En las regiones vecinas de Járkov y Donetsk, las tropas rusas han lanzado ofensivas sostenidas

Putin lanza contra Ucrania el ataque más mortífero del año: misiles rusos golpean Sumy dejando 34 muertos

Zelensky: "Sin una presión fuerte sobre Rusia, la paz sigue siendo un horizonte inalcanzable"

Zelensky, Trump, Putin y las zonas de Ucrania conquistadas por Rusia (1)
Zelensky, Trump, Putin y las zonas de Ucrania conquistadas por Rusia. PD

Este domingo, 13 de abril de 2025, la ciudad ucraniana de Sumy, en el noreste del país y cercana a la frontera con Rusia, ha sido escenario del ataque más letal del año.

Dos misiles balísticos impactaron en el centro de la ciudad durante el Domingo de Ramos, dejando al menos 34 muertos, incluidos dos niños, y más de 100 heridos.

Entre las víctimas figuran civiles que se encontraban en vehículos, transporte público o simplemente transitando por las calles.

Además, edificios icónicos como la Universidad Estatal de Sumy resultaron gravemente dañados.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó el ataque calificándolo como «terror deliberado contra civiles».

Subrayó que «sin una presión fuerte sobre Rusia», la paz sigue siendo un horizonte inalcanzable.

Las autoridades ucranianas también denunciaron el uso de bombas de racimo durante el bombardeo, lo que agrava aún más la gravedad del incidente según las normativas internacionales.

Situación en los frentes de guerra

Mientras se lamenta la tragedia en Sumy, el conflicto entre Ucrania y Rusia sigue intensificándose en múltiples frentes.

En las regiones vecinas de Járkov y Donetsk, las tropas rusas han lanzado ofensivas sostenidas.

Según informes recientes, Rusia ha movilizado más de 67.000 soldados hacia la región de Kursk, que limita con Sumy, para reforzar su capacidad ofensiva en el noreste ucraniano.

Por otro lado, Ucrania ha reportado avances limitados en áreas como Donetsk y Kursk. Sin embargo, estas operaciones parecen estar ralentizadas por las importantes pérdidas materiales y humanas sufridas por ambas partes desde el inicio del año. Según datos proporcionados por Kiev, Rusia ha perdido más de 140.000 soldados desde enero, lo que refleja un costo humano alarmante para Moscú.

A pesar de estos retrocesos tácticos para Rusia, el Kremlin continúa consolidando posiciones en territorios clave. En Donetsk y Lugansk se han registrado avances graduales pero constantes por parte de las fuerzas rusas. Este patrón sugiere que Moscú está adoptando una estrategia de desgaste prolongado contra las defensas ucranianas mientras refuerza su control territorial.

Perspectivas inciertas para la paz

En paralelo a los enfrentamientos armados, las negociaciones diplomáticas han intentado ganar terreno con resultados limitados. Estados Unidos propuso recientemente un alto el fuego temporal de 30 días que Ucrania aceptó inmediatamente. Sin embargo, Rusia ha mostrado resistencia a este acuerdo inicial y ha continuado sus ataques aéreos y terrestres.

El presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó este fin de semana que mantiene comunicación directa con su homólogo ruso, Vladímir Putin. No obstante, hasta ahora no hay señales claras de un cambio significativo hacia un cese completo de hostilidades. Mientras tanto, Ucrania insiste en que cualquier acuerdo debe incluir garantías sólidas para su seguridad territorial y soberanía.

Por otro lado, el apoyo militar occidental sigue siendo crucial para Kiev. Países como Reino Unido han intensificado su envío de armas avanzadas y asistencia técnica a las fuerzas ucranianas para contrarrestar los ataques rusos. Sin embargo, este respaldo también alimenta las tensiones con Moscú, que advierte sobre una posible confrontación directa con la OTAN si continúan estos envíos masivos.

Conclusión intercalada

La tragedia ocurrida en Sumy ilustra una vez más el altísimo costo humano del conflicto entre Rusia y Ucrania mientras ambas naciones parecen atrapadas en un ciclo prolongado de violencia sin resolución inmediata. Las líneas del frente permanecen dinámicas pero con avances graduales que no inclinan decisivamente la balanza hacia ninguno de los bandos.

Aunque los esfuerzos diplomáticos siguen activos, los recientes ataques indican que Moscú aún apuesta por una estrategia militar prolongada antes que comprometerse seriamente con un acuerdo negociado. Ante este panorama sombrío, las perspectivas inmediatas para la paz parecen tan lejanas como al inicio del conflicto hace ya más de tres años.

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