ARTÍCULO EN 'EL DEBATE'

Alfonso Ussía se pitorrea del primer revés empresarial del ‘tabernario’ Pablo Iglesias: «¡Es tonto!»

"La taberna es una estrategia de aprendizaje del futuro cubano que nos aguarda"

Alfonso Ussía y Pablo Iglesias.
Alfonso Ussía y Pablo Iglesias.

La primera en la frente.

Pablo Iglesias ya generó la primera decepción entre quienes quisieron visitar su local el 24 de marzo de 2024, ya que tuvo que cerrar por una avería en las tuberías.

Alfonso Ussía, desde su tribuna en ‘El Debate‘, se mofó del podemita por su proyecto de la Taberna Garibaldi:

Consternación. Viajar hasta Madrid para conocer una taberna y no poder consumir ni una cerveza catalana, desmoraliza a cualquiera. No ha iniciado bien la Taberna Garibaldi-Sólo para Rojos, su singladura. El primer día, se anularon reservas porque la mitad de los platos ofrecidos en la carta no estaban disponibles por falta de materia prima. El segundo día, la apertura del local se retrasó porque no tenían cerveza y aguardaban la llegada del pedido. Y el cuarto día del triunfal inicio, el nuevo local se cerró a cal y canto por una preocupante avería en las tuberías que afectaban a los lavabos donde unos cumplen con las urgencias naturales y otros se refrescan con algunas chicas.

Consideró que como hostelero previsor no parece que vaya a ganarse la vida:

Un buen hostelero está obligado a ser más previsor. Una taberna sin cerveza, sin platos ofrecidos en la carta que no existen y sin agua no invita a las muchedumbres, por prestigioso que sea el tabernero –que lo es– a visitar el afamado local. Un local de altísimo copete estalinista y bolivariano, en el que un visitante al Foro puede coincidir con poetas como Monedero, feministas como Irene Montero y Pam, y actores de cine como Pepe Viyuela, Guillermo Toledo o Alberto San Juan. Pero claro, sin cerveza y sin agua en los lavabos e inodoros, la experiencia puede resultar merecedora del olvido. Posibles clientes de antaño, hogaño no se atreverían a visitar el gran local. Yolanda Díaz, el ave zancuda Errejón, Alberto Garzón, y demás antiguos compañeros pasados por la trituradora del propietario. Y tampoco Urtasun, el ministro de Cultura, que ha reconocido en un alarde de sinceridad, que entre la taberna de Iglesias y el bar del Ritz, prefiere el bar del Ritz. Y en ese punto, coincido plenamente con Urtasun.

Detalló con cierta mofa que su taberna parece más bien un ensayo del futuro cubano que le espera a España:

Inaugurar en esas condiciones una taberna, es como abrir una tienda de bolsos sin bolsos, ejemplo de surrealismo marxista. Para mí, que la taberna es una estrategia de aprendizaje del futuro cubano que nos aguarda. Una taberna en la que no se puede comer porque no hay comida, en la que no se puede beber porque la bebida se ha terminado, y en la que no se puede ir a los lavabos porque no hay agua. En ese aspecto, como escuela de aprendizaje del futuro cercano, el emporio hostelero de Iglesias es muy provechoso, amén de benefactor.

Y lo remachó de esta guisa:

No obstante, mucho me temo –y nada deploro– que este chico corre impetuosamente hacia la ruina. Porque muchos no se han apercibido de ello, y hora es de que lo sepan. Es tonto.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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