La ecuación de Trump sobre el proyecto nuclear iraní

Este articulo fue escrito por IONI BEN MENAJEM y publicado en EPOCH

Estados Unidos está decidido a eliminar completamente el programa nuclear de Irán. Así lo anunció esta semana Mike Walz, asesor de seguridad nacional de la administración Trump.

En una entrevista con CBS, Walz declaró: «Queremos el desmantelamiento completo del programa nuclear iraní. Irán debe renunciar a su programa de forma que pueda verificarse ante los ojos del mundo entero […]. Como ha indicado el presidente Trump, nos estamos acercando a un punto crítico. Todas las opciones están sobre la mesa, y es hora de que Irán abandone por completo sus ambiciones de obtener armas nucleares».

Walz advirtió que «si Irán obtiene armas nucleares, Oriente Medio se verá sumido en una carrera armamentista nuclear, y eso es inaceptable desde la perspectiva de nuestra seguridad nacional». Sin embargo, señaló que todavía hay una posibilidad de diplomacia entre Washington y Teherán, aunque todas las opciones están sobre la mesa.

Los comentarios de Walz se produjeron después de que Steve Witkoff, enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, señalara que el mensaje que Trump envió al líder supremo de Irán, Ali Khamenei, tenía como objetivo evitar la escalada.

Witkoff se dirigió a Irán y dijo: «Necesitamos crear un mecanismo de verificación para que nadie tema la posibilidad de que sus materiales nucleares se conviertan en armas, porque la alternativa no es muy exitosa». Destacó que el objetivo de Trump es evitar un conflicto militar generando confianza con Irán. Dijo que «el mensaje no era una amenaza sino un llamado al diálogo».

«No tenemos que resolver todo militarmente», añadió Witkoff en una entrevista con Fox News. Nuestro mensaje a Irán es: Reunámonos y veamos si, mediante el diálogo y la diplomacia, podemos alcanzar la solución adecuada. Si lo logramos, ¡genial! Si no, la alternativa no es buena.

Fuentes políticas afirman que Trump ha vuelto a adoptar la estrategia de «máxima presión» sobre Irán, que adoptó durante su primer mandato, que incluye esfuerzos para reducir a cero las exportaciones de petróleo iraní. Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de este año, se han impuesto cuatro rondas de sanciones a Irán.

Por otra parte, Teherán ha seguido enriqueciendo uranio hasta un nivel del 60% desde abril de 2021. Se está acercando al nivel de enriquecimiento del 90% necesario para producir armas nucleares, superando así ampliamente el límite establecido en el acuerdo nuclear (3,67%).

Irán afirma que sus objetivos son puramente civiles, pero los países occidentales y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) advierten que no hay una explicación civil creíble para ello. El director del OIEA, Rafael Grossi, advirtió que «se acaba el tiempo» para alcanzar un acuerdo que frene el programa nuclear de Irán.

Fuentes políticas de alto nivel en Jerusalén señalan que, en una entrevista con el podcast del periodista conservador Tucker Carlson a principios de esta semana, Witkoff reveló que el último mensaje que Trump envió a los líderes iraníes indica la posibilidad de un cambio fundamental en las relaciones entre Washington y Teherán. Este cambio se basa en una ecuación clara, aunque difícil de implementar: «incentivos económicos a cambio de una renuncia declarada al programa nuclear».

Según las mismas fuentes, esta ecuación abierta da a Irán una comprensión directa y clara de la estrategia y las demandas de Trump, así como la forma adecuada de negociar con él, pero también presenta a Jamenei un desafío importante: aceptar sentarse a la mesa de negociaciones con Estados Unidos mientras este demuestra su fuerza, sin concesiones ni garantías previas.

Según ellos, la importancia de las palabras de Witkoff radica en que reflejan una característica clave que distingue la era Trump de la era Biden: su clara dependencia de la “diplomacia personal” y su papel central en la dinámica de la toma de decisiones. Trump es una persona que toma decisiones de forma directa y decisiva y da un apoyo total y claro a quienes lo representan directamente en las negociaciones, lo que explica la posición de poder estadounidense y la claridad que caracteriza su conducta en las negociaciones.

La “nueva América” de Trump prefiere acuerdos abiertos y directos a principios abstractos, exponiendo sus intereses sin cobertura ideológica. A la luz de esta realidad, el mundo en rápida transformación plantea al Medio Oriente la necesidad de prepararse para el nuevo realismo de Trump, con una profunda conciencia tanto de las oportunidades que ofrece como de los riesgos que conlleva, dicen estas fuentes políticas.

La respuesta de Irán
El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araqchi, dijo que la estrategia de Irán son «negociaciones indirectas» con Washington. Descartó la posibilidad de una guerra con EEUU, pero enfatizó que el «alto nivel de preparación» del país constituye un elemento disuasorio ante cualquier amenaza externa.

Sin embargo, dejó claro que Irán «también está preparado para un escenario de guerra». La agencia oficial de noticias IRNA citó a Araqchi diciendo a los equipos de rescate de la Media Luna Roja: «Las fuerzas armadas, los equipos de rescate, el gobierno y el pueblo, todos están en alerta y listos».

Araqchi enfatizó que «el nivel de preparación en Irán impide que cualquiera de las partes considere un ataque contra nosotros, debido a la comprensión general de las graves consecuencias que esto podría derivar […]. Estoy convencido de que no habrá guerra, porque estamos plenamente preparados para tal escenario».

Más tarde dijo a los periodistas que «la República Islámica no entrará en negociaciones directas con Estados Unidos bajo un régimen de máximas sanciones y amenazas». Nuestra política es clara: no habrá negociaciones directas con Washington bajo presión y amenazas […] Si no vemos un cambio fundamental en la actitud de la otra parte hacia el pueblo iraní, nuestra postura firme seguirá siendo clara e inequívoca».

Señaló que “si bien la puerta sigue abierta para el diálogo indirecto, no podemos mantener conversaciones directas a la sombra de políticas hostiles y acusaciones reiteradas”.

Teherán recibió un mensaje de Trump este mes, dándole una extensión de dos meses para decidir si entra en nuevas negociaciones o enfrenta la posibilidad de una acción militar. Jamenei rechazó la oferta de conversaciones, calificándola de «oferta engañosa», y advirtió que las negociaciones con la administración Trump «aumentarían las sanciones e intensificarían la presión sobre Irán».

En una entrevista televisiva, Araqchi dijo que el mensaje de Trump «es más bien una amenaza, pero también contiene oportunidades», y prometió que Teherán respondería pronto.

Irán ha insinuado la posibilidad de llevar a cabo negociaciones indirectas con Washington a través de los medios de comunicación y países intermediarios, incluida Suiza. Los medios de comunicación iraníes informan que la estrategia de Irán es inmutable y que no mantendrá conversaciones directas con Estados Unidos.

Irán ha aumentado su alerta militar, ha realizado ejercicios y ha mostrado nuevos sistemas de armas, incluidos misiles, en islas del Golfo Pérsico. El comandante de la Armada de la Guardia Revolucionaria, Ali Reza Tangsiri, enfatizó que el fortalecimiento del poder militar es una máxima prioridad, de acuerdo con las instrucciones de Jamenei.

La comunidad de inteligencia estadounidense ha advertido que Israel podría considerar ataques a gran escala contra las instalaciones nucleares iraníes en la primera mitad del año, aprovechando la relativa debilidad de Irán. El propio Trump ha expresado su voluntad de considerar una acción militar o apoyar una operación israelí contra Irán, pero ha dejado claro que su objetivo preferido es un acuerdo que impida que ese país desarrolle armas nucleares.

Paralelamente a las crecientes tensiones, Irán sigue reforzando sus fuerzas militares y preparándose para cualquier escenario. El sábado pasado, la Guardia Revolucionaria exhibió nuevos sistemas de misiles en tres islas del Golfo Pérsico (Abu Musa, Gran Tanab y Pequeño Tanab) y afirmó que eran capaces de alcanzar “barcos y enemigos en la región”.

El comandante de las fuerzas terrestres del ejército iraní, Kiumrat Haideri, dejó claro que «las fuerzas mantienen un alto nivel de preparación» y que las fronteras son una «línea roja» que Irán no tolerará que sea violada.

Haideri añadió durante una visita a la frontera occidental de Irán: «Estamos en alerta constante para afrontar cualquier posible amenaza o desafío. No toleraremos ninguna amenaza que perjudique la seguridad nacional de Irán […]. Asegurar las fronteras es la máxima prioridad de las fuerzas terrestres del ejército iraní, y para nosotros, las fronteras constituyen una línea roja infranqueable».

En el contexto de las tensiones regionales y las tensiones con Estados Unidos, estos acontecimientos ponen de relieve el creciente temor a una posible escalada militar, mientras las negociaciones sobre el programa nuclear siguen estancadas y la economía iraní continúa deteriorándose.

Fuentes políticas dicen que para los estadounidenses la pelota está en la cancha de Teherán y el liderazgo iraní debe decidir hacia dónde se dirige. Por otra parte, las mismas fuentes señalan que esperan que las negociaciones entre la administración Trump y el régimen iraní encallen, porque se han creado las condiciones adecuadas para atacar el proyecto nuclear iraní con una fuerte fuerza militar con pérdidas mínimas, y esta oportunidad no debe perderse.

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Autor

Shimshon Zamir

Nacido en Argentina. Vive en Israel desde 1972. Casado... tres hijas... 8 nietos. Trabajó 30 años en la industria Química Israelí, hoy pensionado. Graduado en Sociología.

Shimshon Zamir

Nacido en Argentina. Vive en Israel desde 1972.
Casado... tres hijas... 8 nietos.
Trabajó 30 años en la industria Química Israelí, hoy pensionado.
Graduado en Sociología.

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