pusieron en conocimiento de los agentes que las puertas de sus despachos, asignados cuando aún formaban parte de Sumar, fueron forzadas y sus pertenencias depositadas por los pasillos del hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo.
Según LOC el matrimonio de la Vicepresidenta del Gobierno ha terminado por desgaste y sin malos rollos entre ellos. «Ella trabaja muchísimas horas, por lo que se han ido distanciando. Pero se llevan genial, son amigos y siguen comportándose como una familia. No hay ningún mal rollo, ni terceras personas», esgrimen las fuentes de LOC sobre las posibles causas de este divorcio.
Ya en su visita a Late Chou en La 2 con Marc Giró, Díaz aseguró que su familia era «muy monoparental». La gallega vive en Madrid en un piso propiedad del Gobierno junto a su hija Carmela. Fuentes cercanas a la Ministra de Trajo hablan del traslado a Madrid como principio del fin de su matrimonio. Así se entienden las declaraciones recientes de Díaz asegurando que echaba mucho de menos su Galicia natal. Las fuentes consultadas por Periodista Digital aseguran que «en 2022 empezaron planear su separación». En ese momento, Juan Andrés Meizoso hizo ver a la madre de su hija que «no estaba cómodo en la capital y con una vida condicionada a los cargos de Yolanda».
Una hija y una hipoteca a medias
Meizoso perdió su trabajó en 2008, en el inicio de la crisis financiera, y le costó mucho volver a incorporarse al mercado laboral. El traslado a Madrid suponía tener que renunciar a su carrera profesional. Un sacrificio que para el gallego era demasiado. Finalmente, a finales de 2021 decidió trasladarse a Madrid junto a su esposa al encontrar trabajo como deliniante. Sin embargo, tal y como contamos no fue capaz de adaptarse a su nuevo destino.
El arquitecto y la política se casaron el 15 de noviembre de 2004 en el centro cultural Torrente Ballester de Ferrol, en una ceremonia civil privada. Ella eligió vestirse se rojo. Se instalaron en la localidad de Fene (La Coruña) muy cerca de Ferrol. Pueblo al que Meizoso ha vuelto a vivir. Allí trabaja para Navantia. Allí ambos tienen una inmueble en propiedad, a 50 %. Según publicó en su momento Luca Constantini en The Objective, además de una hija de 11 años, la pareja comparte una hipoteca de 168.284 euros y entre sus bienes aparecen una vivienda, un despacho de abogados y dos coches.
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