Logo
 
-

NUEVA MEDIDA MIGRATORIA

Donald Trump amenaza con multas de 1000 $ diarios a inmigrantes ilegales que desobedezcan órdenes de deportación

Esta medida, también contempla la posibilidad de confiscar propiedades de aquellos que no paguen las sanciones

Paul Monzón Actualizado: 09 Abr 2025 - 09:02 CET
Archivado en:

Más información

El Tribunal Supremo de EEUU da luz verde para que se reanuden las deportaciones de venezolanos

No se anda con bromas Donald Trump.

Ni afloja la presión.

Ahora planea imponer multas de hasta 1000 dólares diarios a inmigrantes indocumentados que no abandonen el país tras recibir una orden de deportación.

Esta medida, también contempla la posibilidad de confiscar propiedades de aquellos que no paguen las sanciones, marcando un endurecimiento significativo en las políticas migratorias.

La iniciativa, que retoma una ley de 1996 utilizada esporádicamente en el pasado, busca presionar a aproximadamente 1.4 millones de personas con órdenes de deportación pendientes, en un esfuerzo por cumplir la promesa de Trump de ejecutar «el mayor programa de deportación en la historia de Estados Unidos«.

El actual presidente de los Estados Unidos, ha anunciado este 8 de abril de 2025 un controvertido plan para intensificar las medidas contra la inmigración irregular.

El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) justificó esta medida como un «método adicional» para garantizar el cumplimiento de las órdenes judiciales de deportación.

Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos y expertos legales alertan sobre las posibles consecuencias, tanto sociales como económicas, de esta iniciativa.

Contexto y antecedentes

El endurecimiento de las políticas migratorias no es nuevo para Trump.

Durante su primer mandato (2017-2021), el expresidente ya implementó medidas como la separación familiar en la frontera y el programa «Permanecer en México».

Ahora, tras regresar al poder, busca consolidar su visión de un sistema migratorio más restrictivo.

La idea de imponer multas a los inmigrantes no es completamente inédita. Según expertos, el DHS había considerado sanciones económicas similares en décadas pasadas, pero nunca se aplicaron sistemáticamente debido a los desafíos logísticos y legales que implicaban.

Con esta nueva propuesta, Trump intenta revivir esa estrategia bajo un marco más agresivo y con mayores penalizaciones económicas.

Reacciones divididas

El anuncio ha provocado una oleada de reacciones tanto dentro como fuera del país. Grupos defensores de derechos humanos han calificado la medida como «inhumana» e «ineficaz», argumentando que podría empujar a los inmigrantes indocumentados aún más hacia la clandestinidad.

Además, destacan que la mayoría de estas personas no podrían pagar multas tan elevadas debido a su precaria situación económica.

Por otro lado, sectores conservadores y algunos votantes republicanos apoyan la iniciativa, viéndola como una herramienta necesaria para disuadir la inmigración irregular y reforzar el cumplimiento legal en materia migratoria.

Según estos grupos, «la mano dura» es imprescindible para restaurar lo que consideran un sistema migratorio desbordado por años de permisividad.

Sin embargo, incluso entre los defensores del plan surgen dudas sobre su implementación práctica. Los costos administrativos para gestionar las multas podrían ser elevados y complicados, además del riesgo de saturar aún más los tribunales encargados de casos migratorios.

Consecuencias legales y sociales

Desde un punto de vista jurídico, este plan plantea interrogantes sobre su compatibilidad con las leyes estadounidenses e internacionales relacionadas con derechos humanos y refugio político.

Abogados especializados señalan que obligar a individuos a pagar multas exorbitantes sin considerar sus circunstancias personales podría violar principios básicos del debido proceso legal.

En el plano social, las comunidades migrantes podrían enfrentar mayores niveles de estrés e inseguridad ante la amenaza constante de sanciones económicas o represalias legales.

Esto también podría disuadir a muchas personas indocumentadas de buscar ayuda médica o denunciar delitos por miedo a exponerse al sistema judicial.

Adicionalmente, algunos analistas advierten sobre las implicaciones económicas para sectores clave que dependen del trabajo migrante, como la agricultura o la construcción. Si bien Trump insiste en que estas medidas protegerán los empleos estadounidenses, críticos argumentan que podría generar escasez laboral y afectar negativamente ciertos mercados.

Perspectivas futuras

El plan aún debe superar varios obstáculos antes de entrar en vigor.

En primer lugar, necesitará la aprobación legislativa del Congreso y podría enfrentarse a desafíos legales significativos por parte de organizaciones civiles y gobiernos locales opuestos a estas políticas restrictivas.

A nivel internacional, esta iniciativa podría tensar las relaciones diplomáticas con países vecinos como México o Guatemala, cuyas economías ya enfrentan presiones por los flujos migratorios y los acuerdos bilaterales sobre deportaciones.

Mientras tanto, la Administración Trump parece decidida a continuar con su línea dura en materia migratoria como pilar central de su agenda política. Este enfoque no solo busca consolidar su base electoral sino también enviar un mensaje claro: Estados Unidos no tolerará la permanencia ilegal bajo ninguna circunstancia.

Aunque aún es incierto cómo se desarrollará este controvertido plan en los próximos meses, lo que queda claro es que la política migratoria seguirá siendo uno de los temas más polarizantes del panorama político estadounidense en 2025.

Más en PD América

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

CONTRIBUYE

Mobile Version Powered by