En un giro impactante que ha sacudido los cimientos de la Guardia Civil, Jesús Fernández Bolaño, ex jefe de la Guardia Civil en el Puerto de Valencia, fue detenido el pasado miércoles 4 de diciembre por su implicación en una red de narcotráfico.
La operación, llevada a cabo por Asuntos Internos de la Benemérita en colaboración con la Policía Nacional, ha puesto al descubierto una trama que habría introducido al menos una tonelada de cocaína a través de las instalaciones portuarias valencianas.
Fernández Bolaño, quien recientemente había ascendido a capitán y se encontraba a la espera de un nuevo destino, ocupó durante más de una década el puesto de teniente en la Oficina de Análisis e Investigación Fiscal (ODAIFI) de la Guardia Civil en el puerto de Valencia.
Su detención ha dejado atónitos a muchos, especialmente considerando su papel como instructor en cursos de lucha contra el narcotráfico para policías sudamericanos y su participación como profesor en un máster de gestión portuaria.
La investigación, que comenzó hace aproximadamente un año, está siendo supervisada por el Juzgado de Instrucción número uno de la Audiencia Nacional.
Las sospechas sobre el alto nivel de vida de Fernández Bolaño, incluyendo propiedades de lujo y accesorios costosos, habían alertado a los investigadores mucho antes de su detención.
La operación al descubierto
La operación culminó con la incautación de una tonelada de cocaína durante una entrega controlada.
Además de Fernández Bolaño, las autoridades han arrestado a otras seis personas, incluyendo tres españoles y tres ciudadanos albaneses, presuntamente vinculados al conocido «cártel de los Balcanes», una de las principales organizaciones del narcotráfico en Europa.
Los registros ordenados por el juez Francisco de Jorge se extendieron a las propiedades de Fernández Bolaño, incluyendo un piso en Valencia y un chalet en Cullera.
Los agentes llegaron al extremo de vaciar una piscina y explorar una fosa séptica en busca de evidencias. Entre los hallazgos más sorprendentes se encuentran miles de euros en criptomonedas y anotaciones sospechosas.
El caso de Fernández Bolaño es particularmente intrigante debido a su trayectoria profesional.
Antes de su papel en el puerto de Valencia, fue jefe de la Policía Local en Caravaca de la Cruz (Murcia), donde también se vio envuelto en una investigación por una presunta trama de venta ilegal de vehículos.
Aunque aquella causa fue archivada, marcó su salida del cuerpo municipal y su regreso a la Guardia Civil.
Como instructor policial en materia antidroga, Fernández Bolaño impartía charlas sobre métodos y tácticas a agentes de diversos países de Sudamérica, incluyendo Perú y Colombia.
Esta faceta de su carrera añade una capa de ironía a su implicación en el tráfico de drogas.
El Puerto de Valencia, considerado el principal punto de entrada de cocaína en España y el tercero en Europa, se enfrenta ahora a un escrutinio intensificado. En 2022, se intervinieron 26 contenedores con un total de 11.564 kilos de cocaína en sus instalaciones. La detención de Fernández Bolaño plantea serias preguntas sobre la eficacia de los controles y la integridad de quienes están a cargo de mantenerlos.
Casos recientes de corrupción policial
El caso Fernández Bolaño no es un incidente aislado.
En los últimos años, España ha sido testigo de varios casos de corrupción que involucran a miembros de las fuerzas de seguridad:
- Caso del inspector Óscar S.G.: Ex jefe de Delitos Económicos de la Brigada provincial de la Policía Judicial de Madrid, investigado por narcotráfico tras encontrarse 20 millones de euros ocultos en las paredes de su domicilio.
- Operación Oikos: Implicó a varios policías en una red de amaño de partidos de fútbol y apuestas ilegales.
- Caso de los policías de Marbella: Varios agentes fueron detenidos por su presunta relación con el narcotráfico en la Costa del Sol.
La detención de Fernández Bolaño plantea serias preguntas sobre la efectividad de los mecanismos de control interno en las fuerzas de seguridad.
¿Cómo pudo un oficial de alto rango, encargado precisamente de combatir el narcotráfico, estar presuntamente involucrado en facilitar estas actividades?
Es probable que este caso lleve a una revisión exhaustiva de los protocolos de seguridad en los puertos españoles, especialmente en Valencia.
También podría resultar en un escrutinio más riguroso de los antecedentes y las finanzas de los oficiales en posiciones clave.
A largo plazo, este escándalo podría tener repercusiones en la confianza pública en las instituciones de seguridad. Será crucial que las autoridades demuestren transparencia en la investigación y tomen medidas concretas para prevenir futuros casos de corrupción.
El pefil de Fernández Bolaño
- Poseía una cartera valorada en 2.000 euros, un detalle que llamó la atención de los investigadores.
- Impartía clases en un máster de Gestión Portuaria y Transporte Intermodal en la Universidad Politécnica de Valencia.
- Su ascenso a capitán y la espera de un nuevo destino coincidieron con el inicio de la investigación en su contra.
- Durante los registros, se utilizaron excavadoras para vaciar su piscina en busca de evidencias.
El caso Fernández Bolaño sirve como un recordatorio sombrío de que la corrupción puede infiltrarse incluso en los niveles más altos de las instituciones encargadas de proteger la ley.
Mientras la investigación continúa, queda por ver cómo este escándalo afectará a largo plazo la lucha contra el narcotráfico en España y la confianza en sus fuerzas de seguridad.