Vladimir Putin saca pecho y Volodymyr Zelensky aguanta como puede, aunque el tiempo se le acaba.
El acosado presidente ucraniano acusado al amo del Kremlin de «manipulación» en relación con las condiciones del alto el fuego.
Zelensky ha expresado su escepticismo sobre los motivos de Putin e insta a Estados Unidos a tomar «medidas más enérgicas» para presionar a Rusia.
«Putin suele hacer esto, no dice directamente que no, sino que lo hace de tal manera que… solo retrasa e imposibilita decisiones normales».
El mandatario ucraniano insiste en que es necesario «aumentar la presión» sobre Rusia y ha pedido la aplicación de sanciones efectivas.
Hoy, 14 de marzo de 2025, la guerra en Ucrania ha dado un giro inesperado con la intervención del expresidente estadounidense Donald Trump y la respuesta del líder ruso, sobre la situación de las tropas ucranianas en la región rusa de Kursk.
Trump, en un mensaje publicado en su red social Truth Social, reveló haber mantenido conversaciones «muy buenas y productivas» con el presidente Putin.
En estas, el expresidente estadounidense solicitó «encarecidamente» a Putin que garantizara la vida de los soldados ucranianos actualmente cercados por el ejército ruso en la región de Kursk.
Trump describió la situación de estos soldados como «muy mala y vulnerable«, advirtiendo que una masacre sería «horrible, no vista desde la Segunda Guerra Mundial«.
Esta petición se produce en un momento crítico, con miles de soldados ucranianos completamente rodeados por las fuerzas rusas en territorio que Ucrania había ocupado desde agosto de 2024.
La respuesta de Putin
En respuesta a la solicitud de Trump, el presidente ruso ha prometido garantizar «la vida y un trato digno« a los soldados ucranianos en Kursk, siempre y cuando decidan rendirse.
Durante una reunión telemática con miembros del Consejo de Seguridad ruso, Putin declaró:
«En caso de que depongan las armas y se entreguen, se les garantizará la vida y un trato digno de acuerdo con las normas del derecho internacional».
Sin embargo, Putin también acusó a las tropas ucranianas de cometer «múltiples crímenes contra la población civil« en Kursk, añadiendo complejidad a la situación.
Contexto del conflicto en Kursk
La región de Kursk, situada en la frontera entre Rusia y Ucrania, fue ocupada por fuerzas ucranianas en agosto de 2024 en una incursión sorpresa.
Esta operación tenía como objetivo presionar a Rusia para reducir su presencia en el frente del Donbás y obtener un territorio que pudiera ser utilizado como moneda de cambio en futuras negociaciones.
Sin embargo, en las últimas semanas, el ejército ruso ha lanzado una potente contraofensiva, recuperando el control de 29 asentamientos y reduciendo drásticamente el territorio ocupado por Ucrania.
Según fuentes rusas, las tropas ucranianas solo mantienen aproximadamente el 10% del terreno que habían conquistado inicialmente.
Reacciones internacionales
La intervención de Trump y la respuesta de Putin se producen en un momento de intensa actividad diplomática. Recientemente, una delegación estadounidense encabezada por el enviado especial Steve Witkoff se reunió en Moscú con Putin para discutir una propuesta de alto el fuego de 30 días, previamente acordada entre Washington y Kiev en Arabia Saudí.
La administración estadounidense ha jugado un papel crucial en las negociaciones.
Trump anunció haber mantenido una «muy buena y productiva» conversación con Putin, sugiriendo la posibilidad de un fin cercano al conflicto.
Estados Unidos ha propuesto un alto el fuego de 30 días, una iniciativa que ha sido aceptada por Ucrania.
Sin embargo, las condiciones impuestas por Putin para aceptar esta tregua han sido calificadas como «inaceptables» por Ucrania y sus aliados, ya que implicarían una rendición efectiva de Kiev y la pérdida de su soberanía.
El conflicto, que ya ha cumplido tres años, se encuentra en un momento crítico.
Las exigencias de Putin, que incluyen la renuncia de Ucrania a ingresar en la OTAN y el reconocimiento de los territorios anexados por Rusia, plantean serios obstáculos para alcanzar un acuerdo.
Perspectivas futuras
La situación en Kursk sigue siendo crítica, con las tropas ucranianas rodeadas y bajo fuerte presión militar.
La oferta de Putin de garantizar la vida de los soldados que se rindan podría abrir una vía para evitar un mayor derramamiento de sangre, pero también plantea cuestiones sobre las condiciones de rendición y el futuro de la región.
Mientras tanto, los combates continúan en otras partes del frente. Ucrania ha llevado a cabo ataques con drones contra infraestructuras energéticas y militares en territorio ruso, incluyendo estaciones de compresión de gas en las regiones de Tambov y Sáratov, y un depósito de misiles en la región de Bélgorod.
