"Es una vergüenza que presidentes de otros clubes y de la Federación le hayan apoyado ni siquiera sin saber lo que ha hecho"
En la jornada de 5 de marzo de 2014 se produjo, después de mucho tiempo de proceso judicial, el ingreso en prisión del abogado José María del Nido, más conocido por la opinión pública por haber sido el presidente del Sevilla Club de Fútbol —Del Nido pide perdón por haberse apropiado, indebidamente, de 2,4 millones–. El caso Minutas relacionado directamente con la persona de Julián Muñoz, exalcalde de Marbella, de quien era abogado precisamente Del Nido, es el que ha terminado con otro corrupto más con la privación de libertad.
Lo más destacado de la jornada no fue que Del Nido entrara en prisión, sino cómo lo hizo. Las cámaras de Deportes Cuatro capturaron el momento del ingreso del letrado condenado en la prisión de Sevilla 1, preparado con una mochila y ataviado con la gorra roja del club hispalense —El preso José María Del Nido manda un letal aviso a los «traidores» a través de Whatsapp–.
Las imágenes recorrieron los distintos medios de comunicación, y así se analizó la jugada en el debate nocturno de 13TV, ‘El Cascabel’, con la dirección de Antonio Jiménez. Los tertulianos invitados a la mesa de debate opinaron al respecto, con una idea común disgregada en varios apuntes: que el culpable pague su pena, que la Justicia española es lenta pero al final encarcela a los corruptos, y que no pueden existir indultos para este tipo de casos, tal y cómo se ha pedido. Los periodistas Francisco Marhuenda (director de La Razón), Carmen Tomás (EsRadio), Jaime González (jefe de opinión en ABC), Antonio Naranjo (director de Diario de Alcalá), Máximo Pradera o el político socialista Juan Segovia, al habla:
Marhuenda: «En este tipo de prácticas como consecuencia de la corrupción hay que cumplir la pena, puede ser duro y la gente pide el indulto, pero hay que cumplirlo y es el símbolo de una época de especulación, de despilfarro y de robo. La corrupción no deja de ser robar. A mí me apena que alguien entre en la cárcel, ojalá no lo hubiera hecho, pero deja mal la imagen de instituciones como un club de fútbol y la abogacía, que es una práctica muy bonita pero para hacerla de forma decente, no trapicheos».
Carmen Tomás: «Si está juzgado y condenado, tendrá que cumplir la pena. A mí me parece un bochorno que con el daño que le ha hecho al club sea capaz de hacer el payaso con la gorra del Sevilla. No creo que le haya hecho mucha gracia a los sevillistas».
Jaime González: «Es verdad que la Justicia es lenta, pero el Estado de derecho funciona, y los pillos, truhanes y delincuentes terminan donde tienen que terminar. ¡Nada de indultos para esta gente!»
Juan Segovia: «No basta con ir a la cárcel, ¡que se devuelva el dinero! Esto habla de un país que no es el reino de la corrupción, sino un lugar en el que la gente acaba pagando».
Antonio Naranjo: «Han vendido desde el entorno de Del Nido que su ingreso era voluntario… Es una vergüenza que presidentes de otros clubes y de la Federación le hayan apoyado ni siquiera sin saber lo que ha hecho. Este hombre lo que hizo con un tipo tan impresentable como Julián Muñoz en Marbella, fue crear una trama con la que derivaban dinero público de los ciudadanos al bolsillo particular. Eso es lo que hacía este pájaro».
ANTONIO JIMÉNEZ: «¿LOS JUZGADOS ABREN POR LA TARDE EN ESPAÑA?»
En pleno debate sobre la situación de José María del Nido, el asunto sobre la situación de la Justicia en España estaba por surgir:
Máximo Pradera: «La Justicia se ha vuelto más lenta por la retirada de efectivos a los jueces y a los fiscales…»
Antonio Jiménez: «Tradicionalmente la Justicia española ha sido muy lenta… Es un problema crónico. ¿Los juzgados abren por la tarde? ¿Hay juicios por la tarde en España?
Pradera: «Tú entras en cualquier juzgado de Plaza de Castilla [Madrid] y las pantallas de ordenador, aparte de ser de tubo de las antiguas, están atadas así con celo porque se están cayendo al suelo».
Marhuenda: «Esto de la lentitud de la justicia no es nuevo… Los sistemas informáticos no están armonizados… ¡Y es muy garantista! En este país se recurre todo, la ligitiosidad es excesiva».