El letal ataque de un saudí contra un mercado navideño reaviva el debate sobre seguridad y migración

El atentado de Magdeburgo da alas a la ultraderecha y puede hacer canciller a Alice Weidel

La AfD lidera las encuestas en una campaña cada hora más agitada

Alice Weidel (AfD)
Alice Weidel (AfD). PD

El ataque terrorista contra el mercado navideño de Magdeburgo, ocurrido el pasado viernes 20 de diciembre de 2024, ha conmocionado a Alemania.

Y ha alterado  el curso de la campaña electoral de cara a los comicios generales previstos para febrero de 2025.

El atropello intencional, masivo y sectario, que dejó un saldo de cinco muertos y más de 200 heridos, ha reavivado el debate sobre seguridad y migración.

Son temas que la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) capitaliza a estas horas en su favor.

La primera encuesta electoral realizada tras el atentado, publicada por el instituto demoscópico INSA para el diario Bild, muestra un escenario político convulso.

Alice Weidel, candidata a la cancillería por la AfD, lidera las preferencias con un 24% cuando se pregunta a los ciudadanos a quién preferirían como canciller.

Le siguen el candidato de la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CDU/CSU) con un 20%, el actual canciller Olaf Scholz del Partido Socialdemócrata (SPD) con un 15%, y el ministro de Economía, el verde Robert Habeck, con un 14%.

En términos de intención de voto por partido, la CDU/CSU mantiene su liderazgo con un 32%, seguida por la AfD que se consolida como segunda fuerza con un 20%.

El SPD del canciller Scholz sufre una caída histórica, situándose en un 16%, mientras que Los Verdes se mantienen en un 12%.

LAS RAICES DE LA TRAGEDIA

La AfD no ha perdido tiempo en intentar sacar rédito político del atentado.

El lunes 23 de diciembre, el partido convocó una manifestación en Magdeburgo que reunió a miles de simpatizantes.

En el acto, presentado como un homenaje a las víctimas, Alice Weidel aprovechó para pedir un cambio político en Alemania.

«Queremos que por fin en el país haya un cambio, para que por fin podamos vivir en seguridad», declaró Weidel en uno de los momentos más aplaudidos de su intervención.

 «Queremos volver a vivir seguros, para que nunca más una madre tenga que estar de duelo porque haya perdido un hijo«, añadió, en clara referencia al niño de 9 años fallecido en el ataque.

La estrategia de la AfD parece estar dando resultados, especialmente en el este de Alemania, donde Weidel alcanza un 36% de apoyo, frente a solo un 16% para Friedrich Merz, candidato de la CDU.

UN SAUDI SOMBRÍO

El autor del atentado, identificado como Taleb Jawad Al-Abdulmohsen, un médico saudí de 50 años residente en Alemania desde 2006, ha desconcertado a las autoridades y a la opinión pública.

Lejos de presentarse como un extremista islámico, Al-Abdulmohsen era conocido como un apóstata del Islam que había desarrollado un profundo resentimiento tanto hacia su religión de origen como hacia Alemania, a la que acusaba de planes para islamizar Europa.

Este perfil contardictorio ha generado numerosas interrogantes, entre ellos el de que todo puede ser una mentira, ponen sobre el tapete la cuestión clave: cómo Al-Abdulmohsen obtuvo asilo en Alemania y por qué los organismos de seguridad no reaccionaron a diversas advertencias, incluyendo una proveniente de los servicios secretos saudíes.

Impacto en la campaña electoral

El atentado de Magdeburgo ha irrumpido en la campaña electoral alemana en un momento crítico.

Hasta ahora, el debate político se había centrado principalmente en la crisis económica, pero el ataque ha puesto en primer plano los temas de seguridad y migración.

Los partidos tradicionales han optado por la prudencia a la hora de sacar conclusiones sobre lo ocurrido.

Mathias Miersch, secretario general del SPD, y Marco Buschmann, exministro de Justicia y secretario general del Partido Liberal (FDP), han hecho un llamado a la serenidad durante la campaña.

«Los partidos democráticos tienen que actuar con serenidad. Las instrumentalizaciones y las conclusiones precipitadas no ayudan a nadie y sólo sirven para escindir nuestra sociedad», declaró Miersch a la revista Der Spiegel.

Sin embargo, la AfD no ha dudado en aprovechar la situación para impulsar su agenda anti-inmigración y de «ley y orden».

La formación ultraderechista ha anunciado una serie de manifestaciones y actos públicos en las próximas semanas, buscando mantener el tema en el centro del debate político.

A menos de dos meses de las elecciones generales, previstas para febrero de 2025, el panorama político alemán se presenta más incierto que nunca.

La CDU/CSU, aunque mantiene su liderazgo en las encuestas, ve cómo la AfD se consolida como segunda fuerza y amenaza con alterar el equilibrio tradicional del sistema de partidos alemán.

El SPD del canciller Scholz, por su parte, se enfrenta a una crisis de confianza que podría dificultar seriamente sus opciones de mantener el gobierno.

La caída en las encuestas hasta un 16% representa un mínimo histórico para el partido socialdemócrata.

Los Verdes, socios de coalición del SPD, mantienen un apoyo estable pero insuficiente para aspirar a liderar el próximo gobierno.

Su posición en temas de migración y seguridad podría verse cuestionada en el nuevo contexto post-Magdeburgo.

Los próximos meses serán cruciales para determinar si la sociedad alemana optará por un giro hacia posiciones más duras en temas de seguridad y migración, o si prevalecerá ‘lo de siempre’.

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