Agustín Escobar, director ejecutivo de Siemens España, su esposa y sus tres hijos

Tragedia en Nueva York: mueren los 5 miembros de una familia española y el piloto al caer un helicóptero en el río Hudson

El helicópetro turístico era un Bell 206L-4 LongRanger IV de propiedad privada. Su capacidad usual es de siete pasajeros

Un helicóptero turístico Bell 206 se estrelló en el río Hudson, cerca de Manhattan, Nueva York.

El siniestro dejó seis víctimas mortales: cinco turistas españoles pertenecientes a una misma familia y el piloto de la aeronave.

Los españoles fallecidos son Agustín Escobar, director ejecutivo de Siemens España, su esposa y sus tres hijos.

La identidad del piloto aún no se ha dado a conocer, más allá de la información inicial de que se trataba de un joven de 21 años.

Los españoles habían llegado en vuelo desde Barcelona.

Agustín Escobar, de 50 años de edad, ostentó el puesto desde 2022, aunque desde 2019 lideraba Siemens Mobility para el suroeste de Europa.

Con más de 20 años de trayectoria en la empresa, había ocupado varios cargos de liderazgo en diversas áreas como movilidad, gestión energética, e infraestructuras, tanto en Europa como en América Latina y en Norteamérica.

El accidente tuvo lugar alrededor de las 15:17 (hora local), según confirmaron las autoridades.

El aparato cayó cerca del túnel Holland, un punto concurrido por su proximidad a Manhattan y Nueva Jersey.

Imágenes captadas por testigos muestran cómo el helicóptero perdió estabilidad en el aire antes de precipitarse al agua.

Según las primeras investigaciones, la aeronave sufrió una desintegración parcial mientras volaba, con partes como el rotor principal y la cola desprendiéndose antes del impacto.

Los equipos de rescate encontraron el fuselaje sumergido boca abajo en las frías aguas del río, que registraban temperaturas cercanas a los cinco grados.

Una familia muy española

Escobar era alto directivo de Siemens, con una trayectoria de más de 27 años en Siemens.

Su carrera comenzó en 1993 como responsable de ventas y gestión de proyectos de sistemas de automatización energética en España.

A lo largo de los años, fue ascendiendo dentro de la multinacional, ocupando diversos puestos en los sectores de infraestructuras, energía y movilidad.

Entre 1988 y 2010, desempeñó múltiples roles en España, centrados principalmente en el ámbito energético. Posteriormente, asumió la dirección corporativa de Estrategia y Desarrollo de Negocio Internacional en Norteamérica, liderando operaciones en Estados Unidos, Canadá y Mesoamérica. En 2012, fue nombrado CEO del sector de Infraestructuras y Ciudades en Latinoamérica, cargo que ocupó durante dos años antes de tomar las riendas de la división de Gestión Energética en la misma región, entre 2014 y 2018. Desde 2018 hasta el pasado año, fue CEO de Siemens Mobility en España, una responsabilidad que en diciembre de 2019 se amplió a la región suroeste de Europa.

En octubre de 2024, asumió la dirección ejecutiva global de Infraestructuras Ferroviarias en Siemens Mobility, lo que le llevó a trasladarse desde España a Berlín, Alemania.

El ejecutivo, acompañado de su familia, planeaba disfrutar de un viaje a Nueva York, una experiencia que incluía sobrevolar la ciudad. Una fotografía compartida por la empresa organizadora del tour capturó el entusiasmo de la familia —él, su esposa y sus tres hijos de 4, 5 y 11 años— momentos antes de subir al avión.

Su esposa, Merce Camprubí Montal, también destacaba profesionalmente como directiva en Siemens, donde ocupaba el puesto de gerente global de comercialización en el área energética. Además, era bisnieta de Agustí Montal Costa, presidente del FC Barcelona entre 1969 y 1977, una etapa en la que el club recuperó su identidad, incluyendo el nombre oficial, FC Barcelona, frente al castellanizado Club de Fútbol Barcelona impuesto en 1941.

El piloto, cuyo cuerpo aún no ha sido hallado, era la sexta persona a bordo.

La Administración Federal de Aviación (FAA) y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) han iniciado una investigación para esclarecer las causas del accidente. Aunque las condiciones meteorológicas incluían niebla densa, las autoridades descartan que la visibilidad haya sido un factor determinante en el siniestro.

La seguridad aérea bajo escrutinio

Este trágico evento vuelve a poner en cuestión la seguridad de los vuelos turísticos en Nueva York. Los cielos de Manhattan suelen estar ocupados por helicópteros privados y comerciales que ofrecen vistas panorámicas de la ciudad o transportan ejecutivos entre distintos puntos del área metropolitana. Sin embargo, accidentes previos han generado preocupación sobre la regulación de estas actividades.

En 2009, una colisión entre un avión y un helicóptero turístico sobre el Hudson dejó nueve muertos. Años después, en 2018, un helicóptero turístico con puertas abiertas cayó al East River, causando cinco fallecimientos. Ambos incidentes llevaron a peticiones para reforzar las medidas de seguridad en los vuelos recreativos.

El modelo Bell 206 utilizado este jueves es uno de los más populares para servicios turísticos debido a su maniobrabilidad y capacidad para vuelos cortos. No obstante, también ha estado involucrado en otros accidentes en el pasado. Según expertos consultados tras el siniestro, podría haber fallos mecánicos asociados al desgaste o mantenimiento inadecuado.

Testimonios desgarradores

Varios testigos presenciaron horrorizados cómo el helicóptero caía al agua. “Lo vi girar fuera de control; había humo saliendo antes del impacto”, relató Lesly Camacho desde un restaurante cercano en Hoboken, Nueva Jersey. Otros describieron ruidos fuertes similares a explosiones mientras fragmentos del aparato se desprendían.

Mandy Bowlin, una testigo del incidente, contó que se encontraba a bordo de un barco turístico de Circle Line cuando escuchó un estruendo a sus espaldas y vio cómo un helicóptero se desplomaba. El rotor se desprendió y la aeronave cayó al agua, arrojando algunos restos hacia la embarcación.

Un residente neoyorquino afirmó que “si hubiera caído unos metros más hacia adentro, habría impactado directamente contra edificios residenciales”. La rápida actuación de los equipos de emergencia evitó daños mayores; sin embargo, no fue posible salvar a ninguna persona a bordo.

Reacciones y medidas inmediatas

Las autoridades locales han emitido advertencias sobre posibles retrasos y tráfico debido a la concentración de vehículos de emergencia cerca del lugar del accidente. Además, han reforzado la vigilancia aérea mientras se llevan a cabo las investigaciones preliminares.

Por su parte, la comunidad española en Nueva York ha expresado su solidaridad con los familiares de las víctimas. El Consulado General de España está proporcionando asistencia consular a los afectados y coordina con las autoridades locales para repatriar los cuerpos.

Este trágico incidente subraya nuevamente la necesidad urgente de revisar los estándares operativos en la aviación turística para garantizar una mayor seguridad tanto para locales como para visitantes internacionales que buscan disfrutar del icónico paisaje neoyorquino desde el aire.

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