El cuello de ternera, conocido popularmente como el solomillo del pobre, es una de esas piezas que demuestran que no hace falta gastar mucho para disfrutar de una buena carne. Este corte proviene de una zona rica en fibras y gelatina, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para platos cocinados a fuego lento. Su textura melosa y su sabor intenso lo sitúan como protagonista de recetas tradicionales, especialmente en guisos y estofados.
En España, este corte es ampliamente utilizado por su relación calidad-precio. Aunque puede pasar desapercibido frente a cortes más populares como el solomillo o el entrecot, el cuello ofrece un rendimiento excepcional cuando se trata de cocina casera.
Un corte lleno de posibilidades
El cuello de ternera destaca por su versatilidad en la cocina. Entre sus principales usos encontramos:
- Guisos y estofados: Gracias a su contenido en colágeno, resulta perfecto para preparaciones largas que buscan obtener una carne tierna y jugosa.
- Caldos reconstituyentes: Aporta un sabor profundo al caldo, ideal para sopas o como base para otras recetas.
- Platos a la parrilla o al horno: Aunque menos común, puede marinarse previamente para asados lentos que deshacen la carne en cada bocado.
Cocineros tradicionales y chefs modernos han sabido aprovechar las cualidades del cuello de ternera para crear platos memorables. Desde un estofado con patatas hasta una versión contemporánea con especias asiáticas, este corte se adapta a múltiples estilos culinarios.
Consejos clave para cocinarlo
Si decides aventurarte con este corte, ten en cuenta los siguientes consejos:
- Tiempo y paciencia: La clave está en la cocción lenta. Así es como se logra que las fibras se deshagan, liberando toda su untuosidad.
- Marinado previo: Si lo vas a cocinar al horno o parrilla, marínalo durante unas horas con hierbas aromáticas, vino tinto o especias para potenciar su sabor.
- Acompañamientos ideales: Este tipo de carne combina perfectamente con guarniciones como patatas, zanahorias, arroz o incluso purés cremosos.
Receta estrella: Estofado de cuello de ternera
Para cerrar con broche de oro, compartimos una receta sencilla pero infalible: un estofado tradicional con cuello de ternera.
Ingredientes (para 4 personas)
- 1 kg de cuello de ternera troceado
- 2 cebollas grandes
- 3 dientes de ajo
- 3 zanahorias
- 150 ml de vino tinto
- 500 ml de caldo de carne
- 2 hojas de laurel
- Harina para enharinar
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra al gusto
Preparación
- Preparar la carne: Salpimenta los trozos de cuello y pásalos por harina. Sacude el exceso.
- Dorar la carne: En una cazuela grande, calienta aceite y sella los trozos hasta que estén dorados. Retíralos y resérvalos.
- Sofrito: En el mismo aceite, pocha las cebollas picadas junto con los ajos. Añade las zanahorias cortadas en rodajas.
- Deglasar: Vierte el vino tinto sobre el sofrito y cocina unos minutos hasta que evapore el alcohol.
- Cocción lenta: Reincorpora la carne a la cazuela junto con el caldo y las hojas de laurel. Cocina a fuego bajo durante 2 horas, removiendo ocasionalmente.
- Rectificar sabores: Comprueba la sal y pimienta antes de servir.
Sugerencia final
Este estofado es perfecto acompañado por pan rústico o unas patatas chascadas cocinadas directamente en la misma salsa durante los últimos 30 minutos.
El cuello de ternera es una prueba fehaciente de que los cortes humildes tienen mucho que ofrecer. Su sabor inigualable y su capacidad para transformar cualquier receta en un plato reconfortante hacen que sea imposible no rendirse a sus encantos culinarios.
¡Anímate a probarlo!