El día que Girauta avisó del verdadero plan de Puigdemont: “Detesta a Sánchez, quiere la humillación”

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Fue hace tres meses en conversación con Alfonso Rojo en el programa de entrevistas ‘Tiempo de hablar’.

En aquel momento, Juan Carlos Girauta, abogado, escritor y periodista, no había hecho pública su candidatura por Vox a las elecciones europeas. En el marco de la Ley de Amnistía y en la previa a las elecciones catalanas del pasado 12-M, el político ofreció una perfecta radiografía de Carles Puigdemont, prófugo de la justicia y líder de Junts.

«Aquí sucede una cosa, todo el mundo está convencido que Puigdemont es un señor que atiende a razones», expuso Girauta y criticó que el PP se tomara veinticuatro horas para pensarse si la amnistía era constitucional.

«Yo soy abogado y necesité tres segundos para saber que la amnistía era inconstitucional. Sino puede haber indulto general, menos amnistía».

«Se creen que es un actor con el que se puede razonar ¡Vamos a ver! Puigdemont está loco de atar y detesta a Sánchez, quiere no solo una salida personal para él, quiere la humillación del Estado«, afirmó el abogado y periodista.

Sin embargo, bajó a la realidad al prófugo de la justicia, «eso no va a pasar porque el tipo de amnistía que él quiere no se puede dar ni se puede eliminar el tipo de delito de terrorismo ni traición», al igual que «no se puede ordenar al juez Aguirre o García-Castellón».

Se trata de un ensoñación más del separatista, porque al final del camino está el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, rezó Girauta.

«Al no poder hacerse, lo siguen creyendo, a medida que Junts haga imposible el curso normal de la legislatura se darán cuenta que están maniatados», comentó en referencia al pacto con el Gobierno de Sánchez.

En cuanto a la relación futura con el Ejecutivo socialista, el ensayista expuso dos escenarios posibles:

«Pueden ocurrir dos cosas, que se disuelvan las cortes y se anticipen las elecciones o bien, alargar la legislatura sin aprobar presupuestos y sin aprobar leyes orgánicas que es por lo que yo me inclino, dado su afán de perpetrarse en la Moncloa»