CRISIS EN EL PSOE

Miss Asturias abandona el PSOE tras sentirse desamparada: el escándalo Ábalos y las sombras del caso Koldo

Claudia Montes, ex Miss Asturias, denuncia la falta de apoyo del PSOE mientras el escándalo por su contratación y las acusaciones contra Koldo García sacuden al partido

Miss Asturias abandona el PSOE tras sentirse desamparada: el escándalo Ábalos y las sombras del caso Koldo

La política española vuelve a salpicarse de polémica con la renuncia de Claudia Montes, ex Miss Asturias, a su militancia en el PSOE. La joven, contratada durante el mandato de José Luis Ábalos como ministro de Transportes en una filial de Renfe, ha estallado públicamente contra el partido que, según sus palabras, no la ha respaldado ante el linchamiento mediático y político que sufre por su vinculación al llamado caso Koldo. Montes, quien fuera contratada bajo circunstancias ahora cuestionadas por la justicia, denuncia una situación “indignante” en un partido que se proclama defensor de la igualdad y los derechos de las mujeres.

En una carta dirigida a Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, Montes acusa al partido de indiferencia frente al acoso sufrido. «Es decepcionante que el partido de la igualdad me deje sola ante este linchamiento», señala con dureza. A esta tensión se suman revelaciones sobre supuestas irregularidades en su contratación y presuntas peticiones obscenas de Koldo García, asesor cercano a Ábalos, que han añadido leña al fuego.

El caso Koldo: favores, abusos y obscenidades

La trama comienza en 2019 cuando Ábalos, entonces ministro de Transportes, pidió a Koldo que gestionara la contratación de Montes en una empresa pública dependiente del Ministerio. Según informes policiales recientes, se utilizó un currículum falseado para facilitar su entrada en Logirail. Pero la controversia no se limita a esto: Montes ha denunciado que Koldo le pedía favores personales inapropiados y mantenía un comportamiento que ella calificó como humillante.

Mensajes interceptados por la Guardia Civil revelan cómo Koldo llegó a llamarla hasta 20 veces al día para pedirle fotos desnuda o videollamadas con contenido sugerente. «Cógeme», insistía Koldo en sus mensajes, mientras utilizaba su posición para ejercer presión sobre ella. Montes asegura tener pruebas grabadas de estas peticiones obscenas y lamenta haber soportado estas situaciones por miedo a perder su trabajo.

Por si fuera poco, las conversaciones entre Ábalos y Koldo muestran un trato distante del exministro hacia Montes cuando ella denunció estos comportamientos. En lugar de apoyarla, Ábalos reenvió sus mensajes a Koldo con un lacónico comentario: «Ni que estuviera obligado a algo». Este intercambio ha sido interpretado como una muestra del desinterés del exministro por las denuncias de acoso dentro de su equipo.

La sombra del enchufismo en Logirail

La UCO también ha puesto sobre la mesa cómo se gestionó la contratación de Claudia Montes. En 2019, Ábalos preguntó directamente: «¿A la de Gijón no la pueden contratar en Renfe o alguna subcontrata?». Días después, con ayuda de Koldo, Montes consiguió el puesto tras enviar un currículum manipulado. Este detalle ha sido utilizado por críticos para cuestionar los estándares éticos y legales del proceso.

La relación laboral entre Montes y Logirail estuvo plagada de tensiones. Según los informes policiales, Claudia trasladaba constantemente sus problemas laborales a Koldo e incluso agradeció personalmente a Ábalos su intervención para mantener su empleo. Sin embargo, con el tiempo las relaciones se deterioraron y su contrato terminó siendo rescindido tras varios conflictos internos y la apertura de un expediente disciplinario.

El impacto político: ¿un caso aislado o síntoma sistémico?

El escándalo trasciende lo personal e impacta directamente al PSOE en un momento delicado para el partido. Desde la oposición, el Partido Popular ha exigido explicaciones sobre las actuaciones de Ábalos y ha puesto bajo escrutinio los posibles abusos en el uso de recursos públicos durante su mandato como ministro. Por otro lado, Podemos ha pedido que el PSOE devuelva cualquier dinero público malversado en estas actividades sospechosas.

El caso también expone una aparente desconexión entre los valores proclamados por el PSOE y sus acciones internas. Mientras el partido defiende públicamente la igualdad y los derechos de las mujeres, figuras como Montes denuncian haber sido abandonadas frente al acoso mediático y laboral derivado de estas polémicas internas.

Una crisis con consecuencias inciertas

Aunque Claudia Montes asegura no haber tenido ninguna relación sentimental con José Luis Ábalos más allá de lo estrictamente profesional, algunos sectores mediáticos han tratado de vincularla románticamente con el exministro, lo que ella misma ha calificado como difamatorio. Esta situación ha afectado no solo su imagen pública sino también su vida personal y familiar. «He sido humillada y degradada; esto ya no es soportable», declaró recientemente tras hacerse pública su renuncia al partido socialista.

Mientras tanto, el futuro judicial del caso sigue siendo incierto. La Guardia Civil continúa investigando las implicaciones legales tanto de Ábalos como de Koldo García en esta trama que combina nepotismo, abusos laborales e incluso posible malversación pública. Los próximos meses serán cruciales para determinar si este caso es solo una anomalía o parte de un problema más amplio dentro del sistema político español.

Curiosamente, este escándalo no solo pone bajo lupa a sus protagonistas directos sino también al propio sistema político español, donde parecen haberse normalizado conductas éticamente cuestionables como los enchufes laborales o el uso indebido del poder.

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