La UE guarda un vergonzoso silencio ante la inhabilitación de Calin Georgescu, el favorito en las elecciones rumanas

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Dos varas de medir.

Y la cobardía integral de los burócratas europeos, prestos a alzar la voz por cualquier mamonada que afecta a un ‘progre‘ y callados como puertas cuando la arbitrariedad o la injusticia golpean al otro lado del espectro político.

Hoy, 13 de marzo de 2025, la situación política en Rumanía se encuentra en un punto de ebullición tras la controvertida inhabilitación del candidato presidencial Calin Georgescu, favorito en las encuestas y conocido por sus posturas prorrusas y ultraderechistas.

La decisión, ratificada por el Tribunal Constitucional rumano el pasado martes, ha desatado una tormenta política y levantado serias dudas sobre la integridad democrática del proceso electoral en el país balcánico.

¿El pecado o el delito de Georgescu?…  se presenta como un nacionalista, crítico de la OTAN, la Unión Europea y la influencia occidental en Rumanía.

Aboga por la autosuficiencia agrícola y energética del país, defiende valores tradicionales y la Iglesia Ortodoxa Rumana, y ha expresado posturas controvertidas, como admiración por figuras históricas fascistas rumanas y por líderes como Vladimir Putin y Donald Trump.

Georgescu, que fue candidato en su día de la derechista Alianza para la Unión de los Rumanos, no pertenece a un partido político en la actualidad.

Se presentó como candidato independiente en las elecciones de 2024.

Las alertas se tendrían que haber disparado en Europa, pero no lo han hecho.

Rumanía, una nación estratégica en el equilibrio geopolítico del este europeo, está enfrentando una situación nunca antes vista que revela el giro antidemocrático impulsado por las élites globalistas.

Georgescu, quien encabezaba las preferencias para la nueva ronda de elecciones presidenciales programada para mayo, ha sido excluido por la Oficina Electoral Central con la justificación de que su candidatura «no satisface los requisitos legales

TRIBUNALES Y POLÍTICOS

El Tribunal Constitucional de Rumanía confirmó la anulación de la candidatura de Calin Georgescu para las elecciones presidenciales previstas para el 4 de mayo.

Esta decisión se basa en acusaciones de injerencia rusa e irregularidades en la campaña del ultranacionalista durante la primera vuelta de las elecciones celebradas en noviembre pasado, en las que Georgescu resultó sorpresivamente victorioso.

La inhabilitación ha sido recibida con indignación por parte de los seguidores de Georgescu y los partidos de extrema derecha.

El propio candidato excluido ha calificado la decisión como «un golpe directo al corazón de la democracia mundial», expresando su descontento a través de las redes sociales.

Ante la exclusión de Georgescu, los dos principales partidos ultranacionalistas de Rumanía, AUR y POT, han presentado las candidaturas de sus respectivos líderes: George Simion y Anamaría Gavrila.

Ambos candidatos han prometido que uno de ellos se retirará de la carrera presidencial si las autoridades validan ambas candidaturas, en un intento de unificar el voto ultraderechista.

El silencio de la Unión Europea

Lo que resulta más llamativo en este escenario es el aparente silencio de la Unión Europea ante lo que algunos sectores consideran una «cacicada electoral».

La falta de pronunciamiento por parte de las instituciones europeas ha generado críticas y cuestionamientos sobre el compromiso de la UE con los principios democráticos en sus estados miembros.

La situación en Rumanía plantea serias preguntas sobre el equilibrio entre la protección de la integridad electoral y el respeto a la voluntad popular.

La inhabilitación de un candidato que había ganado la primera vuelta de las elecciones, independientemente de su ideología, genera preocupaciones sobre la posible manipulación del proceso democrático.

Perspectivas de cara a las elecciones de mayo

Con el plazo para presentar candidaturas que vence el próximo sábado, el panorama electoral rumano se presenta incierto.

La exclusión de Georgescu ha dejado un vacío que los partidos ultranacionalistas intentan llenar, mientras que otros candidatos, como el exprimer ministro socialista Victor Ponta, también han presentado sus candidaturas.

La controversia en torno a las elecciones presidenciales rumanas pone de manifiesto las tensiones existentes entre las diferentes fuerzas políticas del país y plantea interrogantes sobre el papel de la Unión Europea en la supervisión de los procesos democráticos de sus estados miembros.

La resolución de esta crisis y el desarrollo de las elecciones de mayo serán cruciales para el futuro político de Rumanía y podrían tener implicaciones significativas para la estabilidad democrática en la región.

Georgescu

1. Éxito en TikTok: A pesar de ser un candidato poco conocido inicialmente, Georgescu se convirtió en una sensación en redes sociales, especialmente en TikTok, donde acumuló millones de seguidores (más de 3.8 millones de «me gusta» y 298,000 seguidores hasta finales de 2024). Sus videos, que lo muestran practicando judo, asistiendo a la iglesia o hablando en podcasts, apelaron a un electorado desencantado con la clase política tradicional.
2. Posturas controvertidas: Ha elogiado a figuras como Ion Antonescu (líder rumano durante la Segunda Guerra Mundial, responsable de crímenes contra la humanidad) y Corneliu Zelea Codreanu (fundador de la Guardia de Hierro, un movimiento fascista), llamándolos «héroes nacionales». También ha negado la existencia del COVID-19, afirmando que «la única ciencia real es Jesucristo».
3. Auge inesperado: En las elecciones de noviembre de 2024, pasó de tener un apoyo de apenas 4-5% en las encuestas a obtener el 22-23% de los votos en la primera ronda, sorprendiendo al establishment político rumano.
4. Anulación electoral y problemas legales: Tras su victoria en la primera ronda, la Corte Constitucional anuló las elecciones el 6 de diciembre de 2024 por supuesta interferencia rusa y campañas masivas en TikTok financiadas de manera irregular. En febrero de 2025, fue detenido e investigado por cargos como financiación ilegal de campaña, promoción de ideas fascistas y antisemitismo. En marzo de 2025, la Oficina Electoral Central lo descalificó para la repetición de las elecciones en mayo.
5. Apoyo internacional y críticas: Su caso ha generado reacciones polarizadas. Figuras como Elon Musk y JD Vance (vicepresidente de EE.UU.) han condenado su exclusión como un ataque a la democracia, mientras que otros lo ven como un peón de intereses rusos para desestabilizar a la UE y la OTAN.