COLUMNA EN 'EL DEBATE'

Alfonso Ussía se cachondea de Montero y Belarra a cuenta de su inane ley trans

El articulista reflexiona sobre el fallo del Tribunal Supremo del Reino Unido que dictaminó que las mujeres trans no son legalmente mujeres

Alfonso Ussía se cachondea de Montero y Belarra a cuenta de su inane ley trans

Mazazo para el feminismo de Podemos.

El Tribunal Supremo del Reino Unido dictaminó que las mujeres trans no son legalmente mujeres y no entran en la definición legal de mujer según la Ley de Igualdad del país. Esto se produce en medio de un debate público sobre los derechos transgénero y los derechos de la mujer.

A colación de ello, Alfonso Ussía, dedicó a este tema su columna de este 18 de abril de 2025 en ‘El Debate’, reflexionando sobre la decisión del Reino Unido con mucha ironía y de lo que ha supuesto este problema para las mujeres y la integración de las personas trans en el mundo del deporte:

«De momento, y después de leer que el Supremo británico ha fallado que las trans no son mujeres por motivos biológicos, he retirado mi petición de cambio de sexo y aguardo impaciente la reacción del Supremo español. Tenía la ilusión de convertirme en trans para ver si así, de esta manera tan simple, podría acceder a competir en los bolos montañeses desde la distancia establecida para las mujeres. Llevo cincuenta años veraneando y viviendo en La Montaña de Cantabria, y mi historial deportivo en los bolos es humillantemente catastrófico. Nunca he ganado. Mis brazos, a pesar de su nervio y puntería, me han impedido lanzar la bola desde más allá de los 13 metros. Y después de dos años de meditación profunda, decidí —sin sentirme mujer—, formar parte del elenco femenino para paliar mis complejos bolísticos. Tenía elegido hasta el nombre, la Diestra Tolana, que tolanos son todos los nacidos y establecidos en el municipio de Ruiloba. Como jugador masculino ya no tengo futuro, pero si en las competiciones femeninas se admiten a los trans, y éstos lanzan la bola a ocho y diez metros, aún albergo posibilidades de ganar algún concurso. Sucede que, de seguir el ejemplo de la Justicia británica, si el Comité Olímpico Internacional, prohíbe a las federaciones la participación de los trans provenientes del género masculino, no tendré la oportunidad de competir entre mujeres. Y prefiero seguir siendo el que soy».

Usando su característico sarcasmo, el autor mencionó a Montero y Belarra, impulsoras de la Ley Trans en España, las cuales estarían «indignadas» ante el fallo del Supremo británico:

«Antes de decidirme, he llamado a Irene Montero y Juana Belarra solicitando su ayuda. Están indignadas con los británicos, según me han comunicado mis fuentes de la Taberna Garibaldi. Pero no han respondido a mis llamadas, porque siempre están de viaje, o reunidas».

Además, Ussía recordó cómo se ha permitido a «hombres con pelo en pecho y pirulín pirulón» competir en Juegos Olímpicos en la categoría de mujer:

«Porque el trans convertido en mujer, no oculta que se siente mujer y ello le da derecho al fraude y la trampa. Yo, sinceramente, nunca me he sentido mujer, y mi intención de convertirme en trans tenía como finalidad ganar algún campeonato de bolos tirando la bola de encina hacia los bolos de abedul a menos de diez metros de distancia. Las feministas escocesas —esas son feministas y no nuestras payasas—, han conseguido desenmascarar a los tramposos, porque no se ha dado el caso de que una mujer cambie de género para competir contra los hombres».

En este sentido, el escritor criticó que, en el mundo trans, «hay bastante golfería» en lo que a las actividades deportivas se refiere. Puso como ejemplo que, hace pocos días, una participante en una prueba de esgrima se negó a competir contra un sujeto que se había sentido mujer con la fuerza de un hombre. Y la respuesta de la Federación Internacional de esgrima fue sancionar a la mujer que no quería competir contra el hombre, «no al hombre que podía atravesar de un espadazo el cuerpo de la mujer», recalcó.

De igual forma, el articulista mencionó el caso de Imane Khelif, boxeadora argelina que se llevó todas las medallas de los últimos juegos y podría ser «sargento primero de la Guardia Presidencial».

«De eso, tranquilamente, y sin que me chillen, me arañen y todas esas cosas, es de lo que deseaba hablar con Irene Montero y Juana Belarra. Pero están reunidas en Garibaldi», zanjó Ussía volviendo a ironizar sobre el tema.

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Autor

Cristina López Mantas

Cristina López Mantas (1994) es graduada en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, redactora de política en Periodista Digital.

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