Fernando Garea (Madrid, 1962) lleva unos años bastante moviditos.
Fue nombrado presidente de la Agencia EFE y al poco tiempo la cosa se truncó, en febrero de 2020. Le dieron la oportunidad en este 2021 de dirigir un medio naciente, El Periódico de España, de Prensa Ibérica, y en apenas tres meses lo pusieron en la calle.
Ahora, lo rescata Pedrojota Ramírez como adjunto al director en el diario El Español, un movimiento bastante sorprendente dado el corte de Garea, más tendido a la izquierda ideológica, en un periódico más de derechas sobre todo en la órbita de PP y Ciudadanos, como el caso del digital.
El propio medio lo cuenta:
Su incorporación al periódico supone la reanudación de su estrecha colaboración profesional con Pedro J. Ramírez, iniciada en Diario 16 y prolongada durante dos décadas en El Mundo.
La incorporación de Garea a EL ESPAÑOL supondrá un refuerzo del equipo directivo del periódico y un nuevo paso dentro de la estrategia de mejora constante de sus contenidos, en la que se inscriben hitos como la adquisición de Invertia, el lanzamiento de secciones como MagasIN, Porfolio o Enclave ODS y la reciente incorporación de El Cultural.
La pregunta ahora es evidente; ¿cuánto durará en una difícil relación estrecha con Pedrojota?
«Estás cesado desde ya»
No han pasado ni un mes desde que en Periodista Digital contamos cómo había sido la intrahistoria de la ‘decapitación’ profesional de Fernando Garea en su última aventura periodística.
Javier Moll, máximo exponente de Prensa Ibérica, responsable de editar El Periódico de España, había confiado en el exdirector de la Agencia EFE para liderar el nuevo proyecto empresarial, un diario de papel para abrirse hueco entre los cuatro gigantes nacionales, ABC, El País, El Mundo y La Razón. Sin embargo, el desencanto pronto hizo mella en el editor.
El 11 de enero de 2022 Garea era convocado a una reunión con el propio Javier Moll.
Ni por asomo el periodista pensaba que la cita era para recibir una patada en salva sea la parte.
De hecho, desconocía las razones por las cuáles hacía sido llamado al despacho del editor de Prensa Ibérica y, todo lo más, pensaba que era para hacer un balance del primer trimestre.
Y, efectivamente, no solo Moll hizo balance, sino también liquidación automática.
El encuentro entre Garea y el editor fue más bien breve y se le dijo bien claro al todavía director de El Periódico de España que no se estaba satisfecho con su labor:
«Tu proyecto es errático, no sabemos a qué quieres apostar, no has sabido hacer un equipo y te hemos dado varios toques. Estás cesado desde ya, fulminantemente».