En el programa ‘Castillón Confidencial’ presentado por Albert Castillón y emitido el viernes 1 de julio se comenta sobre los chanchullos de Laura Borràs, presidenta del parlamento de Cataluña, con un supuesto amigo traficante de drogas, junto a Xavier Rius, director de e-noticias.
Isaias Herrero es un informático conocido por ser traficante y por tener una serie de acuerdos con la presidenta. Esto sorprendió a los ciudadanos, por lo que el juez no lo dudó dos veces y decidió investigarla. El juez incorporó a la causa la condena por tráfico de drogas al que presuntamente benefició con unos contratos a dedo, y ha citado como testigo al responsable de contratación del Departamento de Cultura.
En una conversación entre Laura Borràs y su supuesto amigo Herrero, se muestra cómo están pactando los contratos menores para que no les pillen pero que siempre la adjudicación de los contratos caiga al mismo, a Isaias:
«El presupuesto debe quedar como si fueses profesionales independientes por los totales que no se pueden superar. La cuestión es fraccionar».
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña dice que es o podría ser delito continuado de prevaricación administrativa, falsedad documental y malversación. Sin embargo, esto está en manos de la Fiscalía que decide si se lleva a juicio o pide que se archive la causa.
Tanto a Castillón como a Xavier Rius, director de e – noticias, le sorprenden la relación que existe entre Laura Borràs con un traficante de drogas condenado a más de cinco años de cárcel.
Rius comentó que Isaias podría estar suministrando a un grupo de personas cercanas a ella o del partido. «Si realmente es así porqué pagar a través de fondos públicos», afirma el director del periódico. Aclara además:
«Lo que faltaba ya es que la presidenta fuera acusada estrictamente por unos delitos de corrupción. Laura Borràs no puede dar un cuarto de millón de dinero público a un traficante de drogas».
El director alega que Laura Borràs es fruto de un vacío de poder. Hace tres años nadie la conocía, pero arrasó de golpe. Comenta además que estuvo mareando la perdiz. Se fue a Madrid, luego volvió y así. Tiene que dimitir según el reglamento.
«Si es por un delito de corrupción tiene que dimitir, hay que votarlo, pero nadie ha salido en su defensa».