El miércoles 23 de abril, la tranquilidad de Jackson Rodríguez, lateral del Club Sport Emelec, se vio truncada por un hecho violento que conmocionó tanto al mundo deportivo como a la sociedad ecuatoriana.
En la madrugada, un grupo armado irrumpió en su domicilio en Mucho Lote 2, norte de Guayaquil, utilizando un combo para derribar la puerta principal.
El objetivo era claro: buscaban al futbolista, pero al no hallarlo—ya que se escondió bajo la cama—los secuestradores se llevaron a su esposa, Andrexy Karelis O. A., y a su hijo de cinco años.
La noticia corrió como la pólvora y no tardó en generar una enorme ola de preocupación.
El Club Sport Emelec emitió un comunicado pidiendo respeto por la privacidad del jugador y agradeciendo la rápida intervención policial.
Para muchos aficionados, el caso no solo era un ataque a una figura pública, sino también un reflejo de la creciente inseguridad que golpea a familias en Ecuador.
La exigencia del rescate y las primeras horas
Desde el primer momento, los secuestradores demostraron conocimiento pleno de a quién buscaban. Según informó el coronel Édisson Rodríguez, jefe policial del distrito Pascuales, los delincuentes interrogaron insistentemente a la esposa sobre el paradero del futbolista antes de proceder al secuestro. Durante el asalto, los criminales también sustrajeron objetos de valor y dinero en efectivo.
La familia fue trasladada a una casa precaria hecha de caña, ubicada en la cooperativa Horizontes del Fortín, distrito Nueva Prosperina, una zona controlada por el grupo criminal conocido como Los Tiguerones. Los captores pidieron inicialmente 500.000 dólares como condición para la liberación. Sin embargo, tras negociaciones telefónicas y presión policial, rebajaron la suma a 250.000 dólares. Pese a las amenazas y exigencias económicas, no se realizó ningún pago.
El operativo de rescate: inteligencia y acción policial
La Unidad Antisecuestros y Extorsión (UNASE) de la Policía Nacional lideró las labores de inteligencia con apoyo táctico. Tras casi 40 horas de cautiverio y un seguimiento minucioso mediante pistas recabadas por agentes especializados, las autoridades ubicaron la vivienda donde retenían a madre e hijo. La operación se ejecutó durante la noche del jueves 24 de abril en El Fortín.
Cuando los equipos ingresaron al domicilio improvisado hallaron a Andrexy y al pequeño sentados sobre un colchón, aún con las mismas prendas con las que habían sido secuestrados. Los secuestradores huyeron por una zona boscosa al percatarse de la presencia policial; hasta el cierre de este artículo no se reportan detenciones directas relacionadas con el caso.
La familia fue trasladada inmediatamente a un centro médico para su evaluación. Tanto madre como hijo presentaban buen estado físico aunque permanecían bajo observación médica por precaución.
El impacto emocional y social
El reencuentro familiar ocurrió en el Cuartel Modelo de Policía Nacional en Guayaquil. El emotivo abrazo entre Jackson Rodríguez, su esposa e hijo fue capturado por cámaras y compartido en redes sociales por instituciones oficiales y medios deportivos. Las imágenes muestran el alivio tras horas de incertidumbre y miedo—aunque persiste el trauma psicológico por lo vivido.
Desde diferentes sectores sociales y deportivos se ha insistido en la necesidad de reforzar medidas de seguridad para los deportistas y sus familias ante el aumento de crímenes dirigidos contra figuras públicas.
Perfil: Jackson Rodríguez
- Nacido en Ecuador, Jackson Rodríguez es lateral izquierdo del Club Sport Emelec.
- Ha destacado por su velocidad y entrega defensiva durante varias temporadas.
- Es conocido entre compañeros por su perfil discreto fuera del campo y su fuerte vínculo familiar.
- Tras este episodio ha recibido numerosas muestras de solidaridad tanto del club como de hinchas y colegas.
Anécdotas y curiosidades
- Durante el asalto, Jackson Rodríguez logró ocultarse bajo una cama mientras los delincuentes recorrían cada habitación buscándole. Su rápida reacción evitó que fuera capturado junto con su familia.
- La familia fue hallada aún vestida con las pijamas que llevaban al ser secuestrados—aumentando el dramatismo del rescate nocturno.
- La intervención oportuna se debió en parte a que el propio jugador notificó inmediatamente lo ocurrido a las autoridades y siguió colaborando estrechamente con los cuerpos policiales.
- Este caso ha puesto sobre la mesa el debate acerca del papel creciente del crimen organizado—en particular bandas como Los Tiguerones—en secuestros exprés dirigidos a personas vinculadas al deporte profesional.
Claves del caso: cronología breve
- Madrugada del 23/04: Secuestro violento en Mucho Lote 2.
- Exigencia inicial: $500.000; luego $250.000.
- Cautiverio: Casa precaria en Horizontes del Fortín.
- Noche del 24/04: Liberación exitosa sin pago de rescate.
- Estado actual: Familia sana; investigaciones continúan; sin detenidos confirmados.
El caso Jackson Rodríguez evidencia cómo ni siquiera figuras públicas están exentas del riesgo creciente ante bandas organizadas en Ecuador. Y aunque este desenlace fue positivo gracias a una intervención policial rápida y coordinada, deja abierta una profunda reflexión social sobre seguridad ciudadana e impunidad criminal.