RECETAS MARINERAS CON UN TOQUE DE PICANTE

Mejillones picantes: el mar y el fuego en tu mesa

Un plato marinero con salsa sabrosa y ese punto de alegría que conquista cualquier paladar

Mejillones picantes
Mejillones picantes. PD

Los mejillones picantes son una de esas recetas que consiguen reunir a la familia y a los amigos alrededor de la mesa.

Su origen se pierde entre las cocinas de pescadores y las barras de los bares de tapeo, pero lo que está claro es que cada bocado transporta al comensal a la costa, con su aroma a mar y su salsa irresistible.

En estos días en los que buscamos platos sencillos, pero con chispa, los mejillones picantes se han convertido en un clásico indispensable.

La receta tradicional apenas ha cambiado con el paso del tiempo.

Se trata de un plato humilde, económico, pero lleno de matices. El secreto reside en encontrar el equilibrio: el picante debe potenciar el sabor del mejillón sin enmascararlo.

Como decía una conocida abuela gallega: “el picante tiene que bailar, no pelear”.

Ingredientes sencillos, resultado espectacular

Para preparar mejillones picantes para cuatro personas necesitas:

  • 1 kg de mejillones frescos
  • 1 cebolla grande
  • 2 dientes de ajo
  • 2 tomates maduros rallados o 200 ml de tomate triturado
  • 1 hoja de laurel
  • 1/2 vaso de vino blanco seco
  • 1 cucharadita de pimentón (mezcla dulce y picante)
  • 1 guindilla cayena entera (ajusta al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta negra recién molida
  • Perejil fresco picado para decorar (opcional)
  • Limón en rodajas para servir (opcional)
  • Pan crujiente para mojar en la salsa (imprescindible)

Paso a paso: tradición y técnica

1. Limpieza meticulosa

Lava bien los mejillones bajo agua fría. Con ayuda de un cuchillo o un cepillo, elimina las barbas y cualquier impureza adherida a las conchas. Desecha los ejemplares rotos o que no se cierren al darles un golpecito.

2. Cocción rápida

Coloca los mejillones limpios en una cazuela grande con el laurel y un chorrito de agua. Tapa y pon a fuego medio-alto hasta que se abran (unos 5-7 minutos). Retira los que no se hayan abierto. Reserva los mejillones cocidos y cuela el caldo resultante.

3. Salsa con garra

En una sartén amplia, sofríe la cebolla y el ajo muy picados con un buen chorro de aceite hasta que estén dorados y fragantes. Añade la guindilla cayena entera (puedes poner más si te gusta fuerte). Incorpora el tomate rallado o triturado y cocina hasta que pierda el exceso de agua.

Agrega el pimentón (mezcla dulce y picante), remueve rápido para que no se queme e inmediatamente vierte el vino blanco. Deja reducir unos minutos.

Incorpora parte del caldo reservado de cocer los mejillones (unos 200 ml), salpimenta al gusto y cocina la salsa a fuego medio hasta que espese ligeramente.

4. Unir mar y fuego

Añade los mejillones cocidos a la sartén con la salsa, mezcla suavemente para que se impregnen bien del sabor y deja que todo se funda durante 2-3 minutos a fuego bajo.

5. Servir como en casa

Sirve los mejillones calientes, espolvoreados con perejil fresco picado si te apetece. Unas rodajas de limón aportan frescor para quien lo desee. El pan es obligatorio para mojar esa salsa tan especial.

Consejos para triunfar siempre

  • Usa mejillones frescos: su carne es más jugosa y sabrosa.
  • El nivel de picante depende del gusto: puedes quitar la guindilla antes si prefieres suavidad.
  • Si quieres una salsa más ligada, añade una cucharadita de harina tras pochar la cebolla antes del tomate.
  • El vino blanco seco realza el conjunto, pero puedes sustituirlo por sidra natural o incluso cerveza rubia.

Variaciones regionales

En Galicia, suelen añadir pimiento rojo o verde al sofrito; en Andalucía, es habitual usar comino o incluso un toque ahumado con pimentón de la Vera. En Bélgica, los moules piquantes llevan nata líquida y puerro; en versión asiática se incorpora jengibre fresco o pasta de curry rojo.

Maridaje perfecto

Este plato pide vinos blancos gallegos como Albariño o Godello, pero también va genial con cervezas ligeras tipo lager o una sidra asturiana bien fría.

Por qué triunfan estos mejillones

Los mejillones picantes son ricos en proteínas, bajos en grasa e increíblemente sostenibles. Su sabor intenso, su facilidad para compartirlos al centro, y esa salsa que invita al “pan y moja”, los hacen ideales tanto para un aperitivo informal como para lucirte en una comida especial.

“La clave está en dejarse llevar por el aroma del mar… y disfrutar mojando pan sin culpa”.

Atrévete a preparar estos mejillones: te prometo que repetirás receta… ¡y pan!

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Yéssica Salazar

Licenciada en Comunicación Social, mención Periodismo. Con Máster en Gerencia y Tecnologías de la Información. Con infinito amor por el periodismo y los medios audiovisuales que me han permitido conocer nuevos senderos, diferentes y desconocidos.

Lo más leído