Lilith Verstrynge, número 3 de Podemos, pega la ‘espantada’ y renuncia a todos sus cargos

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Podemos se deshace por todas las costuras.

Lilith Verstrynge, secretaria de Organización y Número 3 de los morados, ha anunciado este 26 de enero de 2024 que deja sus cargos orgánicos y renuncia incluso a escaño en el Congreso de los Diputados.

«Las despedidas son difíciles y tristes. Dejo mis responsabilidades políticas y también el acta de diputada. Mil gracias a la militancia de Podemos y a las personas que habéis confiado en mi estos años».

Eso ha escrito en la red social X la hija del profesor Jorge Verstrynge y en su momento favorita de Pablo Iglesias.

Aunque Lilith no ha explicado el por qué de su marcha, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, le ha contestado también en X para agradecerle su trabajo de los últimos años:

«Ahora lo fundamental es que te cuides y que estés bien. Podemos siempre será tu casa. Gracias por tantísimo trabajo en condiciones tan difíciles».

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«La prioridad ahora eres tú. Te queremos y seguiremos caminando juntas«, le dijo por su parte la número dos del partido, Irene Montero.

La espantada de Lilith no solo supone un terremoto interno para Podemos, el segundo en esta semana tras la ruptura de Pablo Iglesias con el cofundador Juan Carlos Monedero, a quien retiró el programa que emitía desde su televisión online Canal Red.

También provoca un cambio en las mayorías del Congreso, porque Podemos pasa de cinco a cuatro diputados, ya que la siguiente en la lista de Sumar por Barcelona —dentro de la cual se presentó Lilith a las elecciones— era Candela López, de Catalunya en Comú y, por tanto, leal a Yolanda Díaz.

Lilith ha sido durante la etapa de Belarra como secretaria general uno de los grandes pilares de Podemos, donde no sólo se ha desempeñado en la complicada Secretaría de Organización, sino que además ha ejercido como una de sus principales negociadoras.

Desde esa responsabilidad fue la persona que tuvo que bregar con Sumar para alcanzar el acuerdo de coalición para las elecciones generales de julio y luego estudiar las consecuencias de la ruptura del grupo parlamentario y la marcha al Grupo Mixto.

Pero no sólo eso, también ha llevado a lo largo de 2023 la configuración de las candidaturas autonómicas y municipales de Podemos para las elecciones de mayo, donde el partido sufrió uno de sus peores resultados históricos, con su desaparición de los parlamentos de Madrid y la Comunidad Valenciana, así como de los ayuntamientos de sus capitales.

Aquella debacle provocó una cuantiosa pérdida de ingresos públicos que poco después también se vio gravemente acentuada por el desplome de las subvenciones que Podemos iba a recibir en este nuevo ciclo político a raíz de la llegada de Sumar y de la pérdida de los ministerios.

Esos apuros económicos empujaron al partido morado a ejecutar un ERE en el que despidió a un 70% de la plantilla y el cierre en casi una decena de autonomías.