El líder ruso condiciona exige retoques al plan de el alto el fuego

Putin acepta poner fin a los combates en Ucrania, pero exige a Trump una «paz duradera»

El Kremlin insiste en que cualquier plan debe abordar las causas subyacentes del conflicto

Vladimir Putin (RUSIA)
Vladimir Putin (RUSIA). PD

Ha sucedido lom previsible.

Y una vez más, la obesa y burocrática Europa queda fuera de juego.

Desafiando el lenguaje belicista y el histérico alarmismo de los Sánchez, Macron, Starmer y Ursula von der Leyen, este 13 de marzo de 2025,  Vladimir Putin ha dado un giro inesperado a la guerra entre Rusia y Ucrania, mostrándose dispuesto a considerar un alto el fuego de 30 días.

Sin embargo, el líder del Kremlin ha dejado claro que cualquier acuerdo debe conducir a una «paz duradera» y abordar las «causas subyacentes de esta crisis».

Esta declaración del el presidente ruso llega en un momento crucial, con las fuerzas rusas avanzando en la región de Kursk y tras meses de intensos combates que han dejado a ambos bandos exhaustos.

La posición de Putin parece ser una respuesta calculada a la reciente propuesta de tregua presentada por Estados Unidos y aceptada por Ucrania.

Condiciones para la paz

El presidente ruso ha enfatizado que cualquier plan de paz debe:

  • Garantizar la seguridad de las regiones prorrusas en el este de Ucrania
  • Abordar las preocupaciones de Rusia sobre la expansión de la OTAN
  • Establecer un nuevo orden de seguridad en Europa que tenga en cuenta los intereses rusos

Estas condiciones reflejan las demandas de larga data de Moscú y sugieren que Putin está buscando capitalizar los recientes avances militares rusos para obtener concesiones diplomáticas significativas.

Las causas subyacentes de la guerra, según Putin::

  1. Expansión de la OTAN hacia el este: Putin ha argumentado repetidamente que la ampliación de la OTAN tras la caída de la Unión Soviética, especialmente hacia países cercanos a Rusia como Ucrania, representa una amenaza existencial para la seguridad nacional rusa. Él sostiene que Occidente rompió promesas tácitas de no expandirse hacia el este después de 1991.
  2. Pérdida de influencia sobre Ucrania como parte de la «esfera histórica rusa»: Putin ha afirmado que Ucrania y Rusia comparten una historia y cultura comunes, considerándolas como «un solo pueblo». Según él, la independencia de Ucrania y su acercamiento a Occidente son el resultado de una manipulación externa que busca separar artificialmente a ambos países.
  3. Rusofobia en Ucrania: Putin ha acusado al gobierno ucraniano de promover políticas antirrusas, incluyendo la represión del idioma ruso y la persecución de poblaciones rusoparlantes, especialmente en el este del país, como en las regiones de Donetsk y Lugansk.
  4. Conflicto en el Donbás y protección de las repúblicas separatistas: Putin justificó la intervención militar como una necesidad de «proteger» a las poblaciones de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, alegando que estaban siendo objeto de un «genocidio» por parte de Ucrania desde 2014, tras el inicio del conflicto separatista.
  5. «Desnazificación» de Ucrania: Una de las razones declaradas por Putin es la supuesta necesidad de «desnazificar» Ucrania, afirmando que el país está controlado por fuerzas neonazis. Aunque no ha presentado pruebas concretas, esta narrativa se vincula a su interpretación de la revolución del Maidán de 2014 como un golpe de Estado apoyado por ultranacionalistas.
  6. Neutralidad de Ucrania y rechazo a su integración en Occidente: Putin ha insistido en que Ucrania debe mantener un estatus neutral y no integrarse en estructuras como la OTAN o la Unión Europea, ya que esto pondría bases militares y armamento occidental cerca de las fronteras rusas, amenazando su seguridad.
  7. Intereses geopolíticos de Occidente: Según Putin, Estados Unidos y sus aliados han utilizado a Ucrania como una herramienta para debilitar a Rusia, instalando un gobierno «títere» en Kiev tras los eventos de 2014 y apoyando políticas que desafían los intereses estratégicos rusos.

Situación en el frente

Mientras las negociaciones diplomáticas avanzan, la situación en el campo de batalla sigue siendo tensa:

  • Las fuerzas rusas han recuperado el control de Sudzha, la ciudad más grande de la región de Kursk, que estuvo bajo ocupación ucraniana durante seis meses
  • El ejército ucraniano se ha visto obligado a retirarse de ciertas áreas de Kursk, reconociendo la presión de las tropas rusas
  • Rusia ha intensificado sus ataques con drones, lanzando 117 en una sola noche, de los cuales Ucrania afirma haber derribado 74

Estos desarrollos militares parecen haber fortalecido la posición negociadora de Rusia, permitiendo a Putin adoptar una postura más flexible en las conversaciones de paz, pero sin renunciar a sus objetivos estratégicos.

Reacciones internacionales

La comunidad internacional observa con cautela estos acontecimientos:

  • Estados Unidos ha enviado negociadores a Moscú para informar sobre el acuerdo alcanzado con Ucrania en Arabia Saudí
  • El G7 se reunirá para discutir las conversaciones de tregua, con el Secretario de Estado estadounidense informando al grupo sobre los avances
  • La OTAN se encuentra en una encrucijada, con Polonia solicitando el despliegue de armas nucleares en su territorio como medida disuasoria contra Rusia

Análisis de la situación

La apertura de Putin a un alto el fuego, aunque condicionada, marca un punto de inflexión potencial en el conflicto. Sin embargo, los analistas advierten que el líder ruso podría estar buscando una pausa estratégica para reagrupar sus fuerzas y consolidar sus ganancias territoriales.

Los recientes avances rusos en Kursk han alterado el equilibrio de poder en el campo de batalla, dando a Moscú una ventaja táctica. No obstante, la resistencia ucraniana sigue siendo formidable, como lo demuestra su capacidad para derribar un gran número de drones rusos.

La posibilidad de una tregua presenta tanto oportunidades como riesgos para ambas partes. Para Ucrania, podría proporcionar un respiro necesario y la oportunidad de reforzar sus defensas. Para Rusia, ofrece la posibilidad de legitimar sus conquistas territoriales y debilitar el apoyo occidental a Kiev.

En última instancia, el éxito de cualquier acuerdo de paz dependerá de la voluntad de ambas partes para hacer concesiones significativas. La comunidad internacional, especialmente Estados Unidos y sus aliados europeos, tendrán un papel crucial en la mediación de un acuerdo que pueda poner fin a este conflicto prolongado y devastador.

Mientras tanto, la población civil de Ucrania sigue soportando el peso de la guerra, con ataques continuos y desplazamientos masivos. La perspectiva de un alto el fuego, por tenue que sea, ofrece un rayo de esperanza en medio de la oscuridad de este conflicto que ya dura tres años.

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