El ruso Vladimir Putin no tiene prisa

¿Sabes por qué Trump lucha con tanta energía para lograr un alto el fuego rápido en Ucrania?

Zelenski acepta el alto el fuego sobre objetivos energéticos pero insiste en conservar el total control sobre las plantas nucleares de Ucrania

¿Sabes por qué Trump lucha con tanta energía para lograr un alto el fuego rápido en Ucrania?

Desde que Donald Trump regresó a la presidencia y han pasado de eso apenas dos meses, no ha habido una jornada en la que el nuevo ocupante de la Casa Blanca no haya intentado cumplir su promesa de terminar con la guerra en Ucrania.

Cierto que nunca ha dejado claro cuáles son las concesiones, sacrificios y garantías que le exige a Vladimir Putin para obtener un acuerdo de paz en cuestión de días, pero resulta evidente que está presionando.

Y a pesar de eso, este 22 de marzo de 2025, las negociaciones para poner fin a la matanza entre Rusia y Ucrania avanzan con dificultad.

Demasiado despacio para lo que sería humanamente deseable.

Varios factores complican el panorama:

  • Avances rusos en Kursk: En las últimas semanas, Rusia ha recuperado gran parte del territorio que Ucrania había capturado en la región rusa de Kursk en agosto de 2024. Esto fortalece la posición negociadora de Moscú.
  • Ataques continuos: A pesar de las conversaciones de paz, ambos bandos siguen lanzando ataques. Recientemente se reportó una explosión en un depósito de petróleo ruso en Krasnodar, que Moscú atribuye a Ucrania.
  • Desconfianza mutua: Tanto Rusia como Ucrania se acusan mutuamente de sabotear los esfuerzos de paz y de cometer atrocidades.

El evidente interés de Trump parece estar motivado por una combinación de objetivos políticos, económicos y estratégicos.

En primer lugar, ha presentado consistentemente la idea de ser un «hombre de paz» que resuelve conflictos rápidamente, algo que destacó durante su campaña al afirmar que podría terminar la guerra en 24 horas.

Lograr un acuerdo de paz le permitiría proyectar una imagen de líder fuerte y efectivo, consolidando su legado como alguien capaz de resolver problemas que otros no pudieron.

Económicamente, un acuerdo de paz podría abrir oportunidades significativas para Estados Unidos.

Eso incluye el acceso a los vastos recursos minerales de Ucrania, como tierras raras, litio y grafito, esenciales para industrias tecnológicas y energéticas.

Estratégicamente, poner fin a la guerra liberará recursos y atención de EE.UU. para enfocarse en otras prioridades, como contrarrestar a China en el Indo-Pacífico o intensificar su política en Oriente Medio.

Putin exige que Ucrania acepte concesiones territoriales -como ceder Crimea o partes del Donbás a Rusia– y renuncie a su ingreso a la OTAN a cambio de paz.

Es un precio alto y doloroso que a Zelensky le costará mucho pagar, pero no hay que descartarlo tal como evoluciona la situación militar en el frente.

Trump lo presentará -de producirse- como como una gran victoria diplomática que evitó la «Tercera Guerra Mundial”.

La mediación de Trump

El presidente estadounidense ha mantenido conversaciones telefónicas con sus homólogos ruso y ucraniano en un intento por impulsar las negociaciones:

  • Con Vladimir Putin, Trump habló durante más de dos horas el martes, acordando un alto el fuego inmediato en infraestructura energética.
  • Con Volodymyr Zelenskyy, sostuvo una llamada de una hora el miércoles, en la que el líder ucraniano también aceptó el cese de ataques a infraestructura energética.

Trump ha afirmado que las negociaciones están «en camino» y que se está «más cerca que nunca» de la paz. Sin embargo, las interpretaciones de estas conversaciones varían significativamente entre las partes.

Puntos de desacuerdo

Algunos de los principales obstáculos para un acuerdo incluyen:

  • Territorio: Rusia busca mantener el control de las áreas ocupadas en Ucrania, mientras Kiev exige la restauración de sus fronteras internacionalmente reconocidas.
  • Seguridad: Ucrania demanda garantías de seguridad robustas, posiblemente incluyendo la membresía en la OTAN, algo que Rusia rechaza categóricamente.
  • Sanciones: Moscú quiere el levantamiento de las sanciones occidentales, pero Occidente las ve como una herramienta de presión clave.

Las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunirán por separado con mediadores en Arabia Saudita la próxima semana. Aunque no habrá negociaciones directas, estos encuentros podrían acercar posiciones.

Mientras tanto, Zelenskyy ha anunciado una cumbre en París de la «coalición de los dispuestos», países preparados para invertir en esfuerzos de mantenimiento de la paz en Ucrania en caso de un alto el fuego.

Perspectivas inciertas

A pesar del optimismo de Trump, lograr un acuerdo de paz duradero sigue siendo un desafío formidable.

Las profundas diferencias entre Moscú y Kiev, junto con la desconfianza mutua, hacen que cualquier avance significativo sea difícil de alcanzar en el corto plazo.

La comunidad internacional observa con atención, esperando que la diplomacia pueda finalmente poner fin a un conflicto que ha causado enormes sufrimientos humanos y ha desestabilizado el orden global durante más de tres años.

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