Este viernes, 21 de marzo de 2025, el Ejército sudanés ha logrado un avance significativo en el conflicto que asola el país desde hace dos años, al tomar el control del palacio presidencial en Jartum, la capital de Sudán.
Este hecho marca un punto de inflexión en la guerra civil que enfrenta a las fuerzas armadas regulares con las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar.
Según fuentes militares, el Ejército entró en el palacio presidencial por el lado este, consolidando su posición en el centro de la capital. Este logro representa un golpe estratégico y simbólico para las fuerzas leales al general Abdel Fattah al-Burhan, jefe del Ejército y líder de facto del país.
La toma del palacio presidencial no solo tiene un valor táctico, sino que también supone un importante impulso moral para las tropas gubernamentales.
Desde el inicio del conflicto en abril de 2023, las FAR, lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, conocido como «Hemedti», habían mantenido el control de gran parte de Jartum y del palacio presidencial.
Contexto del conflicto
La guerra civil en Sudán estalló como resultado de una lucha de poder entre el Ejército y las FAR, en el marco de una planificada transición hacia un gobierno civil. Lo que comenzó como una disputa política se ha convertido en un sangriento conflicto que ha devastado al país, causando miles de muertes y desplazando a millones de personas.
Durante los últimos meses, el Ejército ha ido recuperando terreno en la capital, avanzando lentamente hacia el palacio presidencial a lo largo del río Nilo. Este avance gradual ha culminado con la toma del edificio, que había sido uno de los principales bastiones de las FAR desde el inicio de las hostilidades.
Implicaciones para el futuro del conflicto
La captura del palacio presidencial podría acelerar el control total del Ejército sobre el centro de Sudán y endurecer la división territorial este-oeste del país entre las dos fuerzas enfrentadas. Sin embargo, ambos bandos han prometido continuar luchando por el control del resto del país, lo que sugiere que el conflicto está lejos de terminar.
Las FAR, que a principios de este año comenzaron a establecer un gobierno paralelo, mantienen el control de partes de Jartum y de la vecina Omdurman, así como del oeste de Sudán. En la región de Darfur, las FAR están luchando por tomar el último bastión del Ejército en la ciudad de al-Fashir.
Perspectivas de paz
A pesar de este importante avance militar, las perspectivas de paz siguen siendo inciertas.
Hasta el momento, no se han materializado esfuerzos significativos para entablar negociaciones de paz entre las partes enfrentadas. La comunidad internacional continúa instando a ambos bandos a cesar las hostilidades y a buscar una solución política al conflicto.
La situación humanitaria en Sudán sigue siendo crítica, con millones de personas necesitadas de asistencia urgente. La prolongación del conflicto amenaza con agravar aún más esta crisis y desestabilizar toda la región del Cuerno de África.
