Sigue coleando la polémica en torno al Salario Mínimo Interprofesional.
Carlos Alsina, desde su monólogo en ‘Más de Uno‘ (Onda Cero), se partió la caja con el festival que están ofreciendo las ministras y vicepresidentas de Pedro Sánchez con este asunto, María Jesús Montero y Yolanda Díaz.
De ahí que haya afilado su ironía con lo que puede ser el Consejo de Ministros de este 18 de febrero de 2025:
Hay Consejo de Ministros esta mañana, que igual es ahí donde hacen falta cascos azules o una misión de paz para intermediar entre… Bueno, la expectación es máxima, claro, porque a ver si se anima al Gobierno a ofrecer la segunda parte de lo del martes pasado, del pique de Yolanda Díaz vs Pilar Alegría, a cuenta del salario mínimo, a cuenta del IRPF, a cuenta de lo que sea, estas cosas venden muchísimo. O mejor aún, a ver si se anima al Gobierno, en aras de la transparencia del debate, a programar para hoy una comparecencia conjunta de María Jesús Montero y Yolanda Díaz, que anoche coincidieron en un acto ahí, en un evento, en un photocall, y estaban encantadas de verse, de abrazarse, de sonreírse, de decirse cosas bonitas la una a la otra. Pues aprovechando ese buen rollo, pues esta mañana que hagan una comparecencia conjunta, en la que puedan ahí departir sobre neoliberalismo, populismo, sentido común, satanización de los impuestos.
Y lo de la rueda de prensa posterior, una auténtica maravilla:
Y luego, a la hora de la comparecencia conjunta, en realidad sería más bien un careo, ¿no? Impagable desde el punto de vista mediático, de verdad. Un careo, ¿no? La vicepresidenta a dos diciéndole a la uno, ‘tú muy de izquierdas igual no eres, ¿eh?’ La vicepresidenta a uno diciéndole a la dos, ‘ya salió la populista’. Y la dos a la uno, ‘escucha al pueblo, mujer, que tenéis perdida la calle’. Y la uno a la dos, t’e ha comido el personaje, compañera. Y cuando estaba aquí, Pablo, eras más llevadera, tú’. Y así, pues una hora o dos de intercambio. De intercambiar impresiones ante la prensa, porque dice usted, sería insólito. Bueno, insólito. Llevan así desde hace dos semanas, pero en lugar de cara a cara, a través de los medios de comunicación. Las entrevistas, en las declaraciones, en las comparecencias. Y una dice, pues esto no es de izquierdas, pues esto no es de buena persona, pues esto no es de… Pues esto es populista, dice la otra. Y hay que hacer pedagogía. Luego se encuentra en un acto público y todo besos, todo abrazos, todo eso. Sonrisas. Tenemos dicrepancias, pero anda ahí lo que nos queremos.
También sacó a colación la postura de un PSOE que no sabe por dónde le viene el aire:
El PSOE está en una posición un poco curiosa, porque es esta de predicar la bondad de que los perceptores del salario mínimo, el salario de 1.200 euros al mes, contribuyan al sostenimiento de los servicios públicos y a la vez celebrar que casi ninguno de ellos vaya a contribuir al sostenimiento de los servicios. Dígalo usted, señora Peña, por favor.
Puso el corte de la portavoz del PSOE en Ferraz:
La gran mayoría, la inmensa mayoría de las personas que van a percibir el salario mínimo interprofesional no van a tener que tributar.
Y Alsina se mofó también de esas tribulaciones que pululan por el seno del socialismo:
Esto es. Estamos a favor de que tributen los del salario mínimo, pero celebramos que casi ninguno en realidad vaya a tener que tributar. Dice el PSOE, es sano contribuir, educa fiscalmente que contribuya al salario mínimo. Es la prueba de que el salario ya no es de subsistencia. ¡Ah, pero solo una pequeña minoría va a tener que hacerlo! Tampoco estamos tan a favor de que se tribute. O sea, es un sí pero no. Tributación sí, pero con muchas deducciones, con muchas bonificaciones, para que sea casi que no en realidad.
