Receta refrescante y con fundamento, ajoblanco cordobés, dieta Mediterránea a cucharadas. Existen variantes del ajoblanco, como el malagueño o almeriense. Todos tienen en común ingredientes como el ajo, las almendras, el pan duro y el aceite de oliva virgen.
Si te gustan las sopas frías como el gazpacho, en Periodista Digital te contamos la receta de ajoblanco cordobés.
Historia del ajoblanco
El ajoblanco el antecesor del gazpacho andaluz, esta sopa fría que tomaban los trabajadores del campo para hidratarse y calmar el hambre al principio era similar al ajoblanco. Se usaba el aceite, pan del día anterior, ajo y aceite de oliva.
Se sabe que el ajoblanco es una receta muy antigua de origen morisco, popular en Córdoba, Granada y Málaga. Los moriscos eran los descendientes de los musulmanes españoles obligados a convertirse a la fe católica o al exilio entre 1502 y 1525.
Por un lado los ingredientes del ajoblanco son similares a los del gazpacho, salvo el tomate. Esta hortaliza llegó a España en el siglo XVI. Los Conquistadores españoles trajeron a España el tomate, junto a otros productos como el cacao, la patata o el pimiento.
A qué ciudad española llegó no está claro. Hay varias hipótesis, una de ellas señala Sevilla como primer puerto donde llegaron los tomates, tal como defiende el historiador Carlos Azcoytia.
Sin embargo el tomate se usaba como planta ornamental, incluso se creía que los tomates podían ser venenosos. A lo largo del siglo XVI y XVII se seguía teniendo prudencia sobre su consumo. Fue a partir del siglo XVIII y el XIX cuando el consumo del tomate se incrementó en toda Europa.
Posiblemente fuera en el siglo XVIII, cuando se incorporó el tomate al ajoblanco, dando lugar a la receta de gazpacho andaluz que hoy conocemos.
La receta de ajoblanco también tiene sus variantes, se puede añadir uvas, trocitos de pepino incluso hay quien le añade trocitos de jamón serrano.
Málaga y Badajoz tiene fiestas en honor al ajoblanco, a mediados de agosto en Herrera del Duque en Badajoz y el primer sábado de septiembre en Almáchar en Málaga
Nutrientes que aporta el ajoblanco
Entre los nutrientes destacan los hidratos de carbono, por parte de las almendras y el pan duro. Por eso esta sopa fría es tan nutritiva, (mucho más que el gazpacho).
Las almendras son frutos secos y como tal tiene mucha energía. Aportan 610 calorías, y casi 14 gramos de fibra por ración. Tiene muchas proteínas, 18.7 gramos y además ácidos poliinsaturados Omega-3 que son un alimento de gran calidad para nuestro cerebro.
Las almendras también tienen calcio, incluso más que la leche. 100 gramos de almendras tienen 252 mg de calcio frente a 100 ml de leche de vaca que aporta 125 g de calcio y 4,4 mg de hierro.
En el capítulo de las vitaminas las almendras son ricas en ácido fólico o vitamina B9 con 45 ug por ración. También aportan vitamina A, 20 ug. Si a las almendras le sumamos el pan, el aceite de oliva, los ajos y el agua. Esta receta resulta sabrosa y perfecta para el verano al contener tanta agua.
Receta de ajoblanco cordobés
Ingredientes
- Dientes de ajo – 3 unidades
- Pan duro – 200 g
- Aceite de oliva virgen extra – 125 ml
- Almendras peladas – 200 g
- Vinagre de vino blanco – 2 cucharada
- Agua muy fría – 1.2 litros
- Sal – al gusto
Para acompañar
- Uvas
- Melón
- Manzana,
- Almendras ralladas
- Taquitos de jamón curado
- Gambas
Preparación
- En primer lugar colocar en un recipiente el pan troceado a remojo con medio litro de agua fría y dos cucharadas de vinagre. Dejar reposar cinco minutos.
- A continuación triturar las almendras en la picadora con la batidora de mano. Para no sobrecargar el electrodoméstico, tritura en tandas de 20 segundos, descansa y vuelve a triturar. Necesitamos la textura más fina posible.
- Añade al recipiente donde tenemos las almendras picadas el pan remojado, los dientes de ajo cortados en trocitos, y el aceite. Triturar de nuevo hasta integrar los ingredientes, mientras vamos añadiendo a chorrito el agua fría que nos queda (usamos medio litro con el pan nos quedan aún 700 ml por añadir).
- Probar el resultado y sazonar con sal al gusto.
- A la hora de servir se puede acompañar, con unos trocitos de jamón, gambas o palitos de cangrejo si prefieres aumentar las proteínas. O con unos trocitos de melón o de uva si te gusta darle un toque más dulce.
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