Acierta otra vez y de pleno Antonio R. Naranjo.
Porque hay muchas indignidades en la España de Sánchez, pero pocas tan sangrantes como la de que ha puesto al país en manos de un golpista y un terrorista.
El artículo va al grano desde el titular: «Puigdemont y Otegi, dos caras de la misma moneda separatista»
En un momento de gran agitación política en España, el periodista nos ofrece una perspectiva incisiva sobre dos de las figuras más vomitivas del panorama: Carles Puigdemont y Arnaldo Otegi.
Publicado el 29 de marzo de 2025 en El Debate, este artículo disecciona el papel de ambos líderes en el complejo tablero político actual.
Naranjo comienza su análisis destacando la paradójica situación en la que se encuentran tanto Puigdemont como Otegi.
Por un lado, Carles Puigdemont, el expresident de la Generalitat de Cataluña, sigue siendo una figura central en el debate sobre la independencia catalana, a pesar de su exilio en Bélgica. Por otro, Arnaldo Otegi, coordinador general de EH Bildu, ha logrado posicionar a su formación como una fuerza política relevante en el País Vasco y en la política nacional.
El autor señala con agudeza: «Ambos líderes, otrora considerados parias del sistema, se han convertido en piezas clave para la gobernabilidad de España, en un giro que pocos habrían imaginado hace apenas una década».
Esta observación pone de manifiesto la transformación del panorama político español y la creciente influencia de las fuerzas independentistas en la toma de decisiones a nivel estatal.
Naranjo profundiza en las estrategias divergentes de Puigdemont y Otegi. Mientras que el líder catalán mantiene una postura de confrontación directa con el Estado español, Otegi ha optado por una vía más pragmática, buscando influir desde dentro de las instituciones.
«Puigdemont sigue jugando la carta del desafío, mientras que Otegi ha apostado por la política de pasillos y negociaciones», apunta el analista, subrayando las diferentes aproximaciones al objetivo común de la independencia.
El artículo también aborda las consecuencias de estas estrategias para sus respectivos movimientos.
«El independentismo catalán se encuentra en una encrucijada, dividido entre la vía unilateral y la negociación, mientras que el nacionalismo vasco parece haber encontrado un camino más estable hacia sus objetivos», reflexiona Naranjo. Esta observación pone de relieve las tensiones internas dentro del movimiento independentista catalán y la aparente cohesión del nacionalismo vasco bajo el liderazgo de Otegi.
La influencia en la política nacional es otro aspecto crucial que el autor examina.
Naranjo señala cómo tanto Junts per Catalunya como EH Bildu han logrado posicionarse como actores determinantes en la formación de mayorías parlamentarias.
«El Gobierno de Pedro Sánchez se ve obligado a bailar al son que marcan Puigdemont desde Waterloo y Otegi desde Bilbao, en una coreografía política que desafía los principios tradicionales del bipartidismo español».
El análisis de Naranjo no elude la controversia que rodea a ambas figuras. Recuerda el pasado de Otegi en ETA y las acusaciones de rebelión contra Puigdemont, subrayando cómo estos antecedentes continúan influyendo en la percepción pública y en las relaciones con otros partidos políticos.
«La normalización de Puigdemont y Otegi en el escenario político nacional sigue siendo un tema de intenso debate y división en la sociedad española».
Finalmente, Antonio R. Naranjo concluye su artículo planteando interrogantes sobre el futuro del independentismo en España.
«¿Lograrán Puigdemont y Otegi alcanzar sus objetivos separatistas o se verán obligados a moderar sus posturas para mantener su influencia política?», se pregunta el analista, dejando abierta la reflexión sobre el rumbo que tomarán estos movimientos en los próximos años.